Este lunes se cumplen dos meses del homicidio de José Enrique Del Río y María Mercedes Alonso, el matrimonio asesinado a balazos en su mansión de la localidad bonaerense de Vicente López, por el cual el principal acusado es su hijo, el empresario Martín Del Río, quien habría cometido el parricidio por dinero. Hoy podría ser un día clave en el avance de la causa ya que fiscales regresarán a la escena del crimen en busca de más pruebas que comprometerían la situación del presunto autor de hecho que se encuentra detenido en la Unidad N°48 de San Martín.
Junto a personal de la Policía Científica, los fiscales Martín Gómez, Alejandro Musso y Marcelo Semería, comenzarán desde las nueve de la mañana con una inspección ocular en una vivienda ubicada en la calle Haedo 938 del mencionado partido del norte del GBA, que el acusado adquirió junto a la agente inmobiliaria con la que mantenía una relación extramatrimonial. La propiedad está ubicada a poco más de 200 metros de donde ocurrió el doble homicidio -en Melo al 1101-, donde los investigadores continuarán el operativo de la jornada.
Además de buscar cualquier elemento que termine siendo relevante para la causa, los fiscales apuntan a encontrar un calzado en particular. En registros fílmicos del caso se identifica a una persona encapuchada llegando desde la localidad de Núñez con calzado de trekking de color marrón, pero que luego sale con una zapatillas oscuras y suela de goma alta.
Fuentes judiciales informaron a Agencia Télam que buscan encontrar el primer calzado en la casa de los padres del acusado. En anteriores allanamiento en distintos domicilios de Del Río los investigadores secuestraron tres pares de calzado que serán cotejados con las imágenes de los videos. Sospechan que el presunto parricida pudo haber dejado las zapatillas que utilizó para llegar a la vivienda entre la ropa de su padre.
Otro objetivo de la fiscalía es el hallazgo del arma homicida: una pistola calibre 9 milímetros. Hasta el momento la hipótesis más firme es que Del Río utilizó una Bersa que estaba a nombre de la empresa de seguridad que tuvo su padre “Organización J.G. SA”, y cuya documentación con la numeración 398458 fue hallada en el estuche de otra pistola, de igual calibre pero marca Glock, secuestrada en una caja de cartón en la baulera del departamento que hacía unos meses el acusado había alquilado en el edificio “Forum Alcorta” de Belgrano.
Los fiscales sostienen que Del Río descarto la pistola junto al DVR que almacenaba las imágenes de las cámaras de seguridad de la casa, cuando fue a un departamento de su suegro en la zona de Belgrano y quedó filmado saliendo de ese edificio con una bolsa de tela yendo a descartar algo a un contenedor de basura.
El próximo paso será enviar los proyectiles de la autopsia y las vainas servidas al Sistema Nacional Automatizado de Identificación Balística (SAIB) de la PFA, donde se analizarán en un microscopio comparador balísitico las estrías del proyectil -que son las marcas que imprime el cañón de un arma de fuego alrededor de una bala-.
De esta forma, los peritos podrán determinar qué marca y modelo de pistola es compatible con esas estrías de los proyectiles.
Por otra parte, los fiscales continuarán buscando huellas del acusado. Lo harán a través de hisopados subungueales tomados en las autopsias, porque sospechan que la madre, Alonso, al ser la segunda en ser ejecutada, pudo haber llegado a tocar o arañar a su hijo antes de recibir el disparo en un ojo a menos de 50 centímetros.
Martín Santiago Del Río se encuentra detenido desde hace 10 días en la Unidad N°48 del Servicio Penitenciario en San Martín tras pasar poco más de un mes encerrado en la DDI de San Isidro de la Policía Bonaerense.
Seguir leyendo: