Era un simple asado, como todos los que hacían los miércoles en la sede deportiva porteña de Racing Club en Villa del Parque, sobre la calle Nogoyá. Pero todo terminó mal: un cadáver apareció flotando en la pileta del lugar en medio de un charco de sangre. Se trataba de Nicolás Pacheco, un estudiante de periodismo que cubría noticias del club. Por su asesinato, hay tres sospechosos que tardaron nueve años y diez meses en quedar presos. La semana pasada, la Corte Suprema rechazó el último de los recursos y dejó firme la condena. Dos de los implicados fueron arrestados inmediatamente; el tercero terminó preso tras el triunfo de la Argentina en el Campeonato Mundial, según confirmaron a Infobae fuentes del caso.
Los detenidos son Juan Carlos Rodríguez (32), alias “El Turu”, Aníbal Domínguez Butler (66), alias “Vaquero”, y Armando Rulet (38), alias “El Boxeador”. Rulet fue el último en ser detenido: el lunes, tras el triunfo de la selección en Qatar, fue arrestado en Avellaneda, informó la Policía. Para la Justicia, no quedan dudas de que ellos mataron a Nicolás Pacheco en enero de 2013. En la autopsia se describieron una multiplicidad de lesiones: las más graves fueron las fracturas de cráneo y columna vertebral. Luego de la golpiza, el cuerpo fue arrojado a la pileta.
La condena había sido dictada en diciembre de 2016: la pena, 12 años de prisión para cada uno por el delito de “homicidio simple”. Según lo dijo el propio tribunal, fue un juicio “cerrado”, en donde la mayoría de los testigos calló por temor o por amor a la camiseta. La familia y la fiscalía reclamaron prisión perpetua por la alevosía del homicidio. Los acusados, la absolución. Las apelaciones hicieron que el fallo no quedara firme y por lo tanto que los acusados no fueran arrestados. Tenían una excarcelación que los favorecía. Con el fallo de la Corte Suprema se cerró la discusión: todos quedaron presos.
El caso
El 24 de enero de 2013, los hinchas de Racing viajaban a Mar del Plata para ver a su club jugar contra River. La letra de la causa cuenta que hubo un asado y que, entre las 0:50 y las 3 de la mañana, Rulet, Domínguez Butler y Rodríguez abordaron a Nicolás Pacheco y lo golpearon “fuertemente, en forma reiterada y en diversas partes del cuerpo”. El golpe letal lo recibió en la cabeza, pero su cuerpo tenía más de 50 lesiones, incluida una fractura de columna. Las huellas también demuestran que quiso defenderse. Después, lo tiraron al agua para simular un accidente, sostuvo la sentencia que dictaron en diciembre de 2016 los jueces del Tribunal Oral Criminal Nº 23, Luis Rizzi, Carlos Rengel Mirat y María Maiza.
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Los acusados dieron una versión distinta. Aseguraron que a Nicolás lo perdieron de vista a las 6 de la mañana. En su indagatoria, Rulet insistió en mostrar que él se había lanzado al agua, con ropa y todo, apenas vio el cadáver. El periodista incluso entró a la pileta con su teléfono Blackberry que, aclaró, por suerte a los diez días le volvió a funcionar. “Fue una locura encontrar a mi amigo muerto, hacía diez minutos estábamos tomando fernet”, se lamentó. Según testimonios, Rulet era una persona violenta, que había desfigurado a una novia. Ansiaba ser el jefe de la barra. Era el que más lloraba durante el velatorio de Nicolás.
Butler, en tanto, era el más cercano a la víctima y hasta iban a empezar un programa de radio juntos. "Nico era un muchacho muy audaz, le decían 'el Mago' y le gustaba tirarse y meterse en lugares prohibidos con agua", dijo. Destacó que ese día su ropa había quedado "dobladita, porque era muy meticuloso", como si la idea de tirarse a la pileta hubiera sido elegida.
Rodríguez, por su parte, afirmó que esa noche "Vaquero (Butler) iba y venía acomodando las cosas, sacaba las cosas de la mesa y la ponía en la cocina" y en un momento dado "dijo que vio un fantasma" con una "camisa blanca" cerca de la cancha de básquet.
"Escuchaba que Nico y Enrique hablaban y Vaquero estaba con el celular. Nico decía que le parecía bien lo que hacía el presidente de Independiente con las barras, él decía que las barras tenían que dejar de existir. Enrique decía que para él no, porque la barra es el folclore del fútbol. No discutían, sino hablaban fuerte. Lo escucho a Nico que quería darse un chapuzón a la pileta, yo le dije que no se tire si era al pedo, que se iba a mojar la ropa", añadió.
En un momento dado, afirmó, no lo vieron más y llamaron a su celular. La música del viejo dibujo animado de Hijitus, el ringtone de su teléfono, sonó sobre la mesa en donde habían comido el asado, una contradicción frente a los dichos de Rulet. Así, fueron hasta la pileta por un techo. "Yo me quedo shockeado y pienso: 'No puede ser que se haya muerto'".
El testimonio en el juicio oral de los médicos que vieron el cadáver fue concluyente: el periodista ya estaba muerto cuando lo tiraron a la pileta, muerto a golpes. Los horarios tampoco cerraban, Pacheco falleció tiempo antes de los primeros llamados al 911. Antes de eso, hubo una veintena de comunicaciones de los acusados con familiares y allegados. Parecía que estaban pidiendo ayuda ante un final que se había precipitado.
A los fiscales y los querellantes también les llamó la atención un dato: la extrema limpieza que había en el lugar, después de 20 personas comiendo asado. “Hubo un orden exagerado”, opinó la querella. Además, uno de los acusados se cambió de ropa. Hubo un dato clave, el testimonio de una vecina que, despierta de madrugada, escuchó ruidos. “Eran gritos muy fuertes, parecía una discusión, pero no comprendía lo que decían. Duró muy poco tiempo, y en un momento escuchó el ruido del agua de la pileta, y después silencio”.
La mujer declaró segura de que no eran dos personas, sino “tres o cuatro”, y que la discusión se dirigía hacia una sola persona. “Eso lo dedujo porque escuchó la frase: ‘No, pará, dejalo’”. ”La versión de los acusados es que se tiró, se cayó, se resbaló, le pifió a la pileta, se golpeó y se ahogó, por borracho, porque se tropezó, por lo que fuera. Esta versión tampoco es viable, es desopilante”, dijo la fiscalía.
“Acá nos mintieron desde el principio y tenían motivos: son coautores de homicidio. Respondieron a un plan común. Es indistinto quién lo golpeó, está claro que fue más de uno. Lo que es incuestionable es que a la 1 AM Nicolás estaba vivo y su cuerpo aparece en el fondo de la pileta entre las 6:10 y las 6:30. A las 6:40 es el llamado al 911″, aseguró el fiscal Fabián Céliz. La querella, a cargo del abogado Luis Charró, fue en el mismo sentido. “Todos ellos han contribuido al hecho y a fraguar la escena del crimen, para salir ilesos -afirmó el abogado-. No fue una muerte de igual a igual, o por pelea. Fueron todos contra uno. El cuerpo quedó destrozado, con 51 lesiones”. La fiscalía y la familia pidieron la pena de prisión perpetua por considerar a los acusados coautores de homicidio agravado con alevosía. Los acusados, en tanto, pidieron nulidades y absoluciones. Dijeron que las pruebas no eran suficientes. Uno de ellos reclamó, subsidiariamente, la figura del homicidio en riña.
Para el Tribunal quedó claro que los tres acusados lo mataron. “La versión de los tres acusados resulta absolutamente mentirosa. Lo que declara Rodríguez es literalmente un disparate, y ha quedado perfectamente acreditado que ello no fue así. Que Nicolás Pacheco no se tiró a la pileta, y mucho menos en el horario que pretende ubicarlo Rodríguez, ya no vale la pena ni decirlo. Todas, absolutamente todas las pruebas lo desmienten”, dijo la sentencia. “Si los tres se han hecho eco de la farsesca y estudiada historia que repitieron en forma preparada y coincidente, especialmente en cuanto a los horarios, es porque los tres asumieron la responsabilidad por la muerte de Pacheco. De otra manera quien no participó, quien no fue responsable, habría adoptado una actitud muy distinta”.
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“Hemos tenido un juicio difícil, cerrado. Muchos de ellos, no sabemos si por temor o –peor- por lo que podríamos llamar una ‘fidelidad a la camiseta’, han dicho aparentemente menos de lo que sabían. Insistimos: no sabemos si por temor o por una estúpida fidelidad. Pero ha habido suficiente prueba. Suficiente prueba para el sentido común. No, Nicolás Pacheco no murió por un accidente. Nicolás Pacheco murió fruto de una paliza. Es otra certeza. Y la más importante certeza del más elemental sentido común: Nicolás Pacheco murió en circunstancias en que sólo se encontraban presentes él y –pongámoslo en los términos en que se quiso colocar la situación- sus ‘amigos’ Vaquero, el boxeador y Turu. Antes, durante y después de la muerte de Nicolás Pacheco, estaban sólo ellos cuatro. Nadie más”.
El fallo fue apelado ante la Sala III de la Cámara Nacional de Casación Penal, que ratificó la condena. Una vez más, las defensas apelaron y llegaron en queja ante la Corte Suprema. Los acusados siguieron en libertad, más allá de los planteos de la querella y la fiscalía que insistía en la detención. “La pena impuesta y confirmada resulta ser de extrema gravedad y sin duda constituye una pauta objetiva para presumir que, en caso de adquirir firmeza, los encausados podrían sustraerse de su ejecución”, había planteado el fiscal German Wechsler en la causa. Pero las detenciones no se ordenaron hasta que el jueves pasado los jueces de la Corte Suprema Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti, desestimaron en un párrafo los recursos extraordinarios presentados por sus defensas. “Inadmisibles”, respondieron.
De esta manera, el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal 23 quedó firme. Ese mismo día, Rodríguez se presentó en la comisaría de Avellaneda y quedó arrestado. Horas después, Domínguez Butler también se acercó hasta una seccional de Morón. Faltaba Rulet, que fue arrestado el lunes tras el triunfo de la selección argentina en Qatar.
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