En el shock room del Hospital Central “Dr. Ramón Carrillo” de la ciudad de San Luis, Cecilia -un nombre ficticio usado para cuidar la identidad de la víctima- apenas pudo contestar las preguntas de la coordinadora General de Fiscalía de Instrucción, María Virginia Palacios Gonella. Aterrada, la adolescente de 18 años no podía parar de llorar. Decía que tenía miedo y les pidió a las enfermeras que le llevaran la imagen de una Virgen. Horas antes, la víctima había sido abusada sexualmente por su compañero de colegio, Facundo Brítez, que luego le asestó 43 puñaladas con un destornillador.
El caso que tiene conmocionado al Barrio 131 Viviendas, y que se investiga como “tentativa de femicidio”, sucedió este lunes 24 de octubre cerca de las 16, en el descampado de la calle Balde y Los Puquios, ubicado en la zona Norte de la capital puntana.
Según pudieron establecer los investigadores, la víctima y el agresor, que cursan el quinto año del secundario en el mismo colegio, habían pactado un encuentro en ese lugar. Una vez allí, de acuerdo al relato de la víctima, él la obligó a mantener relaciones sexuales. Pero eso no fue todo. Tras el abuso, Brítez sacó un destornillador con el que la apuñaló casi medio centenar de veces. El último parte médico sobre la salud de Cecilia informó que se encuentra “estable” y “recibe asistencia del equipo de psicólogas y psiquiatras”.
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Fueron los gritos desesperados de la joven los que alertaron a los vecinos. “Ayuda”, pedía. Rápidamente, la trasladaron al hospital. Allí constataron que había sido abusada sexualmente y que tenía 43 heridas punzocortantes en la cabeza, la cara, el tórax y la espalda. Las lesiones fueron constatadas por la médica forense Marcela Gómez, quien refirió que la mayoría son superficiales, pero que 4 o 5 tuvieron mayor profundidad, aunque no comprometieron órganos vitales.
El agresor, en tanto, huyó del lugar. Así lo confirman los videos de una cámara de seguridad de una propiedad del barrio. Además, una testigo y vecina del joven, declaró habérselo cruzado “de frente” cuando iba camino a su casa. Según declaró, Brítez iba descalzo, sin remera, en pantalones cortos y con las ojotas abajo del brazo. Al ver que tenía restos de sangre en el cuerpo, la mujer le preguntó si le había pasado algo. “Vengo de matar a una amiga”, le contestó y siguió corriendo.
Durante la medianoche del lunes, el agresor fue detenido en su domicilio, ubicado en el barrio Cerro de la Cruz. El allanamiento fue efectuado por agentes de la Unidad Regional de Orden Público N°1 y de la Comisaría N°39 y supervisado por la Fiscalía de Instrucción.
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Según pudo saber Infobae, no fue un operativo fácil. En la casa de la familia Brítez no contestaban los llamados a la puerta, por lo que la Policía debió rodear el domicilio, incluso por la parte trasera, previendo un posible escape. “Costó mucho que saliera”, dijeron a este medio fuentes de la investigación. Esas mismas fuentes confiaron que quien les abrió la puerta a los agentes fue el padre del sospechoso: un militar en servicio.
Presente en el lugar también estaba la madre de Brítez, quien intentó justificar a su hijo diciendo que tenía un retraso madurativo, pero no pudo certificarlo con ningún documento.
Una vez en el interior de la casa, los policías secuestraron prendas de vestir con sangre, algunas de ellas habían intentado incinerarlas. Para los investigadores, sería un indicio claro de que Brítez quiso eliminar evidencia. También se llevaron un teléfono celular y otros elementos de interés para la causa, entre ellos, algunos manuscritos del acusado sobre lo que él habría hecho ese día. No hallaron el destornillador.
El Diario de San Luis pudo hablar con algunos compañeros de clase de Facundo Brítez, quienes manifestaron que tenía “conductas extrañas”. “Le dijo a la preceptora que quería matarnos a todos”, recordó uno de ellos. Otro sostuvo que miraba videos de masacres y “decía que los iba a violar a todos”.
De momento, el sospechoso permanecerá detenido y a disposición del Ministerio Público Fiscal. El caso se investiga como “tentativa de femicidio”. Según la coordinadora General de Fiscalía de Instrucción Palacios Gonella, hubo una intención inequívoca de matar.
En la causa interviene el fiscal de Instrucción N°3, Esteban Roche, quien solicitó las medidas al juez de Garantías N° 2, Ariel Parrilli.
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