Luciano Jesús González, alias “Lucianito”, el acusado de matar a tiros en un asalto motochorro al empresario Andrés Blaquier, cayó anoche en la zona de Manuel Alberti, jurisdicción de Pilar, a 40 cuadras de su barrio en la zona de Lagomarsino, también conocida como Maquinista Savio. Allí, días antes, un principal de la Policía Bonaerense -la misma fuerza que lo investigó y lo arrestó- había comenzado tareas para encontrarlo por otro robo.
El policía, en el marco de una causa penal previa, bajo la dirección de un fiscal de menores de Campana, provenía de otra jurisdicción, una comisaría en Loma Verde, zona de Escobar. Tenía como tarea encontrar dónde “Lucianito” vivía, dónde pernoctaba. El oficial entregó su reporte en la comisaría en la que prestaba servicios el martes 25, cuatro días antes del crimen.
Lo que ese informe reveló es una trama de miedo y complicidad, la historia de un chico que a los 18 años ya se había convertido en un motochorro jefe.
Brisa Villarreal, novia de “Lucianito”, fue detenida como cómplice en el ataque que le costó la vida al empresario. Se negó a declarar ante el fiscal Gonzalo Agüero. Pero no sería su única cómplice. A través de toda su cuenta de Instagram, González se mostraba con armas y billetes a bordo de motos de alta cilindrada, con citas de canciones que eran frases amenazantes, invitaciones a la muerte o a agacharse si él tiraba; se cubría la cara con emojis de payaso, sabiéndose buscado. El informe del policía menciona a otro joven, L.J.M, investigado junto a “Lucianito”. En las fotos se lo ve también con otro joven.
Un policía de Pilar fue el primer contacto del principal. Su colega le aseguró que había intervenido en otros hechos donde se sospechaba de González y de su compañero, que eran conocidos en la zona y que los vecinos temían hablar de ellos por miedo a represalias. El principal fue a Lagomarsino, donde se entrevistó con vecinos. El temor era evidente. Sin embargo, el principal no se fue del barrio con las manos vacías. Alguien le marcó los lugares donde dormía: la casa de su madre y la de sus primas.
Entonces, fue a la casa de la madre del joven, sobre la calle Beliera, donde había oído que el joven era visto de noche, una construcción precaria con techo de chapa. Luego a la de las primas, que también ocupaba su novia, sobre la ex Ruta 26, pero “Lucianito” no fue encontrado.
Cuatro días después de ese informe, según la acusación en su contra, mató a sangre fría y escapó. Lo detuvieron en una casa en la calle Las Hortensias, a 40 cuadras del domicilio de sus primas y a 50 de la de su madre. Dos mujeres figuran como ocupantes del domicilio donde cayó.
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La Comisaría 5° de Pilar estuvo a cargo de su arresto, según información policial a la que accedió Infobae, junto a la DDI local y otros tres cuerpos de policía de la zona. La imputación en su contra es la de homicidio en ocasión de robo. Se espera que el fiscal Gonzalo Agüero, de la UFI N°4 de Pilar, lo indague en las últimas horas.
La familia que ocupaba la casa donde lo encontraron en la calle Las Hortensias podría convertirse en otro foco de sospecha.
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