Asesinaron a un jubilado de un tiro en la cara en Villa Soldati e investigan un ajuste de cuentas

Ocurrió esta madrugada en sobre la calle Tabaré al 2700. La víctima tenía 76 años

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La esquina donde ocurrió el crimen
La esquina donde ocurrió el crimen

Adolfo Calabretta, un hombre de 76 años, dedicado según registros al negocio de la imprenta, fue asesinado esta madrugada de un tiro en la cara durante un confuso episodio en la entrada de su casa del barrio porteño de Villa Soldati. Según confirmaron fuentes policiales a Infobae, en un primer momento trascendió que se trató de un robo. Sin embargo, de acuerdo con los elementos que pudieron obtener en la investigación, fue un homicidio por encargo o ajuste de cuentas.

En ese sentido, la Policía obtuvo algunos datos de la vestimenta del supuesto homicida y lo busca intensamente por la zona, ya que fue filmado por cámaras de seguridad que captaron la secuencia. De acuerdo con lo que trascendió, vestiría una campera azul, jean y zapatillas con suela blanca.

El hallazgo del cadáver se produjo durante las primeras horas del días por un transeúnte que pasó por el frente de la vivienda, ubicada en la calle Tabaré al 2700. Tras avisar al 911, llegaron efectivos de la Comisaría Vecinal 8B y médicos del SAME, quienes constataron que Adolfo estaba muerto y tenía una herida de arma de fuego en el rostro.

En el lugar trabaja personal de la División de Homicidios de la Policía de la Ciudad y la investigación quedó a cargo de la Fiscalía Criminal y Correccional 3, cuyo titular es el fiscal Marcelo Roma, quien además dispuso la intervención de la la Unidad Criminalística Móvil y la obtención de declaraciones testimoniales.

Según los primeros datos acerca de la víctima, Calabretta se dedicaba a la venta al por mayor de máquinas, equipos e implementos de uso para, librerías, imprentas y artes gráficas. Además de la casa de la calle Tabaré, el hombre de 76 años registra domicilios en la calle Mercedes al 2200, en Floresta, y en Cuzco al 565, a metros de la cancha de Vélez Sarsfield, en Liniers.

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Ayer, dos hermanos fueron hallados muertos en un departamento en una zona del barrio porteño Villa Pueyrredón y los investigadores sospechan, a partir de la escena con la que se encontraron en el lugar, que pudieron haber sido víctimas de un doble crimen: la puerta de la vivienda estaba sin llave y en el interior había desorden, faltaban los teléfonos celulares de ambos y uno de ellos tenía su rostro cubierto con una remera. Los cuerpos, por otra parte, presentaban un estado avanzado de putrefacción.

El hallazgo se produjo pasadas las 18 de este miércoles en un departamento de un complejo ubicado sobre la calle El Gaucho al 5900, en el barrio General San Martín. Los hermanos fueron identificados como Marcelo Fernando Grosso, de 56 años, jubilado que trabajaba como motorman de subte, y Mónica Cristina Grosso, de 63, quien tenía domicilio registrado en el partido bonaerense de Moreno.

Un efectivo de la Comisaría Vecinal 12-B de la Policía de la Ciudad se acercó hasta allí después de que un vecino de la zona, preocupado, llamara al 911 porque en la casa de Grosso no respondían los llamados. Al llegar, como nadie atendía la puerta, el policía abrió una persiana y vio el cadáver de la mujer. Decidió entonces ingresar al domicilio y advirtió que la puerta no estaba cerrada con llave.

Una vez adentro, halló el cuerpo de Mónica Cristina boca arriba en el suelo del living. En la misma posición, pero al costado de la cama de una de las habitaciones, estaba el cadáver del hombre, con restos de sangre a su alrededor. De acuerdo a las fuentes, mientras se aguardaba la evaluación de la Unidad Criminalística de la fuerza porteña, no se pudo determinar a simple vista violencia sobre los mismos debido al estado de descomposición.

Intervino la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Nº46, a cargo de la doctora María Capanegra. Por el momento la causa está caratulada como averiguación de muerte por causas dudosas.

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