Misterioso hallazgo en la casa del prófugo por el triple crimen de la boda narco que fue encontrado asesinado

Oscar Alberto Godoy, de 40 años, fue acribillado de ocho tiros la semana pasada. Tras el homicidio, se hallaron dos barriles de 200 litros enterrados en el patio de la casa donde dormía. Qué hallaron

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Los dos barriles que fueron
Los dos barriles que fueron desenterrados por la autoridades tras el macabro hallazgo

El triple crimen a la salida de la boda narco en Ibarlucea, ocurrido en enero pasado, no para de arrojar capítulos sangrientos y misteriosos. El pasado miércoles por la noche, a 30 kilómetros de Rosario, fue asesinado uno de los prófugos de la banda sospechada del ataque y ese homicidio podría tener amplias derivaciones en causas judiciales en curso en el Ministerio Público de la Acusación.

Oscar Alberto Godoy, de 40 años, fue acribillado de ocho tiros en el cruce de las rutas 34 y A012, en jurisdicción del paraje Vicente Echeverría. A pocos metros de donde fue atacado estaba el domicilio en el que, según investigadores policiales, pernoctaba mientras estaba prófugo.

Un día después del homicidio fueron encontrados dos barriles de una capacidad de 200 litros enterrados en el patio de la casa donde dormía Godoy. El hallazgo se dio a partir de medidas libradas por los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra de la Agencia de Criminalidad Organizada, quienes investigan el triple crimen de Ibarlucea junto al fiscal provincial Gastón Ávila y el fiscal auxiliar de la Procunar Matías Scilabra.

Los tambores quedaron a resguardo de la Agencia de Investigación Criminal y la Tropa de Operaciones Especiales, quienes luego lo trasladaron hasta el laboratorio donde se analiza el contenido. Si bien aún no está el resultado oficial, los investigadores judiciales presumen que tienen cal.

El Audi TT del triple
El Audi TT del triple crimen, incinerado tras la matanza

El contenido de esos barriles es cuanto menos misterioso, ya que podría dar impulso a causas judiciales donde se busca el paradero de personas que están desaparecidas hace años y que, según Carlos Argüelles –testigo de la causa Alvarado que fue asesinado el 6 de septiembre del año pasado–, había matado la banda del jefe narco.

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Uno de los jóvenes desaparecidos aludidos por Argüelles durante su declaración grabada para el juicio provincial –al que no llegó porque lo asesinaron– fue Nahuel “Chino” Fernández, que fue visto por última vez el 26 de agosto de 2018, cuando lo secuestraron en un complejo Fonavi de la zona noroeste de Rosario. Según el testigo de la causa Alvarado, lo llevaron cerca de Ibarlucea, lo asesinaron y lo enterraron “en un lugar no determinado”. Casualmente, Ibarlucea queda cerca del paraje Echeverría donde pernoctaba Godoy y donde se hallaron los barriles.

A Godoy lo ejecutaron. De acuerdo a la mecánica bajo investigación, lo emboscaron cuando bajó de su Hilux y alcanzó a correr unos metros hasta que se desplomó en el piso. Entre sus prendas tenía la llave de su camioneta, 47.500 pesos y 300 dólares. Además, la Policía después abrió la Hilux de la víctima en presencia de testigos e incautó 123 mil pesos y documentación personal.

Iván Giménez, asesinado en el
Iván Giménez, asesinado en el triple crimen

Godoy tenía registrados varios domicilios, según se desprende de la investigación por los homicidios de Iván Maximiliano Giménez, Vanesa Romero y la hija de ambos, la beba de un año Elena Giménez, las víctimas del ataque a la salida de la boda narco. Uno era en Villa Gobernador Gálvez y otro en barrio Las Flores de Rosario, donde fue asesinado de cinco tiros su hermano Josué Esteban Godoy, de 22 años, en noviembre del año pasado.

Según la investigación entre fiscales provinciales y de la Procunar, Godoy estaba dentro de la presunta estructura narco sospechada por el triple homicidio de Ibarlucea. Su rol en la banda, de acuerdo al procesamiento que fue dictado a otros presuntos miembros de la organización, era transportar droga hacia el complejo Fonavi de Cerrito al 5700, en la zona Oeste de Rosario, para su posterior venta.

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Godoy, siempre de acuerdo a la teoría de los fiscales, operaba para el clan Tripi, que se dedicaría a la comercialización de estupefacientes en parte de la zona oeste en representación de Esteban Lindor Alvarado, jefe narco condenado a prisión perpetua.

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