Gracias a su superficie total de 10.248 hectáreas, equivalente a poco más de la mitad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Parque Pereyra Iraola es un gran pulmón verde ubicado entre los municipios bonaerenses de Berazategui, Ensenada, Florencio Varela y La Plata, y suele ser muy elegido por los vecinos para realizar paseos y practicar distintas actividades deportivas. El lugar fue declarado reserva de biósfera por la UNESCO en el año 2008. Sin embargo, en los últimos meses se transformó en una zona caliente para la delincuencia. Los episodios de inseguridad se volvieron moneda corriente y tanto transeúntes como ciclistas son víctimas de distintos ilícitos.
Un ejemplo cercano ocurrió el último martes al mediodía, cuando una vecina circulaba con su bicicleta por los caminos del parque y fue perseguida por dos delincuentes a punta de pistola que pretendían robarle sus pertenencias. La desesperante secuencia fue registrada por la cámara del teléfono celular de la mujer: entre gritos y disparos, la víctima logró escapar ilesa del lugar.
“Entré, caminé, anduve en bici, saque un par de fotos, filmé para mi familia para mostrarles el lugar y cuando decido buscar el retorno para salir, en ese momento, me cruzo con estas dos personas que venían con una bicicleta”, recordó la joven víctima, llamada Ada, sobre el instante en el que se cruzó con los ladrones.
Al comienzo de la filmación puede escucharse cómo uno de los delincuentes efectúa un disparo en un intento por derribarla mientras ella le responde: “Tomatela”. Así, entre el jadeo por el cansancio y la irregularidad del terreno, la mujer captó el instante en el que se logró alejarse de los ladrones.
Luego de recorrer unos metros decide bajarse de la bicicleta ya que se topó con un árbol caído que cortaba el sendero. Afortunadamente, en medio de su escape logró encontrar ayuda al dar con otro ciclista que había sido asaltado por los mismos delincuentes.
- Recién los crucé y me quisieron robar a mi.
- ¿Te tiraron a vos? A mí también me tiraron. Me robaron la bici. ¿Vienen para acá?
- Tengo grabadas las caras.
Tras estos episodios, desde la cuenta en Facebook de Guardaparques del Parque Pereyra Iraola publicaron un comunicado en el que expusieron la falta de apoyo de las autoridades locales en materia de seguridad. “Se hizo presente el Guardaparques encargado Pedro Castrioti, quien se encuentra de licencia con su camioneta personal, y lo asistió la voluntaria ad honorem Rosana Donato, por que les recordamos que las autoridades nos tienen desabastecidos de combustible y cada vez nos despiertan más sospechas. ¿Cuál es el objetivo de dejar a los visitantes a la buena de Dios?”, dice la publicación.
Fuentes policiales consultadas hoy por Infobae confirmaron que dos sospechosos relacionados con distintos robos en las inmediaciones del Parque Pereyra Iraola fueron detenidos este miércoles en el partido de Berazategui. Personal de las comisarías 3° y 4° encontraron a Kevin Quimey Fernández, de 19 años, y L.N de 17, en una vivienda ubicada en calle 50 y 147, donde además se halló una pistola marca Bersa 9 mm modelo Ultra Mini y un cargador con 13 municiones.
Se constató que el arma de fuego secuestrada le había sido hurtada el pasado 22 de octubre a la oficial María Vallejos, de la Policía Bonaerense, cuando ingresaron a robar en su domicilio. La misma, según precisaron a este medio, fue utilizada por Fernández este martes para robarle a los ciclistas que circulaban por el Parque Pereyra Iraola.
En la investigación interviene la Unidad Fiscal de Instrucción (UFI) N°3 y la Fiscalía de Responsabilidad Juvenil N°2 descentralizada de Berazategui, dependiente del Departamento Judicial de Quilmes.
El mes pasado, un joven fue asaltado mientras estabas a bordo de su moto en Camino Parque Centenario, en las afueras del Parque Pereyra. En mayo de este año, dos hombres fueron detenidos acusados de robar un auto y desguazarlo en inmediaciones del Parque. En agosto del año pasado, una joven pareja fue víctima de un violento robo cuando paseaba en el lugar. Cinco delincuentes los rodearon al atardecer. “Si quieren ir al Parque Pereyra les sugiero que no vayan; a mi hermano y a la novia le acaban de robar todo. Están bien, no les hicieron nada, pero los amenazaron con un revolver”, contó un familiar del damnificado al diario Hoy, quien agregó: “Pobre la chica, había ahorrado un montón para comprarse el iPhone, y se lo robaron”.
Hay, incluso, investigaciones por robo de pastizales y caza furtiva de pájaros, o fiestas electrónicas en los sectores que por su diversidad biológica deberían estar más protegidos. El juez federal quilmeño Luis Armella firmó una cautelar para prevenir la tala clandestina indiscriminada en el lugar. Se realizan operativos para prevenir picadas. En junio de este año, sobre el Camino Evita del Parque Pereyra Iraola, personal del Destacamento Policial del Parque encontró a dos personas con una motosierra, un trailer, una camioneta: se aprestaban a robar un árbol. Otros árboles terminan carbonizados por los fogones y asados de los visitantes. En noviembre de 2021, 50 familias aparecieron en el lugar para intentar tomar terrenos, reportaron los Guardaparques. La variedad de delitos que ocurren dentro del parque se vuelve insólita.
En febrero de 2020, un grupo de estudiantes de cine fue víctima de un violento robo mientras filmaba un cortometraje en la zona.
“Era nuestra segunda jornada de rodaje y nos habíamos ubicado al costado de un arrollo para grabar las últimas escenas. Los guardias del parque sabían que íbamos a estar ahí”, repasó por aquel entonces Bonadeo, en diálogo con Infobae. En ese momento, un grupo de cinco jóvenes (“personas entre 18 y 27 años aproximadamente”) se acercaron y les preguntaron qué estaban haciendo.
“No les prestamos atención, pero nos pusimos en alerta. ‘Apurémonos’ me dijo una de mis compañeras. Cinco segundos después, empezaron a acercarse en hilera hasta que nos rodearon. Tenían cuchillos. De pronto, uno que llevaba puesta una remera gris sacó un arma negra y preguntó quién era el director. ‘Les informo que están todos robado’, dijo”, cuenta María a este medio.
A Bonadeo, según su propio relato, uno de los ladrones le frotaba el revólver por la cabeza. Lo peor: a muy pocos metros, había gente tomando mate en el parque. “Nosotras gritábamos y ellos nos miraban y no hacían nada”, contó la estudiante, que además aseguró que en el predio también había policías.
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