El periodista Ernesto Behrensen, padre de Camila, la joven estudiante y científica asesinada en su departamento de la zona de Midtown en Kansas City, donde cursaba una beca posdoctoral en el Stowers Institute for Medical Research, comenzará su viaje a Estados Unidos para recuperar el cuerpo de su hija, confirman fuentes cercanas al periodista. Allí, recibirá acompañamiento del Consulado local. El Gobierno porteño trabajó con Cancillería para expeditar una visa a Estados Unidos y poder asegurar el viaje.
Mientras tanto, la investigación a cargo del Kansas City Police Department avanza con medidas firmes.
Behrensen fue asesinada junto a su compañero de estudios Pablo Guzmán Palma, hallado también en la escena tras un incendio en un departamento, luego de que un vecino alertara a los bomberos el sábado pasado a la madrugada sobre las llamas en la unidad, ubicada un complejo sobre la calle Oak Street al 4100. Un primer análisis a los cuerpos reveló que tenían golpes que no se condecían con el fuego.
Ahora, un artículo del diario Kansas City Star revela que el juez del caso autorizó peritar los registros de voz del dispositivo Alexa, fabricado por Amazon y activado por voz, hallado en la escena. Se sospecha que allí podrían estar guardadas conversaciones entre las víctimas y el victimario. Según evidencias en la escena, los detectives sospechan que el asesino pasó “un tiempo considerable en el lugar”.
Por otra parte, continúa el pedido de los investigadores a vecinos para que aporten al expediente todo material que permita identificar a los sospechosos, como filmaciones de cámaras hogareñas de seguridad o testimonios.
Desde el Instituto Stowers, donde estudiaban las víctimas, se emitió un comunicado el lunes: “Estamos devastados por las trágicas muertes de estos estudiantes. Estos investigadores eran miembros de nuestra generación 2020 y enérgicos miembros de nuestra comunidad del Instituto Stowers. Nuestras más profundas condolencias están con sus familias en este momento difícil”, expresaron.
Camila Behrensen tenía una licenciatura en Ciencias de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) y pasó dos años estudiando los cambios metabólicos en la mosca de la fruta. Esa investigación le permitió ser coautora de un artículo publicado en Scientific Reports. También explicaron que la víctima “soñaba con obtener su título de postdoctorado y liderar un equipo de investigación formando su propio laboratorio”.
En el perfil de Camila que aparece en la página del Instituto Stowers relatan que “podría agradecer a Isaac Asimov por su amor por la ciencia”. Y cuentan que, al crecer, ese “era su autor favorito, en parte debido a cómo podía explicar conceptos complicados de manera que todos pudieran entender”.
En tanto, desde el Instituto Stowers, destacaron que Guzmán Palma obtuvo su título de bachiller en Ciencias y posgrado en Bioquímica en la Pontificia Universidad Católica de Chile: “Su primer proyecto de investigación se centró en la regeneración de la médula espinal. Su anhelo era continuar sus estudios centrándose en cómo las células interpretan e integran varios tipos de señales durante el desarrollo y, posiblemente, comenzar su propio laboratorio después de completar su doctorado”.
En el perfil de la víctima que figura en el portal de la casa de estudios de Kansas se lee que Guzmán Palma “pensó que quería ser astrónomo, hasta que aprendió a usar un microscopio en la escuela secundaria, donde mirar muestras recolectadas del jardín cambió la trayectoria de su vida”.
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