La forma era llamativa, pero como la fachada era un kiosco, el escondite tenía sentido. Cayó una banda que vendía cocaína escondida en sobres de caramelos Alka de menta. En los allanamientos realizados por la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas de la Bonaerense detuvieron a tres miembros de la organización que operaba en el barrio San Jorge, en la localidad de San Fernando.
En los operativos para desbaratar a la banda, ordenados por el fiscal Eduardo Rodríguez, titular de la UFI de Drogas de San Isidro, los policías secuestraron 430 gramos de cocaína envuelta en los supuestos caramelos, 2.500 gramos de marihuana, 25.000 pesos, un revólver calibre .32 largo, municiones y elementos de corte de estupefacientes.
Por su parte, los detenidos identificados como Micaela Pavón, de 27 años, Natalia Domínguez, de 46, y Luis Ángel García, de 39, quedaron a cargo del fiscal Rodríguez, quien los imputó por el delito de venta de drogas.
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Según informaron fuentes del caso a Infobae, la investigación contra la banda comenzó con una denuncia anónima. Desde ese momento, los detectives comenzaron a prestarle atención el kiosco desde donde salían los caramelos con cocaína.
En un principio se realizaron tareas de vigilancia para corroborar que allí había movimientos poco comunes para un comercio de ese estilo.
Las sospechas se transformaron en certezas debido a la hora en que el kiosco permeancia abierto. Luego, agentes de encubierto se acercaron al lugar para comprar drogas. En ese momento, se descubrió el modus operandi de la banda. Un caramelo de cocaína tenía un costo de mil pesos, indicaron fuentes de la investigación a este medio.
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De esta forma, el fiscal Rodríguez ordenó a la delegación de Drogas Ilícitas de San Isidro, quienes hicieron la investigación, que allanara el kiosco y un domicilio donde vivía uno de los sospechosos. Así, detuvieron a dos miembros mientras se encontraban en pleno comercio de drogas, y al otro en su vivienda.
Pocos días atrás, cayó Silvia Insaurralde, de 35 años, oriunda de Perú, y conocida como “La Peruana”. Según la acusación en su contra, Insaurralde controlaba gran parte del narcomenudeo en el barrio El Campanario, ubicado en la localidad bonaerense de Llavallol, partido de Lomas de Zamora.
La mujer, que en los registros aparece como beneficiaría de una asignación universal por hijo, era la jefa de una banda narco que operaba en el lugar y fue desbaratada tras varios allanamientos realizados por la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas de la Bonaerense.
En los operativos, ordenados por el fiscal Esteban Barriel, titular de la UFI N°14 de Lomas de Zamora, se logró arrestar a Insaurralde, a su hija Valentina, de 18 años, y a siete miembros más de la organización criminal que, supuestamente, estaban bajo las órdenes de “La Peruana”.
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