Por segunda vez, condenaron por violencia de género al ex golfista ‘Pato’ Cabrera

El ganador del US Open 2007 y del Masters de Augusta en 2009 llegó al juicio tras permanecer detenido en el penal de Bouwer desde el año pasado

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Antes de la sentencia y de confesar su accionar violento, Cabrera dijo: "Muchos dicen que la cárcel es mala, pero no es así; a mí la cárcel me hizo bien"
Antes de la sentencia y de confesar su accionar violento, Cabrera dijo: "Muchos dicen que la cárcel es mala, pero no es así; a mí la cárcel me hizo bien"

“Muchos dicen que la cárcel es mala, pero no es así; a mí la cárcel me hizo bien”, con esta frase, y antes de confesar su accionar violento, Ángel “Pato” Cabrera enfrentó una sentencia de dos años y cuatro meses de prisión por violencia de género. El ex golfista se pronunció en el marco de un juicio abreviado en el que reconoció los cargos por los que se lo acusa por ‘lesiones leves’ contra su expareja, que se suma a otra condena que cumple con prisión de dos años por violencia contra la mujer.

Así se pronunció el deportista en la audiencia que tuvo lugar en la Cámara 8ª del Crimen, presidida por el vocal unipersonal Juan Manuel Ugarte. En el proceso las partes acordaron un reconocimiento de los hechos por parte del acusado contra Cecilia Torres Mana, una de las dos denunciantes en su contra, ambas exparejas. Esto posibilitó una reducción de la pena y que finalmente el juez avaló que sea de dos años y cuatro meses efectivos.

El ganador del US Open 2007 y del Masters de Augusta en 2009 llegó al juicio tras permanecer detenido en el penal de Bouwer desde el año pasado. En aquel entonces fue juzgado en el juicio por el que resultó responsable de cometer ‘lesiones agravadas y hurto simple’ contra su expareja.

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El ex ganador del US Open 2007  (EFE/ERIK S. LESSER/Archivo)
El ex ganador del US Open 2007 (EFE/ERIK S. LESSER/Archivo)

El proceso se vivió con polémica ya que, aunque Cabrera había sido extraditado a Córdoba con anterioridad a la fecha de la condena, el deportista no volvía del exterior ante el requerimiento de la Justicia. Previamente, el 20 de julio de 2020, Cabera había viajado sin autorización judicial desde su domicilio en la localidad cordobesa de Villa Allende hacia los Estados Unidos para participar de un torneo de golf.

La Justicia advirtió la ausencia dos semanas después, a poco de establecer la fecha para el primer juicio y a escasos días de nuevas denuncias presentadas por su expareja, lo que motivó que se pidiera su captura internacional, que se pudo concretar el 14 de enero de 2021 en Río de Janeiro (Brasil).

Fue entonces que, el 12 de junio de ese año, el golfista llegó extraditado a Córdoba y fue alojado en calidad de detenido en el penal de Bouwer, donde permanece desde entonces, ya con dos condenas contra su persona.

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Así era escoltado por agente de Interpol cuando se había dictado su extradición al país
Así era escoltado por agente de Interpol cuando se había dictado su extradición al país

Su vida en la cárcel

La particular frase con la que recibió la sentencia hace referencia a sus días en la cárcel. En la diaria pasa su tiempo en un pabellón común del penal mencionado, donde fue visitado por sus hermanos, algunos de sus hijos y por su nueva pareja.

En ese espacio, está acompañado por otros reclusos que están catalogados internamente como de baja peligrosidad, ajenos por completo a la violencia. ‘Ladrones de guante blanco’, así se denomina a los restantes delincuentes, quienes están detenidos por delitos económicos. El golfista es de los pocos que está en ese lugar con una causa relacionada a la violencia física.

En aquel momento, a pocos meses de la condena, su abogado explicaba: “Cabrera no tiene ningún tipo de privilegio. Está en un pabellón común conociendo a quienes son sus nuevos compañeros. No requirió que se le lleva nada extraordinario porque en la cárcel le proveen todo lo que necesita”.

La cárcel de Bouwer es un complejo penitenciario dividido en cuatro módulos, compuestos por pabellones y celdas individuales, que alberga a detenidos procesados y condenados, como Cabrera. Según los expertos, tiene una distribución y un sistema similar al del Complejo Penitenciario de Ezeiza.

Llama la atención el cambio de postura del golfista, ya que a mediados del año pasado, días antes del juicio, destacaba. “Voy a demostrar que soy totalmente inocente”, decía Cabrera. Al mismo tiempo agregaba: “Somos humanos y todos cometemos errores, me pasó a mí también. Confío en la Justicia, en mi abogado y en mí para revertir esta situación”.

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