Alberto Oscar Godoy, de 40 años fue asesinado de ocho tiros en la noche de este miércoles en el cruce de las rutas 34 y la A012, en jurisdicción de la localidad de Luis Palacios, situada en el departamento San Lorenzo, a 32 kilómetros de Rosario. La víctima, según las actuaciones policiales, era un supuesto proveedor de droga que estaba prófugo en la investigación por el triple crimen ocurrido en enero pasado a la salida de un casamiento en Ibarlucea, la boda de dos narcos condenados, una matanza que se cobró la vida de Iván Giménez, su pareja, Érica y su hija Elena, de un a{ño.
El cuerpo de Godoy fue encontrado a la vera del cruce de rutas. Desde un primer momento. los investigadores policiales y el fiscal de San Lorenzo Maximiliano Nicosia Herrero descartaron la hipótesis de un robo, ya que la víctima tenía entre sus prendas las llaves de su camioneta, 47.500 pesos y 300 dólares. A pocos metros estaba su Toyota Hilux –que fue abierta en presencia de testigos–, donde se incautaron 123 mil pesos y documentación.
Según los papeles encontrados en su vehículo, el hombre tenía domicilio en Villa Gobernador Gálvez, una ciudad vecina al sur de Rosario, más lejos aún de donde fue acribillado.
Las primera averiguaciones revelaron que Godoy había sido allanado por la investigación conjunta entre la Justicia provincial y federal por el triple crimen. Godoy no fue encontrado en ese procedimiento.
Según el fiscal auxiliar de la PROCUNAR Matías Scilabra y los fiscales provinciales Gastón Ávila, Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, Godoy estaba dentro de la estructura narco sospechada por ordenar el triple homicidio. Su rol en la banda, de acuerdo al procesamiento que fue dictado a otros presuntos miembros de la organización, era transportar droga hacia el complejo Fonavi de Cerrito al 5700 –zona oeste de Rosario– para su posterior venta.
Godoy, siempre de acuerdo a la teoría de los fiscales, operaba para el clan Tripi que se dedicaría a la comercialización de estupefacientes en parte de la zona oeste en representación de Esteban Alvarado, jefe narco condenado a prisión perpetua.
Otro crimen mafioso: las manos y pies atados y dos tiros en el cráneo
Otro cadáver fue descubierto este jueves en el barrio Empalme Graneros, en la zona noroeste de Rosario. El cuerpo fue encontrado con las manos y los pies atados, amordazado y con dos disparos en el cráneo. Es el homicidio número 232 en lo que va del año en el departamento Rosario, según datos del Observatorio de Seguridad Pública.
El cadáver estaba junto a las vías de ferrocarril, entre las calles Juan B. Justo y Génova, donde se encuentra un asentamiento. Aparentemente, lo ejecutaron entre las 3 y las 4 de la madrugada, de acuerdo a los testimonios que aportaron los vecinos al fiscal de Homicidios Dolosos Alejandro Ferlazzo y una brigada de la Agencia de Investigación Criminal.
“Fue ejecutado en el lugar, donde se secuestraron vainas”, dijo el fiscal en conferencia de prensa.
Según la revisión de los médicos de policía, también tenía dos disparlos en las piernas. “No puedo decir si esto está vinculado a la venta de droga porque la investigación recién comienza y no tengo elementos para afirmarlo”, agregó Ferlazzo.
Enj ese asentamiento se halló en agosto de 2016, el cuerpo de Fabricio Zulatto, un joven de 21 años que jugaba al fútbol de salón en Newell’s y que hacía dos días que estaba desaparecido. El cadáver estaba metido en un pozo ciego de un búnker y con tres tiros en el cráneo.
Por ese homicidio de agosto de 2016 fueron condenados a prisión perpetua el instigador Andrés Soza Bernard (que era proveedor de droga del búnker) y Omar Darío “Pilo” Motier, el autor material del asesinato.
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