Tras diez días de internación, Pedro “Peter” Alberto Orquera (61), el fotógrafo que fue agredido por los amigos de Margot Robbie y Cara Delevingne, recibió hoy el alta médica y abandonó el Hospital Argerich, donde lo operaron por una factura expuesta en uno de sus codos.
Orquera fue atacado por Jac Rhys Hopkins (29) y Josey McNamara (45), quienes lo corrieron y lo golpearon luego de que les tomara fotografías a las actrices a la salida del restaurante Patagonia Sur del barrio porteño de La Boca. Este martes, desde la puerta del nosocomio, el reportero gráfico habló con la prensa y contó que se siente “muy dolorido” y que le espera una larga recuperación: “Fue un episodio muy trágico en mi vida”, dijo.
“Soy freelance, no tengo un sueldo. Ahora estoy fuera del circuito. Esto me arruinó la vida, no puedo solventar a mi familia, estoy atravesado por esta situación de no saber qué hacer”, agregó el paparazzo, que estuvo acompañado de su hijo, de su hermana -que viajó desde el sur- y de un taxista que lo ayudó la noche del ataque.
Luego, se refirió a los agresores y cuestionó a la justicia porteña.
El jueves pasado, tanto Hopkins como Mc Namara declararon ser camarógrafo y productor, respectivamente, y reconocieron ante el Juzgado en lo Penal, Contravencional y de Faltas N°10 haber estado en el lugar de los hechos acompañando a las estrellas de Hollywood durante una visita de incógnito al país, pero negaron toda participación en los hechos por los cuales son acusados.
Luego de la audiencia, la justicia de la Ciudad de Buenos Aires los autorizó a poder salir del país tras pagar una caución de 2 millones de pesos cada uno. “Tras presentar nuevas pruebas y solicitar el cese inmediato de las medidas restrictivas, la defensa acordó con la Fiscalía el cese de la prohibición para salir del país tanto para Hopkins como para Mc Namara. El permiso se extenderá a partir del depósito de una caución de $2.000.000″, comunicaron desde el departamento de información judicial del Consejo de la Magistratura local.
Además, se conoció que los imputados deberán presentarse ante la Justicia argentina cada vez que les sea requerido. De esta manera, podrán transitar el proceso judicial en libertad.
“Supuestamente todavía no se fueron del país. Están dando vueltas para ver qué pueden hacer para quedar impunes”, dijo Orquera.
Y reprochó la resolución judicial: “Casi me arrebatan la vida de una manera traicionera, me pegaron de atrás para que no pudiera defenderme. A estas personas no pueden decirle que por dos presos se van. A las actrices tampoco la llamaron a declarar. ¿Qué están haciendo estos jueces? Le pido al Consejo de la Magistratura que tome cartas en el asunto de manera inmediata”.
En una entrevista con Infobae a horas del ataque, el fotógrafo había contado lo sucedido. De acuerdo al relato de “Peter”, en un momento las dos actrices no podían abrir las puertas del auto, lo que las irritó notoriamente. “Así logré las fotos”, reveló. Luego, se produjo el incidente violento: “Se vinieron los dos (productores) a la mitad de la calle, pero yo seguí haciendo fotos. Se la agarraron conmigo, me empezaron a insultar en inglés, me prepotearon y salí corriendo rumbo al taxi que me estaba esperando. Me querían sacar la cámara”.
“Venían por mí y me alcanzaron. No sé cuál fue, pero se tiró con todo su peso contra mí en velocidad; y caí al piso con el brazo y choqué contra mi taxi. Fue terrible. La cámara voló y yo veía el hueso al descubierto, la hemorragia y no podía mover el brazo. Perdí la consciencia”, agregó.
Orquera fue asistido y operado en el Hospital Argerich. La intervención quirúrgica demandó dos horas. “Estaba destruido el brazo. Tuvieron que reconstruir la articulación y ponerle los clavos”, contó días atrás. En ese contexto, acotó: “Por 60 días tengo que tener totalmente inmovilizado el brazo y es el tiempo necesario para una recuperación primaria. Luego, un año y medio, como mínimo, para una recuperación integral”.
“Es la primera vez que tengo una experiencia así, de una brutal paliza, de acto de violencia de esta naturaleza. Mi cámara voló por el aire. Por suerte, la recogimos del piso y la guardé en la mochila. Las imágenes las tengo”, aseguró la víctima. Con el correr de las horas, por otra parte, se conocieron las filmaciones de la esquina del restaurante que registraron el ataque.
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