Comienza el juicio a la “envenenadora de Guaymallén”: la acusan de matar a su pareja y a su hijastro con anticongelante para autos

La Justicia sospecha que Karen Oviedo cometió ambos crímenes en 2019 y 2021. La juzgará un jurado popular.

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Karen Leylen Oviedo y su
Karen Leylen Oviedo y su pareja, Rolando Ángel Aquino, antes del crimen

Rolando Aquino comenzó a vomitar violentamente y se desmayó a las 15 del domingo 7 de febrero del año pasado en el living de su casa en Guaymallén, en Mendoza. Poco después, una ambulancia aceleró para asistir al almacenero de 35 años. Lo encontraron tendido en el suelo, inconsciente. Cuando los médicos llegaron, fueron recibidos por una mujer que se presentó como Karen Oviedo. Dijo ser la esposa de Aquino. No se mostró desesperada por la situación, se la veía bastante tranquila. A los pocos segundos, el hombre fue trasladado de urgencia al hospital de la zona, pero fue en vano: murió a los dos días. Los médicos informaron que la causa de muerte fue una intoxicación severa por una sustancia extraña.

Ante el diagnóstico poco habitual, la Justicia se interesó y realizó una autopsia. El resultado sorprendió a todos: Aquino tenía en su organismo restos de una sustancia química llamada etilenglicol. Es, básicamente, anticongelante para autos. ¿Cómo había llegado esa sustancia al cuerpo de la víctima? Los investigadores sospechan que se lo suministró, adrede, su esposa Karen Oviedo. Pero no es la única acusación. Hay una más grave todavía. Creen que la mujer asesinó de la misma manera a Elián, el hijo de su pareja, de sólo 9 años, en 2019.

Desde hoy, Oviedo será juzgada en un juicio por jurados acusada de doble homicidio agravado. La pena que puede recibir es de perpetua. La fiscalía, encabezada por la doctora Claudia Ríos, considera que las pruebas son abrumadoras.

Infobae accedió a los documentos que serán ventilados desde hoy y que complican a la acusada.

Karen Oviedo antes de ser
Karen Oviedo antes de ser detenida

Luego de que la fiscal Ríos recibió los resultados la autopsia de Rolando Aquino, comenzó a investigar formalmente un homicidio. Una de las primeras medidas fue la de tomarle declaración a Karen, la esposa del almacenero. Su testimonio fue endeble. “Dijo que su marido se sentía mal hacía varios días y que estaba tomando un medicamento por unas manchas en la piel. Cuando le pedimos que nos diga qué medicamento, no supo especificarlo y cuando le solicitamos que entregue el frasco dijo que la empleada domestica lo había tirado”, rememora una fuente de la investigación.

Ante esto, los investigadores optaron por citar a la empleada doméstica de la pareja. Su declaración complicó severamente a Oviedo. La mujer dijo que había visto cómo Karen mezclaba una sustancia en el jugo de naranja que le daba a su marido. También recordó que el hombre se negaba a tomarlo, pero la mujer insistía hasta que lo convencía.

Con estos datos, y con las sospechas creciendo sobre la cabeza de Karen Oviedo, la fiscal Rios ordenó un allanamiento en la casa donde vivían los dos juntos. Efectivamente encontraron una botella semi vacía de líquido anticongelante para vehículos. Pero no fue lo único. En el procedimiento le secuestraron el teléfono a la mujer y una rápida inspección determinó cuales habían sido las últimas búsquedas en Google.

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Oviedo se mostraba en fotos
Oviedo se mostraba en fotos enamorada de su esposo. Juntos eran dueños de un almacen.

“Cuál es el veneno más mortal”, “cómo matar con veneno” y “cómo borrar el historial de búsqueda”, fueron los tres tópicos que Oviedo, según la pericia a su teléfono, le consultó al buscador más importante del mundo en la previa a la muerte de su marido. No fue lo único que se encontró en el celular. En los archivos de las compras de Mercado Libre aparece, justamente, la adquisición de una botella de anticongelante.

Estos elementos alcanzaron para que la fiscal dispusiera de la detención de Karen Oviedo acusada de envenenar a su marido. Pero el caso no terminó ahí. Había más para investigar y eso conllevaba mucho horror.

La ex esposa del hombre muerto y otros familiares, contaron a la Justicia que Rolando Aquino estaba sumido en una importante depresión y que tenía distintos problemas de salud debido a una perdida que había sufrido en 2019. Su hijo Elian, de sólo 9 años, había muerto de manera sumamente repentina.

El 7 de julio del 2019, el pequeño Elian fue llevado por su padre y su madrastra al hospital porque se había descompensado. El menor ingresó en terapia intensiva donde agonizó y finalmente murió el 12 de ese mes. Los médicos informaron que la causa de muerte fue por una intoxicación de “fase 3″, es decir, aguda. En ese caso, evidentemente, no se hizo una autopsia y el cuerpo del chico fue enterrado en un cementerio privado.

“Variosfamiliares que recordaron que Karen Oviedo quería cremar el cuerpo del nene, pero su madre biológica se impuso en su deseo de enterrarlo para poder llevarle una flor”, recuerda un investigador.

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Elián tenía 9 años cuando
Elián tenía 9 años cuando murió. La justicia sospecha que fue asesinado por la esposa de su padre.

Lo cierto, es que, ante la muerte de Rolando Aquino, la Justicia ordenó que se haga un nuevo análisis minucioso en la historia clínica del chico. Esos resultados llegaron a la fiscalía en junio de este año. Las sospechas se convirtieron en certezas.

Los peritos determinaron que el cuadro de la muerte era compatible con la intoxicación por ingesta de metanol o etilenglicol, es decir, lo mismo que su padre.

Con este panorama, en la mañana de hoy comenzó el juicio por jurados. Fue elección de la propia imputada la de ser juzgada por 12 personas ajenas totalmente al derecho. La estrategia de defensa que planteará su abogado Luis Torres será, llamativamente, algo asi como que Rolando Oviedo se suicidó tomando liquido anticongelante en gotas. Con respecto a las búsquedas en Google dirán que el hombre era el que manejaba el teléfono de su mujer y en cuanto a la muerte del pequeño Elian, asegurarán que la mujer no tuvo nada que ver.

Para la fiscalía la imputación es la de doble homicidio agravado por ensañamiento, alevosía, vinculo y por haberse cometido por un procedimiento insidioso. Por lejos, una carátula que prevé una prisión perpetua.

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