La Justicia clausuró la teoría de Carlos Carrascosa como autor del crimen de María Marta García Belsunce. Lo absolvió de culpa y cargo y pidió que se investigue quién fue, si no fue el viudo. En ese devenir, los funcionarios judiciales que tomaron esa posta —María Inés Domínguez, quien falleció, y Andrés Quintana— no tardaron mucho en abordar la hipótesis sobre Nicolás Pachelo. Así se llegó a este juicio ante el Tribunal Oral Criminal N°4 de San Isidro, que espera su veredicto para el 2 de diciembre, y al pedido de prisión perpetua por parte de la acusación para el ex vecino de la socióloga asesinada. Porque para la Fiscalía, en palabras del fiscal general adjunto Patricio Ferrari durante su alegato: “No hay duda razonable, ¿la duda contra qué? Demostramos que Pachelo es el único camino y responsable. La evidencia es plural y variada, y encamina los hechos hacia una única conclusión, su condena indiscutida”.
Y amplió Ferrari en su alegato antes de explicar el plexo de 10 capítulos que sostienen la acusación, y que se vertió a lo largo de los más de tres meses en los que estuvo el ex vecino de Carmel sentado en el banquillo de los acusados: “La sana crítica racional nos lleva a confirmar que todos los caminos conducen a una inequívoca convicción: ¿la duda razonable contra qué? Contra un fantasma que entró cortando campo por el alambre del country sin motivación, y no se sabe quién es; que mató a María Marta y no se supo más de él. Es eso o es Nicolás Pachelo”.
Para sustentar lo que la Fiscalía considera una convicción, describió el fiscal los por qué de la línea Pachelo: “El psicópata que estaba a 10 minutos del crimen y 30 metros de la casa; que 10 días antes del hecho tenía un revólver en la mano, comprando balas del mismo calibre; que todos los domingos a la misma hora se cansó de chorear las casas de Carmel; que enarboló una coartada absolutamente falsa desde el día uno… Sólo un asesino podía preguntar ‘¿quién mató a la mina del country?’ Él lo hizo”.
Te puede interesar: Dura réplica de la fiscalía a la defensa de Nicolás Pachelo: “Intentó explicar que en vez de estar matando a María Marta, le estaba haciendo la leche al nene”
Y continuó con las razones que, para la acusación, tuvo el ex vecino para cometer el crimen: “El que le secuestró el perro; el que tenía doble motivación porque la quería robar y matar, porque María Marta lo quería echar del country. ¿La duda contra qué? Es Nicolás Pachelo desde el día uno, como los sostuvo la hipótesis policial desde el primer momento. Todo eso se erige contra nada”.
En ese marco, la fiscalía marcó los 10 capítulos sobre los que se sustentó la acusación.
1) El derribamiento de los mitos. Comenzó derribando los mitos del caso García Belsunce para luego edificar las bases de la acusación a Pachelo. Así, el fiscal Ferrari recordó que “no se puede pegar una herida con La Gotita, es un disparate; que “el velorio fue normal, ya que era costumbre de la familia era velar a sus muertos en su casa”; y que “nunca tuvieron intenciones de cremar el cuerpo y lo podría haber hecho tranquilamente”. También remarcó que fue John Hurtig, medio hermano de María Marta, quien, “metiendo la mano en la mierda, encontró el pituto y se lo puso en la mano al fiscal” Diego Molina Pico. Sumó los dichos del ex jefe policial Aníbal Degastaldi sobre que “no existió el ‘sacame a la Policía de encima’” y que los ADN hallados y no identificados pueden estar contaminados, no ser contemporáneos al crimen o, incluso, pertenecer a los peritos que los levantaron.
Para completar, la primera clave que, a entender de la acusación, socava el encubrimiento por parte de la familia, dijo el fiscal general adjunto de San Isidro: “Nada hubiese sucedido sin la participación estelar de Beatriz Michelini (NdeR: investigada por encubrir a Pachelo) y Roberto Ribas”.
2) Una vida dedicada al delito. Una vez que la base quedó llana, la Fiscalía se encargó de marcar el perfil de Pachelo. Primero, recordaron lo que los jefes policiales que actuaron en 2002 dijeron sobre una “investigación unidireccionada por Molina Pico, quien los corrió del caso”. Se sumó a ello, para esos policías, “el móvil desde el día uno fue el robo y que la cantidad de disparos un encono personal”; y que aún, cuando no se sabía que era un crimen, les llamó la atención el perfil de Pachelo, con vigilancia personalizada en el country por una serie de robos, con problemas con la víctima por la desaparición del perro; más que el perímetro del country no había sido intrusado. “La experiencia de calle de esos policías indicaba la hipótesis más certera y más fácil”, señaló Ferrari.
Te puede interesar: Crimen de García Belsunce: qué dijo Nicolás Pachelo ante los jueces tras el pedido de prisión perpetua
Y acotó: “Pachelo no es un escruchante, Pachelo es lo que le dé plata. Lo único que le importa y, a cualquier costo, es la plata”. Así, dijo el fiscal que “le da la nafta para casi todo: para entrar a cualquier casa, con arma o sin arma, sin víctima o con víctima; y si es mujer mejor, porque es más fácil, y si es en un barrio cerrado, todavía mejor. Ahí sí le da la nafta”.
La lista de delitos en los que está involucrado Pachelo citadas por la acusación fueron múltiples: desde un robo en la adolescencia, la investigación por la muerte de su padre, el asalto a todas las casas de Carmel que estaban entre la suya y la de María Marta, particularmente los domingos y en la franja de 17.30 y 19.30, el crimen fue a las 18.30: “Lo que estaba a su paso se lo llevaba por delante: un millón de pesos o pelotas de golf era indistinto”, agregó. De la casa de la víctima desapareció una caja de valores de la asociación Amigas del Pilar, dinero de Carrascosa de la mesa de luz y la bicicleta.
A todo eso, le sumaron que en robos posteriores al homicidio, a casas de amigos a quienes les sustraía las llaves para entrar cuando no estaban, dejaba todo impoluto e incluso despistaba abriendo ventanas. “Escenificación y regreso a la escena es un sello indeleble, la marca Pachelo”, señaló el fiscal Ferrari antes de mencionar su paso por el trafico de drogas al menudeo en 2015 y el arresto de 2018, tras los robos en los countries: “Vivir es ver volver”, soltó el funcionario y se vio la imagen tomada por las cámaras de seguridad del Tortugas Country Club la Semana Santa previa a que fuera preso: se lo ve con una caja fuerte en sus manos y con capucha; también en bicicleta por el interior del barrio: “Como en el caso de María Marta”, deslizó.
3) La ineficiencia de Cazadores, la mejor oportunidad. El capítulo tres de la acusación se basó en el contexto en el que se dio el crimen de María Marta. Quedó claro en el debate que la seguridad no era el fuerte de la empresa que custodiaba a los vecinos de Carmel.
“Ineficiencia y nivel de improvisación, una cooperativa que paga mal; en ese contexto se inscriben los robos de domingo del mes de julio de 2002. No se obtuvieron datos sobre instrucciones externas, los hechos eran cometidos desde adentro y los domingos en que se daban esos hechos no estaba permitido el ingreso de trabajadores, jardineros… El único ingreso ajeno era el de Michelini”, relató el fiscal antes de apuntar que todas las miradas ya estaban puestas en Pachelo.
Te puede interesar: Crimen de María Marta García Belsunce: el veredicto contra Nicolás Pachelo se dará a conocer el 2 de diciembre
“El 15 de septiembre (de 2002) fue bisagra: a partir de la ineficiencia del servicio de custodia se decide, improvisadamente, un custodia fija en Pachelo y a su mujer con un vigilador y bajo el nombre de Romeo y Julieta. Fue en esa oportunidad que María Marta expuso su temor hacia él”, dijo y recordó que uno de los guardias apuntados tenía discapacidad visual: “Esa fue la respuesta de la empresa Cazadores ante la necesidad del club de la seguridad privada; la nada misma. Y, como buen ludópata, se escondía. Ese fue el contexto del que se valió Pachelo”.
Para redondear la idea con la imagen: “En el país de los ciegos, el tuerto es Rey: ese 27 de octubre se jugaba el Superclásico, fin de mes, poca plata, poca paga, y el horario seleccionado es el cambio de guardia; y justo ese domingo hubo varias modificaciones en los puestos… Ese desorden le permitió a Pachelo concretar el hecho. Tampoco estuvo vigilado. Liberaron la zona”.
4) El perro Tom. Con la base despejada, los antecedentes enmarcados y el contexto explicado, la fiscalía fue de cuajo a la motivación. Y en el punto cuatro tocó lo que consideran un disparador. “27 testigos trajimos al debate por el tema Tom, todos coincidieron que lo único que le preocupaba a María Marta era la sustracción de su perro”, resaltó el fiscal Ferrari. Incluso, citó: “Testigos de la defensa no han hecho otra cosa que robustecer el plexo probatorio de la fiscalia”.
5) Las evidencias determinantes. El plato fuerte del capítulo 5 y lo definió el funcionario judicial: “Alcanzan para condenar a Pachelo”. El primero fue la idea de un arma en sus manos lograda por la cámara oculta que se hizo en 2003, donde un ex empleado de la tosquera familiar relata que lo acompañó a comprar balas del mismo calibre que usaron para matar a María Marta y que lo vio tirar.
Luego, el testimonio de los tres adolescentes en ese entonces, profesionales de 34 años hoy, que lo vieron a metros de la víctima y de la casa del crimen minutos antes del asesinato. Y siguió con los mozos de una estación de servicio cercana a Carmel que declararon que el 28 de octubre de 2002, cuando aún se pensaba en el accidente doméstico, fue a preguntar sobre la vecina que mataron en el country. Para completar con el testimonio de la mano derecha de su padre, que también lo complicó.
Te puede interesar: Caso García Belsunce: la fiscalía desistió de la acusación contra los ex vigiladores de Carmel
6) El comportamiento posterior y más indicadores. La fiscalía subrayó que el 28 de octubre de 2002 llamó a cinco inmobiliarias para vender su casa; y remarcaron la cantidad de comunicaciones con la masajista Michelini en días clave del caso y que el imputado le ofreció su abogado, quien la asistió en el juicio de 2011. E ironizó el fiscal con el hecho de que “Pachelo, al que no le importa nada, se enternezca por la masajista que no tenía abogado y le quería recomendar uno”. A eso, sumaron lo que le contó Francisco Pachelo a John Hurtig, cuando le confesó: “Mi hermano mató a tu hermana”.
7) El perfil criminal de Pachelo. La acusación habló de la pericia que lo encuadró como un psicópata narcisista de 2004: “Se concluyo que tenía actitud de dominio, control y triunfo y un trastorno psicopático de la personalidad”, explicó Ferrari y trajo a colación la frase del criminalista Daniel Salcedo sobre los psicópatas: “Para ellos, matar a un apersona es como matar a una hormiga”.
Ante esto, Ferrari remarcó que, en base a los estudios, “Pachelo va a volver a matar, eso es lo que se ha ventilado en este juicio y han dictaminado las especialistas. Así sucedió que, por error judicial, la causa de la muerte de su padre en 1996, atravesando un cambio de código, tuvo un destino expectante, y fue hoy reabierta”. Y les pidió a los jueces:”Que el error judicial no vuelva a producirse. Si la muerte del padre hubiera sida investigada como corresponde hoy Maria marta estaría viva”. Por ello, pidió que “este elemento probatorio debe ser ponderado con Justicia por el tribunal a la hora de dar su veredicto”.
8) El Caso Augé. Para solventar lo expuesto anteriormente, se recordó el caso de Marta María Augé: el robo a la madre del mejor amigo de Pachelo, a la que le entraron al departamento, le apuntaron con el arma en la sien y le pidieron plata. Por ese hecho, fue condenado como participe necesario en un juicio abreviado y para la fiscalía es un hecho molde, similar al de María Marta.
“La simbología en el caso con que la víctima tiene el nombre invertido de la fallecida, con que nació un 27 de octubre, con que regresaba de jugar al tenis antes de ser atracada por Pachelo y después de bañarse. Ocurrió menos de un año después del hecho de García Belsunce: el 13 de septiembre de 2003, en un departamento de Las Heras y Ayacucho, a no más de 60 metros de una comisaria. Se produjo un finde semana y en un horario similar empezó su ejecución”, resaltó el fiscal que comandó el alegato por el crimen y que duró unas cuatro horas. Y lanzó: “Es calcado”.
Y agregó: “Resaltamos la validez histórica de este juicio ante la amplitud probatoria: al mejor amigo le fue a meter caño a la madre, eso es Pachelo”.
9) La falsa coartada y su mendacidad. En ese contexto, puntualizó el fiscal que “Pachelo salió de Carmel a las 18.59 con una tarjeta que no era propia y que a las 19.02 llamó a su madre”, Silvia Ryan quien se suicidó en mayo de 2003. “La comisionó a comprar un regalo o cualquier cosa que le dé un comprobante para que a esa hora lo ponga en Capital y no Carmel. Quería quedarse con el ticket y su madre lo guardó bajo siete llaves. La coartada no era el ticket, era su madre”, dijo.
Te puede interesar: Juicio contra Pachelo por robos en countries: para los fiscales, “no corresponde una pena menor de 15 años de prisión”
Y entonces soltó: “El último acto de amor de una madre hacia un hijo era matarse sabiendo que no podía pronunciarse falsamente, entendiendo que su hijo era el autor del crimen de María Marta. Decidió quitarse la vida porque no podía sostener la coartada”.
Sobre las mentiras que dijo el acusado, el fiscal subrayó: “Durante este juicio, Pachelo declaró 16 veces. Fueron 11 horas. Las analizamos puntillosamente. Efectuó relatos completamente inverosímiles, vacíos de contenido y se limitó a alegar sobre la prueba producida y no aportó elementos de interés para su defensa”.
También se puso el foco en los dichos de Pachelo que ese 27 de octubre de 2002 trotaba por el country porque iba a buscar el coche de su mujer al estacionamiento del club house porque su camioneta fallaba. Todo mientras su hijo de 7 años estaba solo en su casa. “La camioneta 6 horas antes no tenía problema en el burro: fue a jugar al futbol, fue a buscar a su hijo, tampoco para salir el 28 (de octubre) ni los días anteriores. No trajo a nadie que muestre el problema en la camioneta”, concluyó el fiscal.
Y esbozó la presunción de lo que pasó ese domingo lluvioso del 27 de octubre de 2002: “No fue nunca a buscar el auto”. Así, trajo a colación que uno de los adolescentes lo ubica a 30 metros del lugar del hecho: “Podemos decir que los padres de los tres chicos los llevaron a mentir contra un criminal que era temido en todo el barrio para beneficiar a quién. Podemos afirmar que esos adolescentes de 34 años, profesionales, vinieron al juicio a mentir y a enfrentar 10 años para qué, para beneficiar a quién. No mienten todos, el único que miente es Pachelo”.
10) La contracara de la moneda: nada pudo desvirtuar. La conclusión de la fiscalía fue por la adversativa. Y enumeró el fiscal Ferrari los testigos de la defensa que beneficiaron a la fiscalía, y aquellos que nada concreto sumaron para destronar la acusación.
“No vino (la ex mujer) Inés Dávalos ni nadie que cuestione a Mario Rivero (el empleado que lo marcó con un arma) ni un médico que contradiga el horario de muerte de María Marta ni el empleado del Mundo del Juguete. En definitiva, es Pachelo contra todo, pero en la general por afuera de la prueba”, remarcó el fiscal Ferrari y le marcó un punto a los jueces: “No hubo nadie del público por el acusado en cuatro meses de juicio”.
Seguir leyendo