El 31 de octubre, cuando Luciano Jesús González, alias “Lucianito” fue indagado por el fiscal Gonzalo Agüero, que investiga el crimen del empresario agropecuario Andrés Blaquier, se negó a declarar porque las pruebas no lo beneficiaban.
La justicia tiene en sus manos un video que muestra el momento exacto en que Blaquier fue ejecutado cuando circulaba en su moto BMW por el kilómetro 50 de la autopista Panamericana. La secuencia quedó registrada en las cámaras de seguridad de la zona: la BMW en la que transitaba la víctima junto a su esposa queda emparentada con la moto de baja cilindrada que conducían los delincuentes Brisa Villarreal y Luciano González. Exactamente a las 18:54, González toma una 9mm de su cintura y le dispara en el pecho a Blaquier, que a los pocos segundos pierde el control y cae junto a su mujer.
Pero esta mañana, con el patrocinio de la abogada Silvina Fernández Rosarno, “Lucianito” aceptó dar su versión de los hechos ante la UFI Número 4 de Pilar, a cargo del doctor Agüero: aseguró que él no mató al empresario y aportó unas supuestas pruebas con el objetivo de acreditar que no estaba en la escena del crimen.
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Según pudo reconstruir Infobae, el acusado relató que el sábado pasado su cuñada, de nombre Laura, le pidió que fuera hasta a su casa -situada en la calle Las Hortensias al 1500- para cuidar de sus 5 sobrinos porque tenía que ir a visitar a su esposo, Gabriel González (42) al penal de Baradero.
Luego de pasar la tarde en ese lugar, hizo que su sobrino mayor (17) llamara a una remisería para volver a su casa, en Maquinista Savio. Eso fue cerca de las 15:53 horas.
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El detenido dijo que cerca de las 19, minutos después del asesinato de Blaquier sobre la Panamericana, su hermana le pidió un vehículo a través de la app DiDi para ir desde su hogar, en la calle Beliera al 4400, en Manuel Alberti (Pilar) hasta la casa de su cuñada, adonde llegó a las 19:26. Allí esperó a que arribara su nueva novia -ya que con Brisa, también detenida por el crimen, se había peleado el jueves pasado-, fueron a comprar comida por el barrio y cenaron en familia. Luego, pasó la noche con su pareja en el hotel alojamiento Ruta 26, en Pacheco al 2700.
El detenido dijo que el viaje duró 10 minutos y relató la trayectoria. Luego, dijo que se trasladó hasta la carnicería Campo Grande y al supermercado chino que se encuentra en frente para comprar ravioles para la cena.
Si bien la cámara de seguridad que tiene en sus manos el fiscal Agüero indica que a las 19:09 la pareja de motochorros estaba en la calle Ravignani y Constitución, “Lucianito” aseguró que se trataba de alguien que estaba vestido igual, que tenía su misma altura, corte de pelo, rasgos y fisonomía.
“La fiscalía interpreta, de acuerdo a los dichos de Brisa, que mi cliente viajaba en la moto que ella conducía y fue quien efectuó los disparos. Pero las distancias conforme a las actuaciones policiales no coinciden”, dijo Silvina Fernández Rosano a este medio.
“Cometiendo el crimen desde km 50 de Panamericana y regresando a su hogar con la moto robado (un tramo) y con otra moto (otro tramo), le demandaban entre 16/17 minutos, considerando la inexperiencia en el manejo de una moto de tamaña cilindrada, pudo ser mayor el tiempo. Luciano nunca pudo cometer semejante delito a las 19 hs en Panamericana, dado que se encontraba en su hogar sito en Ezequiel Pablo Beleira 4447, Manuel Alberti, Pilar a las 19:07 hs”, enfatizó la letrada al presentar la información que le brindó la compañía de telefonía.
Asimismo, remarcó que “tampoco pudo cometer el ilícito en dicho horario, demorar 17 minutos en llegar y ser trasladado a las 7:07 PM en un remis de DiDi, con destino casa de su hermana”.
A los 18 años, “Lucianito” tiene un prontuario criminal temible. Tiene cuatro ingresos en el sistema, dos como menor y dos como mayor. Días atrás, trascendió que estaba siendo intensamente buscado por la policía desde el 30 de mayo, día en que se había escapado de un instituto de menores.
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Estaba detenido en el Centro Cerrado Almafuerte de la ciudad de La Plata por los delitos de robo agravado por el uso de arma de fuego en concurso real con “homicidio criminis causa” en grado de tentativa, encubrimiento y robo agravado por el uso de arma de fuego, cruzó el cerco perimetral y abandonó la Institución haciendo caso omiso a las indicaciones del personal de dicho centro que, a los gritos, le pedía que se detuviera.
Cinco meses después, la familia que lo refugiaba lo entregó al ver los patrulleros en el lugar, que lo buscaban por el crimen de Blaquier.
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