Un hombre de 41 años fue asesinado de dos balazos, uno de ellos en la cabeza, cuando fue con su hijastro de 15 a entregar un dinero por la compra de un auto. Allí, las personas con las que se encontró lo hicieron subir a un auto, se lo llevaron, lo mataron y luego abandonaron su cuerpo en un descampado de la ciudad de Córdoba. Hay un detenido por el crimen, pero se busca a más sospechosos
La víctima fue identificada como Carlos Dángelo, quien ayer, fue con su hijastro a un estacionamiento de barrio Alto Verde, de la capital provincial, para reunirse con unas personas a las que debía entregarles un dinero por la compra de un automóvil.
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Según las primeras informaciones, en ese lugar, las personas con las que se reunió le pidieron a Dángelo que subiera a un automóvil Citroën C4, con el que se fueron del lugar, mientras que su hijastro se quedó esperando que regresara.
Fuentes policiales sostuvieron que horas después, un llamado a la policía alertó sobre la presencia de un cuerpo en un descampado de la calle Los Polacos al 7900, en el barrio los Boulevares.
En el lugar, los detectives constaron que se trataba de Dángelo, quien estaba muerto con un disparo en la cabeza y otro en una de las piernas. Poco después, el vehículo Citroën C4, en el que habían trasladado a la víctima, fue encontrado incendiado en el barrio Nuevo Argüello, informó la policía.
El fiscal a cargo de la causa, Juan Pablo Klinger, ordenó la detención de un sospechoso de 30 años y busca a otras personas que serían parte del grupo implicado en el hecho.
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Pocos días atrás, también en Córdoba ocurrió un feroz crimen, cuando encontraron el cadáver de Ramón Maldonado, de 68 años, un remisero de la localidad de James Craik, ubicado en el departamento Tercero Arriba, de esa provincia. Salió en un viaje el 23 de octubre pasado y lo encontraron al otro día: su cuerpo apareció en un camino rural entre la ciudad de Oliva y Pampayasta. Lo habían asesinado. Por el crimen hay tres adolescentes de 13, 14 y 17 años detenidos.
Los acusados del crimen de Ramón fueron arrestados en la localidad de Pozo del Agua, en la provincia de Santiago del Estero, luego de que chocaran la Renault Kangoo blanca que usaba el remisero para trabajar, y que le robaron. Tras embestir el vehículo contra una propiedad, intentaron huir, pero no llegaron muy lejos: los atrapó la policía santiagueña.
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