A 7 años de la “triple fuga” de los hermanos Lanata y Víctor Schillaci: cómo fue el raid delictivo

Tras fugarse de una cárcel de máxima seguridad, los delincuentes protagonizaron tiroteos, robos, secuestros y persecuciones. Más de mil policías los buscaron durante 15 días y tras capturarlos, fueron condenados a cadena perpetua

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Martín y Cristian Lanatta, y Víctor Schillaci fueron condenados a prisión perpetua
Martín y Cristian Lanatta, y Víctor Schillaci fueron condenados a prisión perpetua

El 27 de diciembre de 2015, los hermanos Martín y Cristian Lanatta, y Víctor Schillaci se fugaron de una cárcel de máxima seguridad y mantuvieron en vilo a todo un país. A lo largo de 15 días realizaron robos, secuestros, tiroteos y persecuciones entre las provincias de Buenos Aires y Santa Fe. Sin embargo, el cansancio y hambre los hicieron caer y tras recapturarlos, fueron condenados a prisión perpetua.

Los delincuentes habían sido condenados por el triple crimen mafioso vinculado al tráfico de efedrina, que tuvo como víctimas a Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina en la localidad bonaerense de General Rodríguez. Tras una organización previa, los detenidos iniciaron la fuga alrededor de las 2:30 de la madrugada desde el penal de máxima seguridad de la localidad de General Alvear.

Para fugarse, los tres escaparon en un Fiat 128 con un guardiacárcel como rehén, a quien abandonaron sano y salvo a las pocas cuadras. Luego continuaron la huida en una camioneta con dirección hacia el sur del conurbano.

Mientras se llevaba acabo la búsqueda de los tres prófugos, el fiscal general de Azul, Cristian Cittero, ordenó la detención del penitenciario de General Alvear, César Tolosa, quién finalmente fue excarcelado por falta de pruebas. En ese mismo marco, también detuvieron a Marcelo “El Faraón” Melnyk como sospechoso de facilitar la fuga, pero él sostuvo que solo estuvieron “cinco minutos” en su quinta de Florencia Varela y aseguró no haberles dado “ni armas ni dinero”.

Los delincuentes cambiaron su apariencia al fugarse
Los delincuentes cambiaron su apariencia al fugarse

Durante la fuga los delincuentes fueron interceptados durante un control vehicular realizado en una ruta de la localidad de Ranchos, y frente al riesgo de ser capturados, les dispararon a los policías Fernando Pengsawath (30) y Lucrecia Yudati (40). El primero permaneció un mes en coma, mientras que la oficial fue operada más de 70 veces.

El viernes 1 de enero, Elvira Susana Martínez, la exsuegra de Cristian Lanatta, lo denunció por ir a su casa y robarle plata y una camioneta Renault Kangoo. Dos días después, detuvieron al exjefe de Hinchadas Unidas Argentinas, Marcelo Mallo como así también a su hija y yerno, como sospechosos de estar vinculados a los prófugos. Sin embargo, fueron liberados y solo se los imputó de tenencia ilegal de arma de fuego.

Un hecho similar ocurrió con el dueño de una quinta en Chascomús, a quien se lo acusó de ayudar a los condenados. Sin embargo, los prófugos no dejaban pistas claras y para ese entonces ya se habían ido de Buenos Aires. El jueves 7 de enero volvieron a protagonizar un tiroteo.

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En el marco de una serie de operativos ordenados por la justicia federal, los delincuentes se enfrentaron e hirieron a dos efectivos de Gendarmería Nacional en la provincia de Santa Fe. Luego asaltaron a un ingeniero agrónomo y le robaron una camioneta Amarok, a la que plotearon con la leyenda de Gendarmería. De esa manera lograron escapar e intentaron continuar viaje, sin embargo, al llegar a la localidad santafesina de Cayastá volcaron y se produjo un giro en la causa.

Al accidentarse con la camioneta, efectivos policiales lograron detener a Martín Lanatta, mientras que su hermano y Schillaci continuaron la fuga a pie. En ese entonces, los investigadores mantuvieron la búsqueda de los dos prófugos en el norte de la provincia. Quince días después, detuvieron a Christian Lanatta y a Víctor Schillaci.

Tiempo después, Schillacci reconoció a Infobae que “no seguimos escapando porque primero chocamos, nos fuimos quedando sin fuerzas y la sed te vence”. Mientras que Martín Lanatta reconoció que “la fuga fue armada. Los guardias y superiores nos equiparon para poder escapar”.

(Nicolás Aboaf)
(Nicolás Aboaf)

Por todos los hechos ocurridos durante la “triple fuga”, se realizaron cuatro juicios con condenas. El primero de esos juicios, finalizó el 1 de octubre de 2018 y estuvo a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de La Plata. El mismo se centro en la fuga de la cárcel de General Alvear, de manera que fueron condenados a siete años y medio de prisión por “robo simple, privación de la libertad, robo agravado por un arma de utilería y evasión”.

En el segundo juicio concluido en noviembre de 2018, el Tribunal Oral Federal (TOF) de Santa Fe, que condenó a Martín Lanatta a 10 años de prisión por “atentado y resistencia a la autoridad agravado por el uso de armas y lesiones graves agravadas por haber sido causadas para conseguir impunidad y contra un miembro de fuerzas de seguridad”, además de “robo agravado y daño agravado”.

En tanto, el siguiente proceso judicial en contra de los Lanatta y Schillaci terminó con una condena a 8 años de prisión como coautores de “atentado y resistencia a la autoridad agravado por el uso de armas, robo y daño doblemente agravado”. El restante juicio oral concluyó con Martín Lanatta condenado a 7 años y 6 meses de prisión efectiva por dos casos de “privación ilegítima de la libertad calificada” y dos de “robo calificado”. A su vez, Christian Lanatta y Schillaci recibieron penas de 8 años y 6 meses de prisión efectiva por esos mismos hechos más una “privación ilegítima de la libertad calificada”.

Finalmente, en febrero de 2020 el Tribunal Oral 1 de La Plata, condenó a los Lanatta a 13 años de prisión y a Schillaci a 7 por balear y herir a los policías Yudati y Pengsawath en Ranchos.

Con información de Agencia Télam

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