Florencia (33) golpeó las puertas de la Justicia para pedir ayuda, pero algo falló. La mujer había denunciado a su ex pareja, Gastón Farías (35), por ser violento contra ella. A duras penas, consiguió una perimetral y un botón antipánico, pero nadie se dio cuenta de que la situación era más grave de lo que se pensaba. Nadie la socorrió a tiempo. Ella sabía que algo malo podía suceder. Y sucedió.
Anoche, Farías entró a la casa donde vivía Florencia con el pequeño hijo de 3 años que tienen en común. El hombre la golpeó y estranguló hasta desmayarla. Pero eso, paradójicamente, no fue lo más grave. El hombre fue hasta el living, donde jugaba su hijo, y lo asesinó: presumiblemente para los investigadores, asfixiándolo. Luego, subió al altillo de la casa y se suicidó colgándose de una viga del techo.
Florencia no murió por los golpes ni por la asfixia, sólo se desmayó por la falta de oxígeno. Luego de unos minutos, con su hijo agonizante y cargando con los golpes que le había dado su pareja, se despertó y se asomó por la ventana para pedir ayuda. El grito fue desesperado: “Ayuda por Dios, mi hijo está muerto”. Un móvil policial pasaba por la zona y dos oficiales fueron a socorrerla. Cuando ingresaron, se encontraron con una escena tétrica: Florencia se había desvanecido nuevamente, el menor muerto en el living y el padre, sin vida, colgando del techo con una soga alrededor de su cuello.
A pesar de que tanto la madre como el nene fueron trasladados de urgencia, el menor ya estaba sin vida. Florencia, sin embargo, sobrevivió y está en buen estado aunque aún permanece inmersa en un shock emocional muy profundo: en la mañana de hoy le confirmaron lo que ella sospechó en ese momento, que su hijo había muerto.
La causa recayó en la fiscalía del doctor Rodolfo Moure, que comenzó con los trabajos periciales junto a la ayudante fiscal Laura Molina. Las autopsias a los cuerpos están pautadas para la tarde de hoy y serán cruciales, sobre todo para saber de qué murió el menor. “A simple vista, el cuerpito no tenía lesiones por eso presumimos que fue muerte por asfixia, aunque no podemos descartar algún golpe que no sea visible”, explicó a Infobae un investigador.
La reconstrucción judicial, confeccionada en base a lo poco que pudo decir Florencia hasta el momento y a lo que relataron algunos familiares, indica que la pareja se había separado hacía ya varios meses. Esa separación incluyó violencia de él hacía ella, por eso, a mediados del 2021 se había radicado una denuncia en el juzgado de familia de la zona. La respuesta a esa demanda, fue otorgarle a la víctima un botón antipático y una perimetral. Esta última medida se había vencido el 4 de octubre y todavía no había sido renovada.
Sin embargo, los familiares contaron que, en los días previos al hecho, Florencia había hecho un alto en su disputa con el padre de su hijo y le había permitido nuevamente el ingreso a la casa en la que vivía con el menor. El motivo, fue que el chico estaba con neumonía y no había quien lo cuide. “Ella confió, le creyó y así terminó. Sólo quería que su hijo creciera con su padre, a pesar de lo que le había hecho a ella, pobrecita”, relató una amiga de la víctima.
Ayer, Florencia y Farías acordaron que ella se iría a trabajar durante la tarde y él cuidaría del nene. Cuando la mujer regresó a la casa, cerca de las 20, se desató el horror. La justicia cree que, apenas ingresó, el hombre la tomó por detrás y comenzó a asfixiarla. También aprovechó a golpearla hasta que se desmayó.
“Nadie tiene en claro los motivos de la agresión. No sabemos si habían discutido previamente o cuál era el conflicto. De hecho, los familiares aseguran que, en los últimos días, por la enfermedad del nene la relación era cordial”, dice un investigador.
En este punto hay un blanco en la historia. Los investigadores no tienen en claro si al momento en que Florencia llegó y fue atacada, su hijo ya había sido asesinado o si, por el contrario, el ataque al nene fue posterior a la agresión de su madre.
Más allá de eso, lo cierto es que cuando Florencia se despertó fue hasta el living y ahí encontró a su hijo sin vida. En ese estado se asomó a la ventana y suplicó por ayuda.
El expediente indica que no había manchas de sangre en el lugar ni tampoco un gran desorden. Los efectivos que primero llegaron, relatan que subieron al altillo y ahí se encontraron con Farias muerto. Tenía una soga amarrada en el cuello que colgaba de la viga del techo.
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