La tragedia sacudió a los vecinos de la localidad chaqueña de Los Frentones, en el Oeste de la provincia norteña, este miércoles por la mañana: José Ramón Miranda, de 50 años, asesinó a su pareja en el hospital en el que trabajaba, escapó en moto y chocó de frente contra un camión: se suicidó y mató al conductor del otro vehículo.
Según precisaron fuentes policiales, todo comenzó alrededor de las 7, cuando Miranda llegó hasta el hospital “Mirta Oliva Salto” en busca de su pareja, la enfermera identificada como Eleuteria del Valle Melián, de 47 años. El asesino se dirigió directamente al consultorio N°2 Plan Materno Infantil, donde estaba trabajando la mujer. Allí la atacó con un cuchillo: le asestó al menos dos puñaladas, en el pecho y el abdomen.
Tras el llamado al 911, personal de la comisaría local fue advertido y se presentó en el lugar. Al entrevistar a los testigos, establecieron que el supuesto autor del femicidio de la enfermera sería Miranda, quien luego cometer el crimen se dio a la fuga en una motocicleta Yamaha FZ de color negro.
Unos minutos después, los policías tomaron conocimiento de un accidente vial sobre la Ruta Nacional N° 16 entre un camión y una moto. Agentes locales se trasladaron hasta ese lugar y comprobaron que se trataba de Miranda. Según reveló el jefe de Policía del Chaco, Ariel Acuña, se arrojó bajo las ruedas de un camión Scania cargado de trigo, que intentó esquivarlo.
El accidente provocado por Miranda no solo terminó con la vida de femicida, sino también con la del conductor del camión, identificado como Darío Clemar Massaferro, de 42 años y con domicilio en Las Breñas. La investigación del caso quedó en manos del fiscal Marcelo Fabián Soto.
La enfermera víctima del femicidio, que era conocida como Esther, tenía tres hijos de entre 7 y 25 años y convivía con Miranda, que integraba hasta el año pasado un consorcio caminero.
Tras conocerse el hecho, en las redes comenzaron a multiplicarse los mensajes de despedida a Massaferro: “Vuela alto, tío querido... De no creer, no era el momento, no era tu momento, no merecías esto, nada de esto! Te fuiste tío, yo sé que Dios te tiene en su santa gloria, eras un genio, tan bueno, tan compañero con tu gente querida, nunca me voy a olvidar de cómo eras, con ese enorme y gran corazón! Hasta siempre, tío Darío”, lamentó una sobrina.
Una amiga le dedicó las siguientes palabras: “Ayer me fuiste a visitar y, como nunca, me diste un abrazo. Cuánto te vamos a extrañar, Cabe. Qué increíble fuiste, siempre presente para todos! Siempre con tu camión... Eras el capo del camión. Hasta vamos a extrañar que ‘don feibu’ (como vos le decías) bloquee tus publicaciones picantes. Te quiero eternamente. Te vas siendo un gran tipo. Gracias por haber existido”.
Otra persona de su entorno lo recordó como un “gran tipo, sencillo, compinche y de buen corazón”. Y una usuaria de Facebook escribió: “Te vi crecer junto con mis hijos y no lo puedo creer. Me duele el alma... Para mí, eras hijo del corazón. Le pido a Dios por el descanso eterno de tu almita y que brille para ti la luz que no tiene fin. Acompaño a tu esposa, tus hijitos, tus hermanos y demás familiares en este momento doloroso”.
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