Hoy, Martín Pines se oculta en Israel, según diversos testimonios, prófugo de la Justicia, asediado por los reclamos de decenas de acreedores como el actor Diego Peretti, que pusieron su dinero en emprendimientos inmobiliarios que Pines encabezó con diversas firmas como Grupo Hausland. La historia de la que lo acusan es sencilla: ofrecer metros cuadrados en obras de pozo en zonas premium como Colegiales, Palermo y Vicente López, cobrar, bolacear y desaparecer.
En los últimos tres años, Pines fue acusado en el fuero penal en más de 20 expedientes con mas de 30 víctimas constituidas como querellantes en su contra, principalmente por el delito de estafa. Muchos de esos expedientes fueron agrupados en el Juzgado N°12, a cargo de la magistrada Elizabeth Paisán, en una causa general que investiga engaños en tres desarrollos inmobiliarios. En esa causa, de todos esos querellantes, el más visible es Peretti, con otros damnificados en la historia como el representante Leandro Rud y el productor de medios Damián Bacman. Pines se encuentra procesado en ese expediente, una decisión que tomó la Sala IV de la Cámara Criminal y Correccional luego de que la jueza Paisán le dictara la falta de mérito, tras diversos recursos de queja de Emiliano Coriolano, abogado que representa a Peretti, aseguran fuentes con acceso al caso.
Luego de que Infobae revelara su historia la semana pasada, los comentarios en torno al caso comenzaron a crecer. Una víctima que perdió más de 150 mil dólares cuando ingresó en un proyecto de Vicente López del que no vio un solo ladrillo hace un retrato punzante de Pines. “Mi último contacto con él fue en 2020. Es un gran manipulador. Vas dispuesto a pegarle y salís dándole un abrazo. Siempre tiene una excusa”, comentó. “Su método era inspirar confianza. Se movía mucho en la colectividad judía, de la que era parte y a la que pertenecen muchas de sus víctimas, con operaciones en efectivo por la confianza que generaba, iba por los padres de compañeros de colegio de sus hijos”, siguió.
Muchos de ellos decidieron no judicializar sus casos, a la espera de una resolución, reteniendo algún tipo de esperanza, algo que ocurrió, por ejemplo, en la presunta megaestafa del caso Hope Funds, hoy en medio de un juicio penal de más de un año de duración, con su jefe, Enrique Blaksley, preso y con pedidos de condena de entre 10 y 18 años de cárcel. Quienes lo hicieron apelaron a la vía del conflicto en Tribunales al ver sus soluciones agotadas.
La familia inmediata de Pines es parte de la historia. Lorena Schupak, su pareja, registrada como empresaria en la AFIP, comparte su domicilio fiscal en la calle Santos Dumont, donde las autoridades fueron a buscar a Pines en diversas ocasiones, sin hallarlo. Schupak, de 46 años, también integró, de acuerdo al Boletín Oficial, nueve sociedades de los negocios de Pines como Conbaires SA, con la que se vendió el emprendimiento por el cual Peretti denuncia haber sido estafado, así como Alvacroze y otras relacionadas a los negocios inmobiliarios.
La pareja de Pines fue demandada en el Juzgado N°95 del fuero civil a comienzos de este mes por el histórico socio del desarrollador. El mismo ex socio demandó a Pines y a Schupak en el Juzgado Comercial N°22 por el cobro ejecutivo de una deuda de 510 mil dólares, tras un convenio de desvinculación societaria celebrado en 2018 y luego reclamado en 2019. El ex socio pidió, entre otras medidas, una inhibición general de bienes. La fecha es indicativa de una crisis interna: la principal sociedad comercial de Pines se disolvía en un reclamo amargo mientras los inversores de las obras reclamaban por sus ladrillos.
Sin embargo, los conocedores del mundo del empresario prófugo no hablan tanto de la pareja. “No la veíamos, aunque esté en los papeles. La figura siempre era el viejo de Martín”, refiere un damnificado. Héctor Pines, de 70 años, un hombre de negocios reconocido en la comunidad judía, inspiraba confianza a quienes entraban a los negocios. “Las desarrolladoras de Martín compartían cartel en obras junto a grandes firmas. Pero estaba Héctor. No sé si era parte integral, no puedo decirlo, pero vos entrabas porque hacías negocios con el hijo de Héctor”, relata otra víctima que recuerda cómo el padre reprendía al hijo por sus apariciones mediáticas.
Pines padre, registrado como desarrollador inmobiliario, que conformó los dos directorios de dos sociedades junto a su hijo en 2002 y 2008, cuando Martín se identificaba como periodista, no figura como co-demandado en los múltiples expedientes del fuero civil y el fuero comercial, con más de 20 demandas separadas en paralelo a las querellas en el fuero penal.
Allí, entre todos esos papeles, la historia del daño atribuido a Pines comienza a formarse.
La más reciente data de fines del mes pasado, un reclamo iniciado en el Juzgado Civil N°34 por un empresario constructor de 51 años, funcionario en el Gobierno porteño y dirigente de un club de fútbol de Primera División. Pines, según la acusación, pidió plata y no devolvió. “Entre el suscripto y el demandado se celebró con fecha 15 de septiembre de 2020 un Contrato de Mutuo con Garantía Hipotecaria en virtud del cual el suscripto le otorga en carácter de préstamo al demandado la suma de USD 385.000. El demandado se obligó a devolver la suma prestada incluyendo el interés y demás accesorios en una única cuota de USD 400.000 el 15 de abril de 2021. Pago que debía abonarse en el domicilio del acreedor”, asegura la demanda.
“De esa manera, mediante escritura número cuatrocientos veintitrés de fecha 15 de septiembre de 2020, la demandada gravó con derecho real de hipoteca en primer grado de privilegio a favor del suscripto”, continúa, con una unidad del desarrollo Horizons en Vicente López involucrada en el proceso. La deuda, si se suman los intereses, asciende a 400 mil dólares. El demandante adjuntó, entre diversas pruebas, las cartas documento que le envió a Pines.
En esas cartas documento, el reclamo era sencillo. O Pines pagaba o se ejecutaba el departamento del proyecto de Vicente López, sobre la calle Bartolomé Cruz.
El emprendimiento de Bartolomé Cruz también le costó una demanda a un poderoso broker inmobiliario, un caso iniciado este año que tramitó en el Juzgado Civil N°19 y que llegó a un acuerdo, el broker demandado tal como Pines, desaparecido del mapa. Estuvo involucrada la firma Alvacroze, integrada por Lorena Schupak en su composición, que no figura como demandada en el expediente. La demanda trata de una reserva por una unidad de 64 metros cuadrados.
El acuerdo, homologado por la Justicia, habla de un pacto de pago para resolver el conflicto por 116 mil dólares, lo que extingue otras demandas. Quien firma es un abogado vinculado a Alvacroze, cuyo apellido figura en entradas de la firma en el Boletín Oficial.
En su demanda original, el denunciante relató lo que relata la mayoría de las víctimas consultadas, una historia de bicicleteo a cargo de Pines.
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