Tres hombres fueron asesinados a balazos tras un tiroteo entre dos grupos en una vivienda del partido bonaerense de Campana. Los investigadores sospechan que se trató de un ajuste de cuentas.
El hecho ocurrió minutos antes del mediodía de ayer en una casa ubicada en Pueyrredón al 1.500 del barrio Villanuea, situado a unos 80 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires. Todo comenzó cuando dos de las víctimas, identificadas como Marcelo Fabián Muñoz (36) y su sobrino Rodrigo Velardis (21), estaban en esa vivienda y fueron atacados por otros dos hombres.
”Al menos uno de ellos llegó a bordo de una Volkswagen Suran y tenemos que confirmar si su cómplice llegó desde otro lugar o en ese auto”, dijo a Télam un detective del caso. Tras un tiroteo, uno de los que habían arribado al inmueble, llamado Pablo Daniel Pinea (45), murió casi en el acto al recibir cuatro disparos.
Según las fuentes, Muñoz y Velardis fueron trasladados al hospital municipal San José de Campana con ocho y tres impactos de bala, respectivamente. Durante la tarde de ayer falleció el tío del joven, quien tenía heridas en el abdomen, sus glúteos y un hombro, mientras que esta madrugada murió Velardis como consecuencia de las lesiones sufridas en la zona derecha de la espalda.
El rodado en el que llegó Pinea y posiblemente el otro hombre que escapó tras la disputa, quedó abandonado en la puerta de la casa donde ocurrió el tiroteo. Los investigadores determinaron que el auto de color gris tenía el número de motor y de chasis adulteradas, al igual que las chapas de la patente. Personal de la DDI Zárate-Campana realizó las pericias correspondientes y determinó que hubo unos 20 disparos, pero en el lugar no encontró ningún arma de fuego. Los peritos secuestraron numerosos plomos y proyectiles de calibre 9 milímetros y .380, dijeron las fuentes.
Policía Científica realizó un levantamiento de rastros, planimetría y también encontró dentro de la Suran un cargador de 9 milímetros. ”Son cuatro personas que se enfrentaron adentro de una casa, no tenemos ninguna arma de fuego y por la cantidad de disparos que hubo por lo menos dos tiene que haber habido”, dijo a Télam un detective. Los investigadores ahora procuraban identificar al cómplice de Pinea, que todavía no se pudo determinar si huyó corriendo o a través de otro vehículo.
Además, le tomaron declaraciones testimoniales a los familiares de las víctimas para establecer cuál pudo haber sido el móvil del ataque. Una joven que vive en esa casa aseguró que dos hombres llegaron armados y le preguntaron por su madre, tras lo cual Velardis y Muñoz mantuvieron un forcejeo hasta que a uno de ellos le arrebataron un arma con la que mataron a Pinea.
No obstante, los investigadores continuaban las testimoniales porque había algunas inconsistencias en sus relatos.
En tanto, Pinea purgó una condena de 8 años de prisión por robo y Muñoz también tenía antecedentes por el mismo delito y amenazas agravadas, por lo que la principal hipótesis es que se trató de un ajuste de cuentas. El hecho es investigado por la fiscal Ana Laura Brizuela, a cargo de la UFI N 2 del Departamento Judicial Zárate-Campana.
La funcionaria judicial dispuso que se realicen las autopsias correspondientes y una serie de medidas tendientes a dilucidar la mecánica del tiroteo.
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