Jac Rhys Hopkins y Josey McNamara, los amigos de Margot Robbie y Cara Delevingne acusados de golpear al fotógrafo Pedro Orquera y fracturarle el brazo luego de que intentara tomarle una fotografía a las actrices en las inmediaciones del restaurant Patagonia Sur, enfrentarán hoy a la Justicia, en un horario todavía a definir. Serán indagados por la fiscal Catalina Neme, que los imputa por el delito de lesiones graves mientras recaba pruebas como diversos testimonios.
Mientras tanto, aguardan detenidos en una celda de la Comisaría Vecinal 4C de la Policía de la Ciudad. Ayer fueron visitados por su abogado, Marcos Salt, un reconocido jurista y especialista en el mundo del derecho penal. Salt planea visitarlos nuevamente en la jornada de hoy. Robbie y Delevingne no abandonaron el país, confirman fuentes del expediente: tenían planeado un viaje al sur en la jornada de ayer.
Por lo pronto, aseguran fuentes judiciales a Infobae, ambas actrices no declararán en el expediente del caso. Después de que declaren los imputados se evaluará si se citan. Por lo pronto, hay varios testigos en el sumario, entre ellos un taxista.
Mientras tanto, se conoce un relato que ambos acusados realizaron sobre el ataque. “Son personas de un perfil cero violento, McNamara es un productor importantísimo, fue muy confuso el incidente que ocurrió, lo del fotógrafo fue una persecución”, asegura una fuente cercana a ambos acusados a este medio. “No son guardaespaldas, como trascendió en un primer momento. Es más, Cara y Margot ni siquiera trajeron seguridad para este viaje. Llegaron al restaurant en un auto de una aplicación y tras lo que pasó se fueron también en un auto de aplicación. En medio del tumulto que se armó, Robbie casi se cae al piso. El auto arrancó pensando que les estaban robando”, sigue.
Sobre McNamara, la fuente cercana a los acusados asegura que “ni estaba cerca” del supuesto ataque. El rol de Hopkins es más difuso. “Iremos viendo”, dice la fuente sobre él.
Con respecto al fotógrafo Orquera, ayer salió de una cirugía de la cual se recupera. Se encuentra estable, internado en observación, sedado y con tratamiento antibiótico en el área de traumatología del hospital Argerich.
En una entrevista con Infobae, el fotógrafo aseguró sentirse aturdido por lo sucedido. Declaró ante la fiscalía en la noche del domingo. De acuerdo al relato del propio reportero gráfico, en un momento las dos actrices no podían abrir las puertas del auto, lo que las irritó notoriamente. “Así logré las fotos”, reveló el fotógrafo.
Luego, se produjo el incidente violento: “Se vinieron los dos (productores) a la mitad de la calle, pero yo seguí haciendo fotos. Se la agarraron conmigo, me empezaron a insultar en inglés, me prepotearon y salí corriendo rumbo al taxi que me estaba esperando. Me querían sacar la cámara”.
“Venían por mí y me alcanzaron. No sé cuál fue, pero se tiró con todo su peso contra mí en velocidad; y caí al piso con el brazo y choqué contra mi taxi. Fue terrible. La cámara voló y yo veía el hueso al descubierto, la hemorragia y no podía mover el brazo. Perdí la consciencia”, agregó.
“Es la primera vez que tengo una experiencia así, de una brutal paliza, de acto de violencia de esta naturaleza. Mi cámara voló por el aire. Por suerte, la recogimos del piso y la guardé en la mochila. Las imágenes las tengo”, aseguró.
Así, la cámara de Orquera se convierte en otro posible punto a peritar para la fiscalía.
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