Cayó una banda que secuestró al dueño de una carnicería: el plan criminal se ideó en una cárcel bonaerense

El 23 de noviembre pasado, cerca de las 19, un grupo de secuestradores capturó al dueño de una carnicería del partido bonaerense de Hurlingham en la puerta de su comercio y lo liberó cinco horas más tarde tras cobrar un rescate de 2.000 dólares y 280.000 pesos. La entrega fue pactada con sus familiares, quienes rescataron a la víctima en una parada de colectivo ubicada en Camino de la Ribera Sur y Bariloche, en la localidad de Ingeniero Bugde, partido de Lomas de Zamora.

La familia hizo la denuncia ante la Policía y, al tratarse de un secuestro extorsivo, en el caso comenzó a intervenir el fiscal federal de Hurlingham, Santiago Marquevich, que a su vez es el titular de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (Ufese), y quedó a cargo del Juzgado Federal de Morón N 2, del juez Jorge Rodríguez.

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De esta manera, la Justicia ordenó a los detectives de la DDI de Morón para que dieran con los secuestradores y esta madrugada se concretaron siete allanamientos, dos fueron en distintos pabellones de la Unidad Penitenciaria N 46 de San Martín. En los operativos detuvieron a cinco de los sospechosos de cometer el secuestro: Juan Carlos Farias, alias “Juanchi”, Javier Sebastián Lanchi, Luciano Galarza, alias “Pindula”; a su hijo, Cristian Sebastián y a Juan José López, conocido como “el pelado”. Estos dos últimos se encontraban detenidos en la cárcel de San Martín.

También secuestraron dinero en efectivo en dólares y pesos, armas, celulares, vehículos e indumentaria policial que la banda utilizaba para concretar hechos.

De acuerdo a la información que surge de detectives del caso, el dato para secuestrar al dueño de la carnicería salió del penal de San Martín. Los detenidos Garlarza y López hablaron con Farias para que reúna a un grupo de delincuentes para capturar al comerciante de 66 años —su identidad se mantiene en reserva para resguardarlo—. Así comenzó a tejerse la maniobra delictiva.

De esta forma, la banda secuestró el 23 de noviembre pasado, cerca de las 19, al comerciante sobre la calle Gorriti, del barrio Mitre, de Hurlingham, a pocos metros de su local. Tras capturarlo y subirlo a un vehículo, la víctima fue obligada a llamar por teléfono a sus familiares y les dijo: “Estoy secuestrado, junten la plata”.

Luego, comenzaron las negociaciones con los delincuentes. En un principio pedían cerca de 5 millones, luego se pactó la entrega del hombre por 2.000 dólares y 280.000 pesos. Así, tras más de cinco horas, la víctima fue llevada al cruce de Camino de la Ribera Sur y Bariloche, en la localidad de Ingeniero Bugde. Allí, se concretó la entrega del dinero y el hombre fue liberado. Sin embargo, los que los delincuentes no sabían era que los detectives de la DDI de Morón seguían la secuencia de manera encubierta.

Por eso, tomaron nota del Fiat Siena en el que fue trasladado el comerciante y comenzaron a seguirlo. Luego, comenzaron a develar la trama por detrás del violento episodio. Una vez que los secuestradores escaparon con el dinero, pocas cuadras más adelante, hicieron un cambio de vehículo y continuaron la huida a bordo de un Peugeot 504.

Los detectives los siguieron y comenzaron a investigar a los delincuentes. Primero los identificaron, luego ubicaron sus domicilios. Los tres sospechosos eran Farias, alias “Juanchi”, Lanchi y Galarza padre. De esta manera, les intervinieron las comunicaciones y allí surgió la información de que los cerebros de la maniobra estaban alojados en el penal de San Martín.

De acuerdo a lo que descubrieron los investigadores, en esas cinco horas que estuvo secuestrado, la víctima estuvo retenido en la casa de Farias, en la localidad de Moreno.

Cuando ya recabaron una gran cantidad de pruebas, el fiscal Marquevich solicitó los siete allanamientos que se concretaron esta madrugada y terminaron con la detención de los cinco sospechosos. En los operativos, los detectives encontraron parte de los dólares que la familia de la víctima había entregado para la liberación. También, el Peugeot 504 con el que escaparon luego de la entrega. Además, armas de distintos calibres, municiones y más material de interés para la causa.

Los detenidos quedaron imputados por el delito de secuestro extorsivo y en las próximas horas serán llamados a declarar por el fiscal Marquevich.

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