Victoria Rodríguez, una joven venezolana de 24 años, permanece internada hace más de dos días en el Hospital Fernández en estado de coma y con la ayuda de una máquina para respirar. El motivo, el domingo pasado cayó al vacío desde el cuarto piso de un edificio del barrio porteño de Recoleta, en medio de un contexto que todavía no está del todo claro para los investigadores. Lo que se sabe hasta ahora es que, de alguna forma, la víctima sufrió la caída y que probablemente el causante haya sido un hombre al que ya tienen identificado pero que aún sigue prófugo.
La clave por ahora para comenzar a dilucidar qué ocurrió ese día es el testimonio de otras dos mujeres, también de nacionalidad venezolana, de 22 y 30 años, que estaban encerradas en el baño del departamento en estado de shock y, según revelaron fuentes oficiales a Infobae, se encontraban bajo los efectos de estupefacientes.
Fueron ellas las que le indicaron a los efectivos policiales que ingresaron al departamento del edificio ubicado en la calle Riobamba al 900, que minutos antes del episodio estaba presente en el lugar un hombre de 34 años nacido en Venezuela, al que identificaron como R.G. Pero no fue lo único que revelaron las testigos: el par de jóvenes lo señalaron como un supuesto vendedor de drogas que las tenía amenazadas.
De acuerdo con lo que precisaron las fuentes consultadas por este medio, en este punto se manejan por el momento dos hipótesis de lo ocurrido, siempre basándose en lo que declararon las dos mujeres encerradas en el baño, que según revelaron a Infobae, llevaban al menos cuatro días sin dormir debido al consumo de alguna sustancia.
La primera es que R.G. presuntamente las obligaba a vender droga en contra de su voluntad y que, en ese contexto, ingresó al departamento del cuarto piso para amedrentarlas o seguir forzándolas a trabajar para él. Fue entonces que al verlo, dos de ellas se encerraron en el baño, mientras que Victoria quiso escapar a través de la ventana y luego cayó. Las testigos señalaron que tenían miedo del hombre que las había amenazado telefónicamente y luego se había aparecido en el edificio.
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La otra teoría está relacionada también con la comercialización de estupefacientes. La otra teoría que maneja por estas horas la titular de la Fiscalía Nacional Criminal y Correccional N° 43, Silvana Russi, que investiga el caso, es que el venezolano llegó al departamento para exigirles el pago de un dinero producto de la venta de droga y como no tenían el dinero, las mujeres se asustaron y se desencadenó el hecho. La clave ahora es saber dónde está R.G. y que cuente su versión. De acuerdo con lo que pudo averiguar este medio, es que en las próximas horas podría haber alguna novedad en este sentido.
Según supo Infobae, la paciente permanece internada en el Hospital Fernández en “estado de coma y con ventilación mecánica”. Al ingresar presentaba un traumatismo grave de cráneo, traumatismo maxilofacial grave, neumotórax izquierdo, fractura de ambos antebrazos y fractura de pierna derecha”, señaló el último parte médico emitido por el hospital. También se indicó que le colocaron un catéter para medir la presión intracraneal, se le realizó una estabilización de las fracturas y un drenaje del neumotórax.
Por lo pronto, no hay novedades de su estado de salud.
El dramático hecho ocurrió cerca de las 10.30 de este domingo. Fue descubierto luego de varios llamados al 911, en los que advertían sobre gritos de auxilio por parte de una mujer y la supuesta presencia de un hombre armado en el lugar.
Guiados por un vecino, agentes de la Comisaría Vecinal 2B y personal de Bomberos de la Ciudad subieron hasta el departamento de las jóvenes, del que provenían los gritos. Los policías golpearon la puerta varias veces y, aunque oían voces femeninas provenientes del interior, nadie les abría la puerta. Finalmente, ingresaron a la propiedad por la fuerza y en su interior se encontraron a las dos mujeres de nacionalidad venezolana en estado de shock y bajo los efectos de las drogas.
En ese mismo momento, la situación se tornó todavía más dramática. Empezaron a escuchar gritos desesperados de auxilio provenientes desde el exterior. Mientras aguardaban la llegada de los refuerzos, detectaron que había una mujer colgando de la cornisa del cuarto piso. Segundo después, cayó al vacío hacia la terraza de un primer piso de un edificio lindero. Rápidamente, fue asistida por el SAME y trasladada en grave estado al hospital donde hoy pelea por su vida.
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