Dos hermanos fueron encontrados hoy muertos en una vivienda del partido bonaerense de Tres de Febrero. Por estas horas se aguardaba el resultado de la autopsia para determinar la casuas de las muertes.
El hallazgo ocurrió esta tarde en una casa situada en el barrio Puerta 8, el lugar donde en febrero pasado murieron 24 personas y hubo más de 80 intoxicados por la cocaína cortada con carfentanilo.
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Todo comenzó tras la denuncia de los vecinos del barrio que relataron que hacía cinco meses no veían a los hermanos, cuyos cuerpos fueron hallados en avanzado estado de descomposición.
La fiscal Gabriela Disnan, a cargo de la UFI 5 del Departamento Judicial San Martín, ordenó que se realicen las pericias correspondientes en el lugar.
Según las fuentes, el personal policial tuvo que ingresar por la fuerza, ya que la puerta estaba cerrada por dentro.
En principio, los investigadores no creen que se haya tratado de una muerte violenta, aunque en las próximas horas se realizará las autopsias para establecer fehacientemente las causas de los decesos.
Pocos días atrás ocurrió un hecho similar, dos hermanos fueron hallados muertos en un departamento del barrio porteño de Villa Pueyrredón y los investigadores sospechan, a partir de la escena con la que se encontraron hoy en el lugar, que pudieron haber sido víctimas de un doble crimen: la puerta de la vivienda estaba sin llave y en el interior había desorden, faltaban los teléfonos celulares de ambos y uno de ellos tenía su rostro cubierto con una remera. Los cuerpos, por otra parte, presentaban un estado avanzado de putrefacción.
Según informaron fuentes policiales a Infobae, el hallazgo se produjo en un departamento de un complejo ubicado sobre la calle El Gaucho al 5900, en el barrio General San Martín. Los hermanos fueron identificados como Marcelo Fernando Grosso, de 56 años, jubilado que trabajaba como motorman de subte, y Mónica Cristina Grosso, de 63, quien tenía domicilio registrado en el partido bonaerense de Moreno.
Un efectivo de la Comisaría Vecinal 12-B de la Policía de la Ciudad se acercó hasta allí después de que un vecino de la zona, preocupado, llamara al 911 porque en la casa de Grosso no respondían los llamados. Al llegar, como nadie atendía la puerta, el policía abrió una persiana y vio el cadáver de la mujer. Decidió entonces ingresar al domicilio y advirtió que la puerta no estaba cerrada con llave.
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