Nicolás Pachelo, acusado por el crimen de María Marta García Belsunce, regresó hoy luego de casi 20 años al country Carmel de Pilar, donde vivía, para participar de la inspección ocular que los jueces a cargo del debate realizarán en la antigua casa de la víctima. El asesinato se cometió allí mismo el 27 de octubre de 2002.
Pachelo llegó al barrio cerrado cerca de las 10:15 a bordo de un móvil de la División Operaciones Especiales del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), que lo trasladó custodiado por efectivos de esa fuerza desde la Unidad Penal 9 de La Plata, adonde se encuentra detenido.
Detrás de él llegó el fiscal Andrés Quintana y el viudo Carlos Carrascosa, mientras se aguardaba el arribo de los otros fiscales, Federico González y Patricio Ferrari, de los abogados de las partes y de los integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro, Federico Ecke, Osvaldo Rossi y Esteban Andrejin. Poco después se inició la inspección, que concluyó a las 12:30.
28 personas participaron de la recorrida entre jueces, fiscales, abogados, periodistas de diversos medios como Infobae y personal de seguridad. Carrascosa ya esperaba en el lugar cuando llegó la comitiva, sentado en su ex casa.
En la recorrida, Pachelo tomó la iniciativa y habló con los jueces, mucho más que sus defensores. “Entrar a Carmel es lo más fácil del mundo”, dijo Pachelo mientras les mostraba a los magistrados un cercado que da hacia la parte trasera de la casa de María Marta.
Así, mientras los funcionarios reconstruyeron el derrotero del día del crimen, el principal acusado cuestionó el relato de los jóvenes que aseguraron verlo trotando en dirección a la casa de la víctima.
“Fui corriendo de mí casa al club house para buscar el auto”, dijo. La duda de los jueces entonces se centró en el camino que hizo Pachelo, clave para sustentar las declaraciones de los testigos.
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Para llegar desde la ex casa de Pachelo al club house hay dos opciones. En la inspección se analizaron esos dos trayectos, se calcularon las distancias a ojo y se planteó cuál era más corto. Allí surgieron las diferencias entre el imputado y la parte acusatoria.
En la actualidad, desde donde estaba el puesto 5, en la galería de la casa lindera a la de Pachelo, no se observan las salidas de la vivienda del imputado. Varios árboles tapan la visión. “Esos árboles los planté yo, antes no estaban”, dijo el acusado.
Tras la recorrida, fue trasladado de vuelta a los tribunales de San Isidro, donde hoy viernes enfrentará una nueva audiencia. Hoy por la mañana, Beatriz Michelini, masajista de María Marta, fue allanada tras ser acusada de falso testimonio en su declaración en el proceso.
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