Brandon Marcial Folken, un joven rosarino de 26 años, empleado de una constructora, fue arrestado a comienzos de mayo de este año por la Unidad Operativa de Rosario de la PFA, tras una investigación de la división Delitos Tecnológicos de la misma fuerza. Lo acusaban de intentar llevar a cabo una idea ciertamente perversa, la supuesta venta de una bebé.
Había ofrecido a la niña en un grupo local de Facebook dedicado a la compra y venta de artículos de infantes. Supuestamente, según él mismo, la daba en adopción para “no abortar”. Pedía dinero, según la acusación en su contra, con un adelanto de al menos 50 mil pesos. “Después hablamos”, aseguraba. Los propios miembros del grupo lo denunciaron.
Esta semana, el fiscal federal rosarino Martín Gambacorta le solicitó al titular del Juzgado Federal N°3 de esa jurisdicción, Carlos Vera Barros, la elevación a juicio de Brandon por el delito de supresión del estado civil de una persona menor de edad en grado de tentativa.
Brandon nlaboró un personaje para montar la mentira: se presentaba en la red social como “Yaty, El Brujo”, un especialista en rituales de amarres para atraer al ser amado. Incluso posteaba su número de WhatsApp, para que le escriban clientes en búsqueda de servicios espirituales. Publicaba fotos de ceremonias, velas rojas encendidas, la imagen de un hombre sosteniendo un cráneo humano.
Brandon, para empezar, nunca había sido brujo de nada, entre otras mentiras.
De acuerdo a la denuncia en su contra realizada por personas que vieron los posteos, “Yati, El Brujo” agregaba que la persona interesada debía comunicarse con él por chat privado para luego concretar una transferencia bancaria a modo de adelanto. Una vez que alguien se comunicaba, exhibía el certificado de nacimiento de la hija, firmado en el hospital Eva Perón de Granadero Baigorria.
La Policía Federal descubrió que había una bebé realmente, Folken era padre de una criatura de pocos meses. La madre era una menor de edad, de 16 años. El falso brujo es mucho mayor que ella, tiene 26.
Folken, a pesar de su esfuerzo por mentir, cometió un error crucial: la dirección de su perfil de Facebook incluía su verdadero nombre. Así, fueron por él, con una causa a cargo del Juzgado Federal N°3, subrogado por Marcelo Bailaque.
Brandon fue detenido en Baigorria y Luzuriaga, en el barrio Nuevo Alberdi de la zona norte de Rosario, ya que no había sido encontrado en su otro domicilio de Valparaíso al 2500, en el distrito oeste. Junto a él fue detenida su novia, de 16 años.
Para los investigadores del caso, por lo pronto, no habría una intención real de vender a la bebé, que se encontró en buen estado y se la considera fuera de peligro. “El caso fue tomado en un principio como una situación de una bebé en riesgo”, afirmaba un detective vinculado al expediente al principio del caso. “Al final, se amparaba en algo sencillo. Nadie lo denunciaría, equivaldría a reconocer que uno intentó comprar a la bebé”.
Sin embargo, de acuerdo a un comunicado oficial de la Procuración, Brandon supuestamente le sugirió a una persona que lo contactó “que tenía los certificados de inscripción de la niña en blanco, es decir, sin completar el nombre de sus progenitores”.
Según fuentes del caso, nunca llegó a cobrar el dinero.
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