Germán Darío Havad, Bernardo Emanuel Blanco y Diego Maximiliano Lezcano son tres de los cinco detenidos que escaparon de la Comisaría Vecinal 10A, en el barrio porteño de Villa Luro, que a casi 24 horas de la huida todavía permanecen prófugos. David Javier Sain y Agustín Lartigau, los otros dos reclusos, fueron recapturados a los pocos minutos.
El escape ocurrió ayer cerca de las 14:00, cuando los detenidos se encontraban en el patio de esta dependencia, ubicada sobre la calle Basualdo al 165, mientras disfrutaban de su horario de recreación.
En ese momento una persona que pasaba por el lugar vio a los delincuentes cuando saltaban los muros del edificio y rápidamente le avisó a las autoridades de la comisaría, quienes le ordenaron al resto de los internos que regresaran cuanto antes a sus celdas.
Allí realizaron el conteoy fue entonces que descubrieron que los cincos delincuentes ya no estaban en la comisaría. Lograron recapturar a los pocos minutos a Lartigau y Sain (investigados por robo agravado por el uso de arma de fuego), mientras que los otros detenidos siguen a la fuga.
El primero de ellos es Havad. Se trata de un hombre de 50 años, acusado de encubrimiento agravado. Su último domicilio registrado es en la localidad bonaerense de Vicente López, sobre la avenida Libertador a escasos metros de la General Paz. Según registros oficiales, durante 2013 trabajó para el Ente de Cooperación Técnica y Financiera del Servicio Penitenciario Federal, cobrando el sueldo de un detenido por trabajos menores. Es decir, Havad ya estuvo preso.
Blanco por su parte es un hombre de 32 años, había sido detenido en Villa Luro por tentativa de robo. Su último domicilio fiscal se ubica en la localidad bonaerense de José C. Paz y fue empleado hasta 2013 en una empresa de carpintería y albañilería. El tercero es Lezcano, de quien hay escasa información. Las fuentes oficiales consultadas por este medio indicaron que hasta ayer estaba detenido con prisión preventiva por averiguación de ilícito.
Tras confirmarse el escape, los uniformados revisaron el patio de la dependencia y descubrieron que en una de las paredes del patio faltaba uno de los barrotes que se encuentran como medida perimetral, por lo que se cree que fue por ese lugar por donde escaparon los reclusos.
Desde la Policía de la Ciudad explicaron que esta comisaría está sobrepoblada debido a que en ella están alojadas también algunas personas que ya cuentan con una condena firme, las cuales deberían ser trasladadas a una cárcel.
En este sentido, señalaron que desde el inicio de la pandemia del coronavirus y la implementación de la cuarentena, el 20 de marzo de 2020, el Servicio Penitenciario Federal dejó de recibir a detenidos provenientes de dependencias de la Ciudad de Buenos Aires, por lo que el distrito pasó de tener 61 reclusos en las alcaidías y ninguno en las comisarías, a un total de 900 en algunos lugares con capacidad para 250, como sucede en la de Villa Luro.
“El Servicio Penitenciario Federal nos cerró las puertas en una clara intencionalidad política para perjudicarnos. Hay 1.500 policías que en vez de estar cuidando a los vecinos en las calles están en las comisarías cuidando presos, y no fueron entrenados para eso”, expresó el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro.
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