Piden prisión perpetua para el acusado de matar a Claudia Repetto en Mar del Plata

La justicia de Mar del Plata buscará determinar al autor del femicidio de Claudia Repetto. La hipótesis principal, planteada por el fiscal que interviene en el juicio, apunta hacia su ex pareja. Para él, el responsable de la investigación solicitó prisión perpetua.

Así lo asegura el fiscal Leandro Arévalo, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 7 de ese departamento judicial, quien considera que él la asesinó y enterró su cuerpo en un descampado, siete meses después de que ella pusiera fin a la relación que habían tenido. Con ese argumento fue que el profesional solicitó la máxima pena para el imputado Ricardo Alberto Rodríguez (57).

El pedido de condena también fue acompañado por el abogado que representa a los hijos de Repetto. Así lo presentaron ante los jueces Mariana Iriani, Ricardo Perdichizzi y Juan Galarreta, quienes informaron que el próximo lunes 31 de octubre al mediodía darán a conocer la sentencia.

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Los magistrados decidirán la resolución del proceso que tiene a Rodríguez imputado por el delito de “homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género. Al respecto, el fiscal sostiene que él mató a Repetto tras una “feroz golpiza”, luego de interceptarla la noche del 1 de marzo de 2020, cuando salía de la casa en la que ella vivía, en el barrio Termas Huinco, detrás de la de él.

Además, dio por probado que tras cometer el crimen, el acusado se hizo pasar por la mujer, tomó su celular y escribió un mensaje a un amigo que debía pasar a buscarla para cenar. Allí expresó que tenía un supuesto malestar físico, cuando “ella ya estaba muerta”.

Según Arévalo, el hombre luego envió 26 mensajes a un hijo suyo para que le llevara una moto. Con ese medio de transporte trasladó, antes del amanecer, el cuerpo de la mujer y lo enterró en un descampado a 13 kilómetros al sur de la ciudad.

Según la afirmación del profesional, Rodríguez tenía planeado matarla y ejerció una violencia de género que además estuvo presente en toda la relación que ambos habían tenido durante un año y medio. Así fue incluso cuando ella lo dejó tras siete meses.

“Claudia tenía que salir como una fugitiva de su casa y con la luz apagada, porque él la espiaba y la acechaba una vez separados”, indicó, y señaló que además “se la pasaba llorando todo el día durante el tiempo que duró su convivencia”. Además, el letrado sostuvo que ella pensaba mudarse “por miedo” tras haberse separado de él.

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En consonancia con Arévalo, Maximiliano Orsini, representante de los hijos de la víctima, coincidió con el pedido de prisión perpetua, y solicitó que se incorporen además los agravantes de “premeditación, nocturnidad, extensión de daños, indefensión de la víctima y falta de arrepentimiento sincero”.

“Rodríguez entendió que tenía una propiedad sobre Claudia y lo canalizó en una obsesión y un hostigamiento. La manipulaba y le manejaba la culpa para que no lo denunciara pese al mal inminente que la acechaba”, afirmó Orsini.

En esa misma línea, el abogado de la familia subrayó además que los familiares de Repetto, “como víctimas”, tuvieron que asumir un rol de persecución penal que en realidad le correspondía al Estado. Ese proceso que hicieron sus hijos fue durante las semanas que Rodríguez estuvo prófugo, y “que gracias a su intervención pudo ser detenido” en plena cuarentena por el coronavirus.

Del otro lado, la defensa del acusado puso el foco en otra área. El defensor oficial de Rodríguez, Christian Rajuan, no discutió la materialidad del hecho ni la autoría, pero se refirió a presuntas “incoherencias” en los informes periciales de los médicos que analizaron el cuerpo de la víctima, y cuestionó la calificación legal. De esta manera es que propuso una figura de homicidio culposo.

Ahora, restan días para conocer la sentencia. Mientras tanto, el acusado cumple prisión preventiva en la Unidad Penal 44. En sus últimas palabras ante el tribunal volvió a pedir “perdón a los hijos y familiares” de la víctima, que durante las cuatro jornadas del debate estuvieron presentes en el TOC 1, en el séptimo piso de los tribunales.

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