El destino de Martín Santiago del Río será dentro de la celda de un penal bonaerense. Es que al empresario, acusado de asesinar a sus padres en Vicente López, le dictaron la prisión preventiva y ahora deberá esperar el juicio oral tras las rejas. Así lo decidió el juez Ricardo Costa luego de un contundente pedido de los fiscales que investigan el caso.
En la requisitoria que enviaron los investigadores el lunes pasados, acusaban a Del Río de haber ingresado a la casa de sus padres el 24 de agosto para asesinarlos: “Entre las 17.33 y las 18.30 aproximadamente Martín Santiago Del Río, se hizo presente a pie en el domicilio de sus progenitores y en base al plan que previamente había diagramado, ingresó a la vivienda por sus propios medios a través del garaje.Una vez dentro, decidió en base al plan estipulado, quitarles la vida, de manera clara e inequívoca”.
Para los investigadores, no quedan dudas de que el hombre tenía “la información necesaria sobre la logística y movimientos propios de la vivienda”.
En su escrito presentado el lunes, los fiscales Alejandro Musso, Marcela Semeria y Martin Gómez aseguran que Martín del Río mintió en sus dos declaraciones indagatorias y, a raíz de esto, marcaron 15 contradicciones.
Además, basaron en tres ejes probatorios para sustentar la petición de preventiva que hoy fue aceptada. En primer lugar las cámaras de seguridad, donde se ve a un hombre, que camina igual que Del Rio hijo, salir de la casona de Vicente López a la hora del crimen. También se basan en los movimientos de los celulares de las víctimas y el victimario y en los testimonios del expediente.
A pesar del feriado, el juez Costa emitió hoy un contundente documento de 115 fojas, al que accedió Infobae, en donde coincide con los investigadores en que las pruebas qué hay en el expediente, alcanzan para que Del Río espere el juicio en prision.
“Martín del Rio es responsable “prima facie” del hecho que motivara la formación de la presente causa, existiendo semiplena prueba e indicios firmes, plurales, convergentes y directos, que producen el grado de conocimiento que justifica la presente medida”, escribió Costa.
Por otro lado, el magistrado consideró que existen “peligrosos procesales” como el posible entorpecimiento de la causa por parte de Del Rio, ya que anteriormente intentó “desviar el curso de la pesquisa hacia terceras personas, como así la desaparición de importantes elementos de prueba vinculados con la autoría del hecho”.
No quedan dudas, que una de las pruebas que más complican a Del Rio son las cámaras de seguridad. Sobre todo, aquellas que ven salir a un encapuchado de la escena del crimen, que camina con la misma desviación en la pierna izquierda que el acusado. En el expediente, ya declararon seis testigos que dijeron que el caminante encapuchado era Del Rio. Entre ellos, su hermano Diego y su amante Paola. De este punto, también habló el juez: “más allá de lo sostenido por los distintos testigos que lo reconocen por ese motivo, dicha circunstancia también es apreciada por el suscripto (el juez) en todas las filmaciones correspondientes al sujeto en cuestión como así también aquellas pertenecientes, indudablemente al imputado”.
En otro segmento, el magistrado le da razón a los fiscales en cuanto al posible móvil del crimen. El escrito habla de la promesa de mudanza al departamento del piso 31 del Chateau que las víctimas pensaban que se realizaría de inmediato, cuando en realidad su hijo les había mentido.
Otro de los puntos a los que se refiere Costa en su escrito, tiene que ver con la autopsia. El médico Martín Adrián Fernández, numerario del Cuerpo Médico de San Isidro, había escrito en un primer documento que las muertes se habían producido de “12 a 18″ horas antes de la autopsia. Aunque luego, los cambió mediante un acta firmada junto a otros superiores y extendió ese plazo a las “36 horas”. En una tercera comparecencia ante la fiscalía aclaró que se trató de un “error involuntario”. Por esta situación la defensa de Del Rio pidió la detención del profesional.
Ante esta situación de la autopsia, el juez remarcó: “Existen motivos por los cuales es posible concluir que el horario posible de muerte sindicado en la declaración testimonial aclaratoria por el médico autopsiante, resulta coincidente con los restantes elementos reunidos en autos y en particular con los fenómenos cadavéricos verificados”.
Uno de los endebles elementos de defensa que expuso la abogada de Del Rio, Monica Chirivin, tiene que ver con que su defendido usa anteojos permanentemente y el caminante que se ve en las cámaras no los tiene. Sin embargo, este argumento es destruido por el juez: “Lo cierto es que no resulta posible advertir en las filmaciones que esa persona que se observa caminar —por taparse el rostro con capucha y barbijo—, realmente no lleve anteojos”.
Con esta prisión preventiva, Martín Santiago del Rio quedará detenido hasta que se desarrollo un futuro juicio oral. La posible pena es de prisión perpetua.
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