Ocho procesados por la desaparición y el femicidio de Johana Ramallo

Cinco mujeres y cuatro hombres fueron imputados por los delitos de explotación sexual y comercialización de drogas. Todos tenían un vínculo directo con la “zona roja” donde trabajaba la víctima

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Johana Ramallo tenía 23 años
Johana Ramallo tenía 23 años y desapareció en julio de 2017

El juez Alejo Ramos Padilla, titular del Juzgado Federal N°1 de La Plata, procesó a ocho personas por la desaparición y el femicidio de Johana Ramallo, la joven de 23 años cuyo cadáver mutilado fue hallado en las costas de Berisso en agosto de 2018, y luego de que nada se supiera de ella desde julio de 2017.

En la resolución de 169 carillas, Ramos Padilla los procesó por los delitos de explotación sexual de mujeres y comercialización de drogas en la denominada “zona roja” de la capital bonaerense. Además, el juez impuso la prisión preventiva a cuatro de los imputados y embargos de hasta 30 millones de pesos.

Los procesados fueron Celia Andrea Benítez (38), Hernán Rubén García (47), Erika Paola Garraza (39), alias “Tormenta”; Nicole Guerra Guerrero (40), de nacionalidad peruana; Sayuri Valentina León (33); nacida en Ecuador, Andrea Camila Barreto Clavijo (30), alias “Boris” y oriunda de Perú; Carlos Alberto Espinosa Linares(38), apodado “El peruano”, “El loco” o “Carlitos”; y Mirko Alejandro Galarza Senio (27).

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Para el juez Ramos Padilla, los procesados “tenían un vínculo directo con la ‘zona roja’ y el contexto que dio lugar a la desaparición y posterior femicidio de Johana Ramallo –muchos de ellos, incluso– en el período de tiempo inmediatamente previo a dicha desaparición”.

Y agregó en el fallo: “El complejo escenario de comercio y abuso en el consumo de estupefacientes, de explotación sexual de mujeres y de violencia a las que fueron sometidas muchas de las trabajadoras sexuales que desarrollaban sus actividades en la ‘zona roja’, conformaron las condiciones de posibilidad de múltiples episodios de violencia en la zona y, en particular, el contexto para que ocurriera la desaparición y posterior muerte de Johana Ramallo”.

Carlos Omar Rodríguez, alias “El
Carlos Omar Rodríguez, alias “El Cabezón”

En junio pasado, el juez Ramos Padilla detuvo a Carlos Omar Rodríguez, alias “El Cabezón”, apuntado como el proxeneta de Ramallo. El sospechoso, según la investigación en su contra, le brindaba droga y la ofrecía a clientes en su perfil personal de Facebook junto a, por lo menos, otras dos mujeres. Por esto, Ramos Padilla le imputó los delitos de explotación sexual, facilitación de la prostitución y por el comercio y suministro de drogas.

De acuerdo a la investigación judicial, “El Cabezón” estaba a cargo de la “zona roja” en el barrio El Mondongo, en La Plata, donde Johana trabajaba al momento de su femicidio. Lo mismo que los últimos procesados en la causa que el juez federal reimpulsó en marzo del año pasado para analizar el contexto en que había ocurrido el femicidio de Johana. Así dio intervención a distintas áreas especializadas en violencia de género y trata de personas, quienes propusieron distintas líneas de trabajo que culminaron en estas detenciones y procesamientos.

Con la nueva resolución, ya son nueve las personas procesadas y vinculadas a la causa, todas con similares acusaciones, la mayoría de las cuales continuarán detenidas, aunque algunos con prisión domiciliaria.

Johana fue vista por última
Johana fue vista por última vez el 26 de julio de 2017 y su cuerpo fue hallado mutilado en 2018

“Si bien no se ha alcanzado aún a conocer la verdad sobre la muerte de Johana Ramallo, sí se ha logrado determinar cuál era su situación en ese ámbito y cuáles los costos y los peligros que suponían llevar adelante esa actividad en ese contexto”, se lee en el fallo que tuvo acceso Infobae.

De esta manera, la investigación continúa para determinar quién mató a Ramallo. Según indicaron fuentes del caso a este medio, en los próximos días la idea es reunirse con altos mandos de la Policía Bonaerense para que haya una intervención policial directa en la zona.

Johana fue vista por última vez el 26 de julio de 2017, cuando salió de su casa, donde vivía con su madre y su pequeña hija, con la promesa que regresaría a las 20.30 de ese día, lo que nunca ocurrió.

Los restos mutilados de su cuerpo fueron hallados en las costas de la ciudad de Berisso en agosto de 2018, aunque no fueron identificados como pertenecientes a la joven hasta 2019.

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