“No recuerdo”, fue el latiguillo más repetido este lunes en el juicio por el crimen de María Marta García Belsunce por cuatro ex vigiladores del country Carmel, que la defensa presentó como testigos y que estuvieron el 27 de octubre de 2002 custodiando el barrio. Pero uno de ellos, el que debía hacerle de sombra a Nicolás Pachelo tras la sospecha de que había robado a los vecinos, se quebró ante la insistencia del juez Esteban Andrejín: “Yo ese trabajo lo hacía porque no me quedaba otra. Ese día se jugaba el Superclásico y lo único que me importaba era River Plate, no le presté mucha atención a Pachelo”.
Se trata de Víctor Hugo Contreras, quien ese 27 de octubre de 2002, en el turno de 9 a 19, tenía asignado custodiar a Pachelo y a la que era su mujer por ese entonces, Inés Dávalos Cornejo, a quienes los vigiladores de la empresa Cazadores se referían como Romeo y Julieta. La tarea de los custodios a los que les tocaba ser sombra era apostarse frente a la casa del hoy imputado por el crimen y dar cuenta por handy de todos sus movimientos, inclusos seguirlo si salía en bicicleta o caminando.
El testigo relató que ese domingo de Superclásico se fue a escuchar el partido a la galería de la propiedad de un vecino que estaba cerca del puesto desde el que debía vigilar a Romeo. Ante la proyección de un video donde quedaba en claro que no había buena visión de la propiedad del objetivo, soltó: “Infiero que no se veía la casa de Pachelo”.
Sí recordó que vio al acusado llegar a su casa en su camioneta ese domingo. No pudo precisar en qué horario. “Recuerdo que tenía una camiseta de River Plate colgada y shorts”. Justamente, los últimos tres testigos que vieron a María Marta con vida por última vez, y a metros del acusado, y que eran adolescentes por ese entonces, en el juicio declararon que el imputado vestía short.
Lo cierto es que Contreras, que ahora se dedica a jugar al póker online y que vive en San Lorenzo, provincia de Santa Fe, no fue un testigo sencillo. La mayoría de sus respuestas fueron un “no recuerdo”, aunque luego del video que lo expuso y de las palabras del juez Andrejín, sobre que era la persona que debía vigilar los movimientos del hombre que está acusado del crimen que se cometió ese 27 de octubre luego del Superclásico, el ex custodio de Carmel empezó a dar más información.
“Siempre digo la verdad, siempre, y más en un tema tan importante como este. Les digo lo que me acuerdo y no miento”, se atajó ante los interrogantes que generaban sus “no recuerdo”. Incluso, admitió que tras el crimen y junto a otros vigiladores fue a “una reunión en Retiro con un abogado de la empresa Cazadores y fue por este caso, pero dejé en claro que iba a decir las cosas como tenían que ser”. No dio más detalles sobre lo que pasó en ese cónclave. Sí aclaró: “No recibí plata de nadie ni nadie fue a mi casa, nada relacionado a Pachelo”.
-¿Había irregularidades el día del crimen?
-Si me citaron a esa reunión fue porque algo pasó.
-¿Qué pasó? ¿Qué le preocupaba al abogado de Cazadores?
-No recuerdo.
Contreras declaró varias veces como testigo en el caso y que incluso llegó a estar imputado junto a Pachelo y los ex vigiladores José Ortiz y Norberto Glennon, aunque se desestimó su acusación y no llegó a juicio, como sí los otros tres acusados que ahora están sentados en el banquillo. Según la fiscalía, su nombre no figuraba en la planilla como uno de los vigiladores activos ese 27 de octubre de 2002 y el apellido que sí estaba asignado como la sombra ni siquiera estaba en el barrio ese domingo. “Me entero por usted”, se limitó a contestar.
Contreras contó que ese 27 de octubre fue la única vez que le tocó ser sombra de Pachelo y, antes de confesar que no le había prestado atención a su trabajo por estar atento al partido, dijo: “El partido lo escuché por radio en el puesto, en el que estaba en un alero que había en la casa de un vecino, con vista a la propiedad de Pachelo”. Luego, reconocería que sólo le importaba el Superclásico.
“Recuerdo que era un día lluvioso y que hubo pirotecnia”, dijo y entonces el juez Federico Ecke le deslizó: “Pasaba por alrededor cualquier cosa, pero usted estaba en su mundo…”. A lo que el testigo respondió: “Correcto. Si algo me da vergüenza es que no estaba haciendo mi trabajo”. Y agregó que cuando declaró ante el primer fiscal del caso, Diego Molina Pico, el funcionario le dijo: “Lo único que no te creo es que tiró más pirotecnia River Plate que Boca Juniors”.
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