Seis ladrones que integraban una banda dedicada al robo de casas fueron capturados en los últimos días por agentes de la Policía de la Ciudad en el marco de un operativo que incluyó de 16 allanamientos en distintos barrios porteños, el Conurbano bonaerense y en La Plata. Los procedimientos fueron ordenados por el Juzgado N°4, a cargo de Martín Yadarola: el presunto líder de la organización delictiva es Horacio Churivel, “El Churi”, un secuestrador condenado a 31 años de prisión y alojado en el penal de Ezeiza.
La investigación, que duró cuatro meses, comenzó en junio pasado, cuando un grupo de ladrones llevaron a cabo una violenta entradera en una casa del barrio porteño de Saavedra: ingresaron armados, retuvieron a los moradores, los amenazaron y huyeron con dinero en efectivo y objetos de valor.
En ese momento, la causa quedó a cargo de la Fiscalía en lo Criminal y Correccional del Distrito Saavedra-Núñez, que delegó la investigación en la División Robos y Hurtos de la Policía de la Ciudad. En esa primera instancia, la División Análisis y Extracción de Imágenes de la fuerza porteña analizó las filmaciones de las cámaras de seguridad y logró identificar la patente del auto en el que se fugaron los detenidos. Luego, localizaron ese vehículo en el barrio de La Boca.
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De esta forma, comenzó un seguimiento de las personas que utilizaban habitualmente ese auto, y en simultáneo el análisis de sus movimientos y conversaciones telefónicas, que fueron intervenidas con autorización del juez Yadarola del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°4. Así, los investigadores dieron con sus domicilios y el del búnker donde almacenaban los elementos utilizados para los robos y el botín.
En esa investigación, los detectives lograron bosquejar a grandes rasgos el modus operandi de la banda: los ladrones planificaban los robos y, luego de cometerlos, “perdían el rastro”, ya que usaban teléfonos alternativos con chips genéricos, que utilizaban solamente para cada hecho en particular.
Además, los integrantes de la banda usaban vestimenta similar a la policial para llevar adelante los robos y la guardaban en una casa en Sarandí, en el partido bonaerense de Avellaneda.
Ahí, uno de los miembros organizaba la logística criminal de los robos y luego rendía cuentas al verdadero líder “El Churi”, de 38 años.
Chuliver está encarcelado con una condena a 31 años de prisión dictada en 2018 por cuatro secuestros extorsivos agravados por el número de intervinientes, el empleo de armas de fuego, la obtención de rescates y en perjuicio de una niña. También por una tentativa de homicidio agravado contra policías. La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal confirmó su pena en 2021.
Desde su celda en el Pabellón F del penal de Ezeiza, según investigadores, “El Churi” brindaba la información de los domicilios propicios para llevar adelante los robos y aconsejaba sobre la mecánica de cada asalto.
El último de los golpes de su banda ocurrió en un departamento de la calle Marcelo T. de Alvear al 1.600, en el barrio de Recoleta, donde varios encapuchados irrumpieron violentamente, robaron dinero, joyas y platería, en la que estaba grabado el nombre de la familia.
Ya en la etapa final de la investigación, el juez Yadarola ordenó 16 allanamientos, donde fueron detenidos los seis integrantes de la banda y además se recuperaron los bienes robados, entre ellos cuatro autos, armas de fuego, relojes de alta gama, objetos de platería y dinero.
Uno de los allanamientos fue en la casa de Sarandí, sobre la calle Prudan al 1.500, donde fue detenido el integrante de la banda a cargo de la logística y donde se incautó dinero en efectivo, la platería, una valija que contenía el mantel rojo similar al robado en Recoleta, y un auto Alfa Romeo Giulietta, además de varias llaves de otros vehículos.
En la misma localidad, pero en la calle Comodoro Rivadavia al 2.500, fue detenido otro de los imputados, a quien se le decomisó un Peugeot 208. El tercer sujeto, en tanto, fue aprehendido en un departamento de la calle Terrada al 3.300, en San Justo, partido de La Matanza, donde los oficiales secuestraron seis relojes de alta gama importados y dos celulares.
Otro de los miembros de la banda, quien de acuerdo a la investigación estaría a cargo de la guarda de armas, fue detenido en Suárez al 100, en el barrio porteño de La Boca, donde se incautó un revólver, una pistola y unos doscientos cartuchos de bala, un equipo de comunicación tipo Handy, varios juegos de llaves de viviendas, teléfonos celulares y un auto, también Peugeot 208. A menos de cuatro cuadras de allí, en Aráoz de Lamadrid al 200 fue detenida la única mujer de la banda.
Además del búnker de Sarandí, la banda contaba con otros domicilios para dejar tanto armas como los bienes sustraídos. En Hernandarias 246, también en La Boca, los policías secuestraron una pistola Pietro Beretta con un cargador con dos municiones, un Citroën Aircross, cinco computadoras y tres celulares.
En el sexto piso de un edificio ubicado en Cullen al 5.300, en el barrio de Villa Urquiza, se hallaron además tres relojes importados, cadenas, pulseras, anillos dorados, 1.450 dólares, 62 mil pesos, dos celulares y una tablet. También fueron decomisados joyas y dos celulares en un departamento de la Calle 22 casi avenida 32, en La Plata, y otros dos teléfonos en Necochea al 1.300, en La Boca.
Por último, en una casa de la calle Amancay al 700, en la localidad de El Jagüel, partido bonaerense de Esteban Echeverría, fueron secuestrados 15 gramos de cocaína, hecho por el cual tomó intervención la UFI N°13 de Ezeiza.
Los seis detenidos quedaron a disposición de la Justicia, como así también las armas, autos y bienes recuperados de los robos. Por su parte, una comisión de oficiales de la Policía de la Ciudad formalizó la detención con notificación de imputación a “El Churi”.
“Nos preocupa llamativamente que el líder de esta banda operaba con absoluta impunidad desde un penal federal mientras cumplía condena. Esto es inadmisible: necesitamos que todas las estructuras del Estado estén del mismo lado del mostrador combatiendo a la delincuencia”, señaló el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D´ Alessandro. “Este caso es una prueba más de que en la Ciudad el que las hace, las paga”, agregó.
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