A más de una década de su furiosa aparición en la escena delictiva, Los Monos no detienen su historia de violencia que se repite en las generaciones de sus filas. La semana pasada, una fiscal de Rosario acusó a 28 integrantes del grupo, muchos de ellos considerados parte de una nueva generación de hampones de la banda. Se les atribuyó formar parte de una asociación ilícita también haber de perpetrado tres resonantes homicidios, ocurridos entre junio de 2021 y julio pasado.
Ahora, en la noche de este lunes, sicarios desconocidos mataron a la abuela de la un jove sospechado de ser la mano derecha de Luciano Cantero, de 19 años hijo de “El Pájaro”, el asesinado líder de Los Monos, hoy preso como líder de una organización criminal. Dos horas después, dos policías fueron detenidos por haber cobrado una coima de diez mil pesos a dos integrantes de la banda para liberarlos en medio de un procedimiento.
El crimen ocurrió cerca de las 21, cuando Ermelinda Zalazar, de 66 años, estaba en una granja de la calle Melián al 6300, zona del barrio La Granada, territorio históricamente dominado por Los Monos. El asesinato de Zalazar es el número 224 en lo que va del año en el departamento Rosario, según el Observatorio de Seguridad Pública.
De acuerdo a los datos recolectados por investigadores policiales sobre la mecánica, dos sicarios se bajaron de un auto gris –posiblemente un Volkswagen Gol– y la ejecutaron de al menos tres disparos en la cabeza. La mujer fue trasladada de urgencia al hospital Roque Sáenz Peña, pero falleció al ingresar.
Después del crimen, los investigadores policiales encontraron un número de teléfono escrito con tiza en medio de la calle donde fue el ataque. “Llamen XD”, decía, con un intento de imitar un emoji. Infobae intentó comunicarse con esa línea telefónica, pero nadie atendió a pesar de haber dado tono.
Cuando el fiscal de Homicidios Dolosos Adrián Spelta tomó intervención en la investigación comenzó a recibir información de que la víctima era la abuela de Dylan Tomás Baldón, alias “Capocha”, de 18 años, que está preso por festejar a puro tiro la Navidad del año pasado junto al hijo del “Pájaro” Cantero en la terraza de una casa de barrio La Granada.
“Capocha” cayó el 29 de agosto pasado, cuando fue detenido en un procedimiento policial con dos pistolas, una moto robada y 73 gramos de cocaína.
Baldón, precisamente, forma parte del grupo de 28 presuntos integrantes de la “nueva generación de Los Monos” que la fiscal provincial Marisol Fabbro imputó la semana pasada Centro de Justicia Penal por asociación ilícita, extorsiones, balaceras y tres asesinatos. Este martes se retoma la cuarta jornada acusatoria y se prevé que se resuelva si quedan detenidos.
En el caso de Dylan Baldón, la fiscal Fabbro le atribuyó oficiar de “organizador” por debajo de los tres presuntos líderes de la banda (Luciano Cantero, su novia Érica Bullón y su madre Lorena Verdún, ex pareja del “Pájaro”).
En la investigación, la funcionaria del Ministerio Público de la Acusación imputó a “Capocha” por comunicarse principalmente con “Lucho” Cantero –actualmente detenido en el Complejo Federal para jóvenes adultos de Marcos Paz–, quien impartió distintas órdenes de cometer delitos que él llevó a la práctica.
Otro de los acusados en esa causa, pero como presunto miembro de la organización, es Dylan Lautaro Cantero, hijo del fundador histórico de Los Monos Máximo Ariel “El Viejo” Cantero. En llamados telefónicos ventilados en las audiencias Dylan habla constantemente con su sobrino, Luciano Cantero, sobre intercambio de armas y también sobre “ir a matar gente”.
Una hora y media antes del brutal homicidio de Zalazar, dos policías del Comando Radioeléctrico fueron detenidos en la zona sur de Rosario bajo sospechas de haber cobrado una coima de diez mil pesos a dos integrantes de Los Monos a cambio de no detenerlos.
La causa está a cargo del fiscal Pablo Socca, que los llevará a audiencia imputativa el próximo jueves. Según su investigación, los agentes sabían que Socca estaba por allanar en agosto pasado a la célula que opera para Los Monos en la zona noroeste de Rosario y con esa información demoraron a dos de los integrantes de esa estructura criminal en un falso control con el objetivo de sacarles dinero para liberarlos.
Pese al cobro de la coima y la liberación, los dos miembros de Los Monos cayeron después en distintos operativos de la Agencia de Investigación Criminal, la Tropa de Operaciones Especiales, Gendarmería y la Unidad Regional II.
Los policías involucrados son el inspector Jorge César R. y el oficial Ricardo Jorge P., quienes fueron frenados en la noche de este lunes por la Agencia de Control Policial (ex Asuntos Internos) en Ayacucho al 6800 mientras prestaban servicio en una camioneta de la fuerza de seguridad provincial.
Al oficial Ricardo P. le secuestraron un revólver calibre 22 que llevaba oculto en su chaleco antibalas y al inspector Jorge R. le encontraron un revólver del mismo calibre, pero en un bolso que estaba dentro del vehículo. En ninguno de los casos tenían manera de justificar la presencia de esas armas en el patrullero.
Después del procedimiento, donde también fueron incautados 19.500 pesos y las armas reglamentarias, fueron allanadas las casas de los dos uniformados. En el domicilio de Jorge R. se halló otro revólver sin documentación.
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