El fin de semana largo no dio tregua a la violencia en Rosario. Entre el jueves y el sábado hubo cinco muertes violentas, que elevaron la cifra de homicidios dolosos en el departamento Rosario a 271, según la estadística que elabora el Observatorio de Seguridad Pública. En esos ataques también resultaron heridos de bala un nene de 9 años y una niña de 11.
Los últimos dos asesinatos ocurrieron este sábado y son investigados por el fiscal Alejandro Ferlazzo. El primero ocurrió en inmediaciones de Mendoza al 9000, en el extremo noroeste de la ciudad, a metros del estadio mundialista de hockey. Por los testimonios que recolectó la División de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal, dos sicarios pasaron en una Honda Wave blanca y balearon a Jhon Ayrton Cartazo, de 20 años, que estaba en la calle. Junto a él se encontraba su hermana de 11 años, que sufrió una herida de arma de fuego en el brazo derecho, y su cuñada, de 30 años, que fue trasladada al Hospital Carrasco con disparos en el hombro izquierdo y en la pierna derecha.
Tanto la nena como la mujer estaban fuera de peligro, de acuerdo a las informaciones brindadas desde los lugares de internación.
Te puede interesar: Rosario inviable: dos chicos fueron acribillados de 16 tiros por estar cerca de un joven al que querían matar
A los pocos minutos, pero en la vecina ciudad de Villa Gobernador Gálvez, tuvo lugar otro homicidio. Ocurrió en Liniers al 2000, donde Brian Alexis Ciuffo, de 31 años, recibió tres tiros en el pecho. Testimonios de vecinos señalaron a dos personas que se bajaron de un auto y lo atacaron después de haberle exigido dinero en efectivo, aunque no está claro si se trataba de una previa intimidación por una deuda o de un intento de robo.
Este sábado también fue baleado en la cabeza un hombre de 31 años que estaba acostado en su dormitorio, en Garibaldi al 200, en barrio Tablada, en la zona sur. Su pronóstico era reservado, de acuerdo al parte médico del Heca, donde quedó internado en terapia intensiva.
En otro hecho de repercusión pública de este sábado, dos personas en moto balearon el depósito del Centro Cultural Güemes, situado en barrio Pichincha, uno de las zonas más convocantes de público por su oferta gastronómica y cultural. Lo curioso es que además de disparar ocho tiros, los gatilleros dejaron una nota que decía “Dejen de verduguear a la familia de los presos de Piñero. L.M. (posiblemente alusivo a La Mafia)”. Investigadores policiales barajan la posibilidad de que se hayan equivocado de lugar, ya que a pocos metros de allí funciona una oficina pública provincial, de quien depende la toma de decisiones sobre el Servicio Penitenciario.
Otro de los crímenes ocurrió el viernes pasadas las 15 en Viamonte y México, una de las tantas zonas signadas por la venta de droga al menudeo. En este caso, Nahuel Ezequiel Alfonso, de 20 años, quien fue ejecutado en la vía pública de un disparo en la cabeza y murió en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez. La mecánica informada por el Ministerio Público de la Acusación era poco clara, ya que no daba cuenta de cómo había sido la agresión a partir de que ningún vecino había querido aportar información.
El jueves por la noche, en tanto, fue asesinado de un disparo en el cuello Ricardo Américo Carrizo, de 60 años, en Cepeda al 3700, en Villa Manuelita. Según el relato que hizo una de sus hijas, la causa del demencial homicidio fue que su papá increpó a sicarios que se habían bajado de un auto y estaban por balear un búnker ubicado frente a su casa. “Estábamos tomando mate en la puerta. Mi papá les gritó para que no tiren porque estaba con su nieto y lo mataron a él”, declaró Magalí Carrizo en diálogo con Radio 2.
En la balacera que mató a Ricardo también fue herido en la pierna su nieto de 9 años, a quien intentó proteger, su hija Magalí (un tiro en la pierna izquierda) y su yerno (con un disparo en la pierna derecha).
La primera de las muertes violentas del fin de semana largo ocurrió el jueves pasado por la mañana, cuando murió en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez Matías Vega, un joven indigente de 20 años que fue asesinado de un golpe en la cabeza en el marco de un robo en Cagancha al 3200, en la zona sudoeste.
Vega había sido atacado el 25 de octubre pasado, según la causa que lleva adelante la fiscal Georgina Pairola, con un escombro que impactó en el cráneo y lo dejó malherido. El botín, de acuerdo a la investigación, fue su celular. Por ese homicidio ya fue detenido e imputado Franco Ezequiel Gutiérrez, uno de los presuntos agresores, quien quedó en prisión preventiva efectiva por 120 días.
Seguir leyendo: