En los últimos años, Telegram se convirtió en un nodo para actividades clandestinas en Argentina. Su opción de grupos, y la facilidad para encontrarlos con un buscador, agrupa a delincuentes y clientes llevados allí por el halo de secreto del programa, que se pretende mucho más seguro e inviolable que WhatsApp. Los nombres de estos grupos no suelen ser muy imaginativos. Uno los busca y allí están. Hay vendedores de drogas sintéticas que postean sus listas y entregan en bicicleta, vendedores de marihuana premium, cocaína rosa o blanca. Hay pornografía infantil de todo tipo. También hay opciones educativas.
En grupos como “Negocios de Fe”, se ofrecen los llamados “métodos”, instructivos para engañar a gigantes como Netflix, Mercado Libre y OnlyFans, para obtener cuentas y contenido gratis, con esquemas basados generalmente en el fraude de tarjetas. También, se ofrecen trucos para obtener efectivo de aplicaciones como Brubank, o helado gratis de Grido. Hay más empresas a las que apuntan: eBay, Nike, Amazon. Otro profesor enseña a “vaciar sin token” a cualquier cuenta del banco ICBC. Tienen un rango de precios amplio. Aprender a desfalcar al ICBC. por ejemplo, cuesta unos diez mil pesos. Los métodos de pago son sencillos: Paypal, transferencia por Bitcoin, o transferencias bancarias de cualquier tipo.
Las lecciones son simples, se entregan en documentos con instrucciones paso a paso. El docente, por llamarlo de alguna forma, incluso ofrece su contacto de WhatsApp para cualquier duda en el proceso. “Este curso se dicta de manera privada, cuenta con un único profesor”, anuncia una oferta. El trucho va mucho más allá. Otro curso se ofrece para formar a expertos en carding, en fraudes de tarjeta de crédito. Engañar a Netflix, por ejemplo, se enseña en seis pasos sencillos. El truco comienza con la compra de gift cards en Colombia, para luego aplicar cambios de IP con un dispositivo VPN.
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Hay instructivos más profundos. Un PDF de 50 páginas en venta en un grupo enseña cómo protegerse para que no te descubran, límites de gasto, todo basado en el fraude de tarjetas. Los “métodos” son populares. Hay posteos ávidos en los grupos, usuarios que preguntan. “Negocios de fe” llegó a acumular más de 1200 miembros en la aplicación telefónica. Hoy, todo este mundo comienza a desmoronarse.
En el último año, tras una causa por ciberestafas que terminó con cinco detenidos en 2021, el fiscal Alejandro Musso, de la UFI Vicente Lópéz Oeste, comenzó un patrullaje dentro de Telegram para infiltrar a estos grupos. Hoy, en el expediente bajo la calificación de una asociación ilícita dedicada a las estafas, hay 16 imputados, cuatro de ellos presos y con prisión preventiva, más un prófugo, un capo que se hace llamar “El Inallanable”, burlando a la Justicia. Entre los detenidos se encuentra Daniel Cruzado, oriundo de Perú, supuestamente un especialista en el armado de cuentas truchas de Uber.
Los grupos tienen su lógica basada en su propia cadena alimenticia. Solo pueden vender sus métodos los autorizados por sus administradores. Hacerlo sin la bendición correspondiente expone a los atrevidos a venganzas online. Hay, incluso, miembros que se dedican a cazar y exponer a los nuevos.
“Las detenciones fueron como patear un hormiguero”, afirma un investigador clave en el caso: “Los grandes se están escondiendo, pero se están reorganizando”.
A fines de octubre último, trece fiscales -entre ellos Musso- ordenaron 62 redadas a la Policía Bonaerense en un golpe coordinado por el Ministerio Público Fiscal de la provincia de Buenos Aires contra diversos grupos dedicados a las estafas online, cuenteros y sopladatos dedicados a desvalijar cuentas bancarias y apoderarse de perfiles de WhatsApp, jugadores del delito de mayor crecimiento en la Argentina en los últimos años. Ocurrió este miércoles y hubo 11 detenidos con pedido de captura previo, 18 aprehendidos, con la intervención de la Secretaria de Política Criminal de la Procuración.
Se calcula que los imputados, varios grupos sin relación entre sí, provocaron un daño mayor a 50 millones de pesos. Cayeron en Junín, La Plata, Pergamino, Trenque Lauquen, Necochea. Los presos también juegan. Cuatro cárceles provinciales fueron allanadas. Se encontraron cosas interesantes en los procedimientos, como una granja de placas para minar criptomonedas, una figura que se repite cada vez más en el hampa.
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