El 28 de noviembre de 2021, Jorge Anderson Danos Villar, más conocido como “Culón”, de nacionalidad peruana, tenía una tarea clara: infiltrarse en una fiesta, marcar a uno de los invitados y asesinarlo a sangre fría. En los videos que ilustran esta nota se lo ve en la celebración. Abrazado a otros sujetos, vestía campera azul, remera negral y capucha. Sonaba la música y posaba incómodo para una foto detrás de una bandera donde se leía “Manotas pte”. Poco después, salió a la puerta del bar junto a su víctima, lo mató a tiros y escapó.
El caso quedó a cargo de la Fiscalía N° 61, a cargo de Martín López Perrando, quien solicitó a la División Homicidios de la Policía de la Ciudad que fuera tras él y “Culón” quedó en la mira de la Justicia por el crimen. Finalmente, este jueves fue detenido cuando regresó al país tras haber estado unos meses en Perú, donde también tenía antecedentes. Incluso allanaron su vivienda ubicada en la calle Junín, en donde secuestraron un revólver calibre 38, municiones de variado calibre y documentación de interés para la causa.
Sin embargo, “Culón” no era un sicario cualquiera. Anderson Danos Villar pertenecía a una de las bandas narcos más grandes y sanguinarias en el barrio liderada por César Humberto Morán de la Cruz, alias “El Loco César”, ahora detenido y condenado a prisión perpetua por una serie de crímenes.
Según indicaron fuentes policiales a Infobae, a partir del 2020 “Culón” comenzó a tomar un mayor protagonismo en la organización y en 2021 tuvo sus primeros hechos de sangre. Además, se mantenía en situación de “rebeldía” con la Justicia al no presentarse por una causa de homicidio y amenazas que derivó en la detención de “Chino Grande”, otro eslabón de la banda. El 23 de mayo pasado, también quedó involucrado en un intento de homicidio con arma de fuego en el Barrio 31 y la víctima lo reconoció. Por eso, se cree que el crimen en el bar presuntamente perpetrado por “Culón” está vinculado directamente a una rencilla narco.
De esta manera, la vida criminal de “Culón” parece haber llegado a su fin y ahora está encerrado en un calabozo. Sin embargo, la banda César, más allá de ser detenidos sus miembros, parece nunca acabar.
Su historia atraviesa la violencia sicaria y la organización de Morán de la Cruz mantiene poder en el Barrio 31 que los vio crecer.
El último golpe a la banda se había dado en 2021, cuando efectivos policiales detuvieron a Margarita Morales Huincho, 43 años. Según los detectives judiciales, era la amante del “Loco César”. Pero no solo eso, también era su lugarteniente. Durante años, Morán de la Cruz, cuya legión de sicarios y transas comandó su propio castillo en el Playón Este, “La Casa del Pueblo”, donde fue capturado su principal soldado, Juan Honorio Inga Arredondo, alias “Piedrita, condenado a 20 años de cárcel por dos homicidios, usó a sus varias mujeres como nexo con el resto del mundo. Desde su celda en penales como el de Villa Devoto enviaba directivas a su comando a través de una flota clandestina de celulares. Pero para César, hoy preso, sus mujeres lo eran todo. Esas visitas eran su línea de vida. Los espías penitenciarios se dieron cuenta con el tiempo. Así, años atrás, César fue trasladado lejos, a una cárcel federal en el Chaco.
En los registros de Comodoro Py, Margarita aparece como vinculada a un negocio paralelo de la banda: los préstamos usureros. Los investigadores de la Justicia federal, acostumbrados a seguir a la banda de Morán de la Cruz, con una histórica causa principal en la Fiscalía Federal N°1 que fue del fallecido Jorge Di Lello, la ubican entre las encargadas de llamar a los deudores para que paguen.
Sin embargo, otras fuentes aseguran que la víctima por la cual pidieron el arresto de Margarita murió baleado por un ajuste de cuentas netamente vinculado a una deuda de drogas. En la casa se hallaron cuatro kilos de cocaína, medio de pasta base y marihuana, además de un chaleco antibalas, una pistola calibre .22 con silenciador, municiones y un juego de esposas.
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