El cuerpo que fue encontrado calcinado el 11 de octubre pasado en el interior del Chevrolet Aveo abandonado, y luego prendido fuego en el barrio porteño de Balvanera, pertenecía a una mujer que había desaparecido un día antes. Por el homicidio continúa detenido el hijo de la dueña del vehículo, Iván David Medici (40), quien le confesó a un familiar que él había iniciado el incendio del auto cansado de que lo vandalizaran personas en situación de calle.
La víctima, según reveló la agencia de noticias Télam, se llamaba Graciela Inés Torrilla (41) y fue identificada tras un cotejo de ADN, luego de una investigación del Departamento de Búsquedas de Personas de la Policía de la Ciudad, que comenzó el 18 de octubre, tras la denuncia del hermano de Torrilla, quien contó que la mujer había desaparecido el 10 de ese mes luego de retirarse de su casa en Bartolomé Mitre al 4.000, donde convivía con sus padres y sus dos hijos de 14 y 17 años, sin decirles al lugar al que se dirigía.
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Tras escuchar el testimonio del hombre, la División Personas Extraviadas realizó un análisis de las grabaciones de cámaras de seguridad privadas, de las obtenidas por el personal de la División Extracción y Análisis de Imágenes (CMU) y también de los videos aportados por la División Homicidios.
Con esos datos, los investigadores lograron un seguimiento de Torrilla, que se encontraba acompañada por un hombre, hasta ubicarla próxima al Chevrolet Aveo incendiado un día después de que ella saliera de su domicilio.
Ese 11 de octubre, alrededor de la 1, una dotación de los Bomberos de la Policía de la Ciudad acudió a la calle 24 de Noviembre al 100 por el incendio en un auto estacionado en esa cuadra. Al llegar al lugar, los bomberos apagaron el fuego en un Chevrolet Aveo, en cuyo interior, más precisamente en el asiento delantero del acompañante, encontraron a una mujer calcinada.
La propietaria del vehículo incendiado les dijo a los oficiales de la Comisaría vecinal 3A de la Policía de la Ciudad que hacía tres días el rodado venía siendo vandalizado, y que le habían sustraído la batería y le habían roto cristales.
“Estaba abandonado hace unos meses. Desde el Gobierno de la Ciudad a estos autos le pegamos un sticker y se le avisa a los dueños para que tomen cartas en el asunto. Son vandalizados y algunos indigentes los usan para dormir, otros para consumir. Alertamos a los dueños y si no los levantamos”, señaló en su momento sobre el auto el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro.
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Al ver en llamas su auto, la testigo salió a la calle a intentar apagar el fuego y a ayudar a la persona que había adentro, pero terminó atendida por personal del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME) por inhalación de humo y luego trasladada preventivamente al hospital Ramos Mejía.
La investigación quedó en manos de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 21, a cargo de Carlos Vasser y de la Jueza de Instrucción 15 del mismo fuero, Karina Zucconi, quien a las pocas horas ordenó la detención de Medici.
El acusado, Iván David Medici, es el hijo de la dueña del auto. Según la investigación, regresó alcoholizado a su casa y le dijo a su mujer que había prendido fuego el auto de su madre, harto de que lo ocupen, dañen o le roben elementos personas en situación de calle.
La detención se concretó esa misma mañana por agentes de Policía de la Ciudad en un departamento del primer piso de un edificio situado en la calle Hipólito Yrigoyen 3.221, a la vuelta de la cuadra donde vive su madre y de donde se incendió el auto Chevrolet Aveo.
En el domicilio, la Policía también realizó un allanamiento y secuestró diversos elementos de interés para la causa, entre ellos prendas de vestir y una botella de alcohol. Medici, quedó detenido a disposición de la jueza Zucconi, imputado por “homicidio”.
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