La autopsia a los cuerpos de José Enrique Del Río y Mercedes Alonso, el matrimonio asesinado en una casona de Vicente López en agosto pasado es el punto más controvertido que tiene el expediente.
Para los fiscales que trabajan en la causa, no hay dudas de que el asesino es el hijo menor de la pareja, Martín Santiago del Río. Contra él hay una cantidad impactante de pruebas que van desde cámaras de seguridad hasta chats y testimonios de sus propios familiares.
La defensa se aferra a la controversia en torno a las autopsias porque quiere demostrar que la hora de la muerte de la pareja es distinta a la que creen los investigadores.
El médico Martín Adrián Fernández, numerario del Cuerpo Médico de San Isidro, había escrito en un primer documento que las muertes se habían producido de “12 a 18″ horas antes de la autopsia. Aunque luego, los cambió mediante un acta firmada junto a otros superiores y extendió ese plazo a las “36 horas”. En una tercera comparecencia ante la fiscalía aclaró que se trató de un “error involuntario”.
A raíz de este error, la defensora de Del Río, Mónica Chirivin, presentó una denunica ante el Juzgado de Garantias N°1, donde pide que el médico sea investigado por “el delito de falso testimonio en los términos del segundo párrafo del art. 275 del Código Penal de la Nación”.
El artículo citado prevé: “Si el falso testimonio se cometiere en una causa criminal, en perjuicio del inculpado, la pena será de uno a diez años de reclusión o prisión”. Y en base a ello, la defensora exige la detención del médico.
Para entender la importancia del pedido, hay que realizar un breve repaso de los hechos registrados en el expediente. Para los fiscales Alejandro Musso, Marcela Semeri y Martín Gómez, está más que comprobado que Martín Santiago del Río ingresó a la casa de sus padres a las 17:30 del miercoles 24 de agosto, los asesinó a tiros, y luego salió a las 18:30. Para sustentar esa acusación, hacen hincapié en las cámaras de seguridad que lo observan ingresar y salir, los chats y los impactos en las antenas de su celular, y en los testimonios de sus familiares más cercanos que lo marcan como el hombre que ingresa y egresa de la escena del crimen.
Sin embargo, en el medio aparece la autopsia y la data de muerte. Las pericias realizadas a los cuerdos de Mercedes y José Enrique se hicieron en la tarde del jueves 25 de agosto. A las 17:30 y 19 respectivamente. Los cuerpos habian sido encontrados esa misma mañana. Quien debería haber realizado esos examenes es un medico llamado Federico Corasaniti, que es jefe del Cuerpo Médico Forense de la Policía Bonaerense en el Departamento Judicial de San Isidro. Es un profesional que actuó en numeroso casos, como el de la muerte de Maradona. Sin embargo, estaba de vacaciones. Por eso, quien quedó a cargo de las necropsias fue otro profesional de menor rango, Martín Adrián Fernández.
En el documento que firmó este médico, quedó expresado que las autopsias se realizaron en la tarde de ese jueves y que la data de muerte, aproximadamente, era de “entre 12 y 18 horas” anteriores . Por lo tanto, eso marcaría como horario de muerte un lapso que comienza a las 23 y no coincide con la ventana de tiempo que utiliza la Fiscalía para realizar su acusación. Sin embargo, para los investigadores ese punto ya fue aclarado.
Es que el 19 de septiembre fueron citados por los fiscales el propio autopsiante Fernández junto a sus jefes, los médicos Carlos Casinelli, director a cargo de Medicina Legal de la Superintendencia de Policía Cientifica de la Provincia de Buenos Aires, y Ricardo Grubisa, de la mima dependencia. Los tres firmaron un acta en donde aseguran: “Podemos afirmar que la muerte de ambos se produjo en un lapso de hasta 36 horas. contando a partir de la operación de autiopsia”.
No es el único documento que hay en la causa sobre este punto. En los últimos días, Fernández, el autopsiante, volvió a ser llamado a declaración y aseguró que en el horario informado inicialmente hubo un “error involuntario”.
Ante la imposibilidad desmoronar la abrumadora cantidad de pruebas que hay en su contra, Del Rio intenta aferrarse a esta polémica para mejorar su situación porcesal. Es por esto que la abogada defensora presentó la denuncia penal contra el autopsiante: “El Dr. Fernández, brinda precisiones que se contradicen no solo con los protocolos de autopsias informados en autos respecto de las víctimas, sino que se contradice a sí mismo en la propia declaración con el afán de acomodar sus dichos a las necesidades de la fiscalía”, dice el escrito.
Ahora será el juez Ricardo Costa el que decidirá el futuro de esa denuncia. Es el mismo magistrado de la causa original, y quien en las proximas horas deberá expedirse sobre el futuro de Del Rio. Es que es inminenete la presentación, por parte de los fiscales, del pedido de prisión preventiva. En caso de ser aceptado, Martín Santiago del Rio continuará sus días en un penal.
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