La indagatoria estaba pautada para las 15.15, en principio. Por eso, desde temprano Jac Rhys Hopkins y Josey McNamara, los amigos de Margot Robbie y Cara Delevingne acusados de fracturarle el codo al fotógrafo Pedro “Peter” Orquera, fueron trasladados por la Policía de la Ciudad al edificio de la avenida Paseo Colón al 1.300 para sentarse cara a cara con la fiscal porteña que los investiga por el delito de “lesiones graves”, que prevé de 1 a 6 años de cárcel. Sin embargo, recién pasadas las 17 comenzó el trámite.
La causa por la que McNamara y Hopkins están presos desde la madrugada del domingo se convirtió en un escándalo internacional. Los dos hombres de nacionalidad británica corrieron y golpearon al reportero gráfico que fotografió a las actrices en inmediaciones del restaurante “Patagonia Sur”, del barrio porteño de La Boca, el sábado por la noche durante una visita de incógnito al país.
Este lunes, tras pasar todo el domingo presos en la Comisaría Vecinal 4C de la Policía de la Ciudad y ser visitados por su abogado Marcos Salt, los dos detenidos comenzaron a ser indagados por la fiscal Catalina Neme, que los imputa por el delito de lesiones graves, en principio. “Dependerá del informe médico con respecto a la salud del fotógrafo la calificación legal que finalmente les imputen y de ello depende su libertad. Lo cierto es que la cita se demoró un par de horas por una de las partes”, aseguraron fuentes judiciales a Infobae.
Por lo pronto, este lunes se le tomó la declaración testimonial a la víctima que está internado en el hospital Argerich a la espera que los médicos fijen el horario para la operación que se hará este jueves: tiene fracturado el codo derecho, y está enyesado y medicado. “Tuvo tanto dolor que se desmayó nuevamente”, dijeron desde su entorno. Eso sí, ya tiene abogado: Matías Morla. “Va a pedir la prohibición de salida del país de ambos sospechosos y, en función de lo que establezcan las cámaras de seguridad, que tampoco las actrices puedan irse de Argentina y se evalúe su rol en lo sucedido”.
Este lunes, en tanto, se conoció el relato que ambos acusados realizaron sobre el ataque. “Son personas de un perfil cero violento, McNamara es un productor importantísimo, fue muy confuso el incidente que ocurrió, lo del fotógrafo fue una persecución”, dijo una fuente cercana a ambos detenidos.
“No son guardaespaldas, como trascendió en un primer momento. Es más, Cara y Margot ni siquiera trajeron seguridad para este viaje. Llegaron al restaurante en un auto de una aplicación y, tras lo que pasó, se fueron también en un auto de aplicación. En medio del tumulto que se armó, Robbie casi se cae al piso. El auto arrancó pensando que les estaban robando”, siguió.
Sobre McNamara, la fuente cercana a los acusados asegura que “ni estaba cerca” del supuesto ataque. El rol de Hopkins es más difuso. “Iremos viendo”, dice la fuente sobre él.
En una entrevista con Infobae, el fotógrafo aseguró sentirse aturdido por lo sucedido. De acuerdo al relato de “Peter”, en un momento las dos actrices no podían abrir las puertas del auto, lo que las irritó notoriamente. “Así logré las fotos”, reveló. Luego, se produjo el incidente violento: “Se vinieron los dos (productores) a la mitad de la calle, pero yo seguí haciendo fotos. Se la agarraron conmigo, me empezaron a insultar en inglés, me prepotearon y salí corriendo rumbo al taxi que me estaba esperando. Me querían sacar la cámara”.
“Venían por mí y me alcanzaron. No sé cuál fue, pero se tiró con todo su peso contra mí en velocidad; y caí al piso con el brazo y choqué contra mi taxi. Fue terrible. La cámara voló y yo veía el hueso al descubierto, la hemorragia y no podía mover el brazo. Perdí la consciencia”, agregó.
“Es la primera vez que tengo una experiencia así, de una brutal paliza, de acto de violencia de esta naturaleza. Mi cámara voló por el aire. Por suerte, la recogimos del piso y la guardé en la mochila. Las imágenes las tengo”, aseguró.
Así, la cámara de Orquera se convierte en otro posible punto a peritar para la fiscalía. Mientras tanto, buscan testigos y cámaras de seguridad que hayan captado lo ocurrido.
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