Ramón Rosa Lescano, hasta ahora, el único detenido por el femicidio de Susana Cáceres —la mujer que estuvo desaparecida durante 10 días y encontrada sin vida a la vera de una colectora en Ituzaingó, en la provincia de Buenos Aires— fue indagado esta tarde por la fiscal que interviene en el caso y aseguró que no participó del crimen. Además, brindó detalles sobre su aparición en un video que lo vincula con el lugar en el que fue encontrado el cuerpo de la víctima.
Vale recordar que el cadáver de Cáceres registraba múltiples puñaladas, golpes y signos de abuso, según informó la autopsia. El sospechoso, a su vez, había sido arrestado este último martes en su casa de Bella Vista y, tras colocarle las esposas, los detectives comenzaron a registrar la vivienda en busca de pruebas. Así encontraron tres cuchillos caseros escondidos entre su ropa.
En un principio, el hallazgo encendió las alarmas de los efectivos y pensaron que los cuchillos podían estar de alguna manera vinculados al crimen. Sin embargo, en las últimas horas, un investigador clave del caso lo desestimó: “No creemos que esos cuchillos sean el arma homicida, pero en estos momentos tenemos que evaluar todo el material que encontramos”.
Esta tarde, ante la fiscal a cargo del caso, Luisa Pontecorvo, titular de la UFI N 3 de Moreno, Ramón Rosa Lescano aseguró que no participó del crimen. Luego, en relación a su aparición en el video que lo vincula con el lugar en el que fue encontrado el cuepro, reveló que “tuvo un desperfecto mecánico con el vehículo, por eso se detuvo en el lugar de la filmación”. Por último, señaló que se encontraba solo dentro de la camioneta.
Los investigadores habían llegado a Rosa Lescano tras identificar una camioneta Renault Duster en las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de la zona donde fue hallado el cuerpo de Cáceres, a siete días de ser encontrada. Gracias a la información de la data de muerte que reveló el resultado de la autopsia, revisaron las cámaras y allí apareció la camioneta del sospechoso. La Renault Duster fue incautada en el allanamiento. Al contrario de los cuchillos, se sospecha que tendría manchas de sangre. Si ese dato se confirma, podrían ser cotejadas con el ADN de la víctima. El de la camioneta es, por ahora, el único posible rastro hemático en la causa.
Pontecorvo imputó al sospechoso por el delito de homicidio agravado —criminis causae—, por haber sido ejecutado por un hombre contra una mujer mediando violencia de género y por su comisión con ensañamiento, abuso sexual con acceso carnal agravado por ser cometido por dos o más personas y por el uso de arma y resultar la muerte de la persona y robo agravado por el uso de arma.
Según las fuentes del expediente, las cámaras registraron que esa camioneta, con tres personas a bordo, se detuvo a la 1:10 de la madrugada y permaneció por cuarenta minutos a la vera del camino del Buen Ayre, en la costa del río Reconquista, en Ituzaingó. Los investigadores presumen que fue el momento en el que descartaron el cadáver de Cáceres.
En este sentido, los detectives creen que no fue el único involucrado en el crimen. Sospechan que el hombre tuvo cómplices, que no actuó solo, más allá de que en su declaración aseguró que en el lugar no estuvo acompañado. De todas maneras, por estas horas, buscan pruebas para dar con ellos. Se desconoce totalmente quiénes son. También, se desconoce qué vinculación tiene Lescano con la víctima.
Rosa Lescano, de 36 años y ex empleado de una empresa de Don Torcuato, permanecerá encerrado en un calabozo y, según precisaron fuentes del caso a este medio, se solicitó la conversión de su aprehensión en detención.
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