Diego Gastón Guida y Cristian Ramón Vivas fueron imputados por el homicidio de un policía y un barrendero durante un intento de asalto cometido dentro de un colectivo en octubre de 2020. Durante el juicio oral, los abogados que representan a las familias de las víctimas pidieron que se los condene a prisión perpetua.
Las víctimas fatales fueron identificadas como Esteban Nicolás Lagos, policía de 28 años, y Juan Roberto Bonifacio, un barrendero de 34. Ambos estaban viajando en un colectivo por el barrio porteño de Barracas cuando Guida y Vivas subieron para robarle a todos los pasajeros. Si bien el caso ocurrió hace casi dos años, en la actualidad inició el juicio oral y los abogados defensores pidieron que se los condene a la pena máxima.
Para los letrados Valeria Corbacho y Fernando Lirman que representan a las familias de las víctimas, los imputados tuvieron un “repugnante desprecio por la vida”. Además, detallaron que los imputados fueron coautores del delito de “doble homicidio doblemente agravado por haber sido cometido con un arma de fuego y criminis causa”.
Al analizar el caso, los abogados sostuvieron que Guida fue el autor de los disparos cuando el policía dio la voz de alto, mientras que Vivas fue partícipe del plan y “se aseguró su impunidad al apropiarse del arma del policía”, plantearon.
Luego de la lectura de alegatos, los jueces Gustavo Alterini, Gabriel Vega y Gustavo Rofrano, integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 porteño, pasaron a un cuarto intermedio hasta el miércoles de la semana próxima.
Cómo ocurrieron los homicidios adentro de un colectivo
“¡Bueno, están todos regalados!”, se escuchó gritar adentro del colectivo de la línea 100 donde viajaban Juan Roberto Bonifacio y Esteban Nicolás Lagos. Eran alrededor de las 23:40 del 19 de octubre del 2020 cuando uno de los delincuentes tomó como “escudo humano” a un joven de 29 años y anunció que se trataba de un robo.
Ante el delito, el efectivo de la Policía Federal que viajaba uniformado con su chaleco antibalas, se levantó de su asiento para dar la voz de alto pero Guida le empezó a disparar. Como consecuencia, el policía recibió cuatro tiros de frente: uno en el cuello, otro en el pecho, un brazo y una pierna. Pese al rápido traslado, murió más tarde en el Hospital Churruca.
Durante le tiroteo, Bonifacio viajaba en un asiento que miraba hacia la luneta trasera del colectivo y recibió un balazo en la espalda. Si bien fue trasladado de emergencia, horas después murió en el Hospital Argerich.
Sumado a las víctimas fatales, dos pasajeros de 30 y 34 años resultaron con heridas de bala en la pierna y el pie, pero no revistieron mayor gravedad. Por su parte, lo delincuentes se dieron a la fuga luego de haber disparado a los hombres y de robar una pistola 9 milímetros reglamentaria que le pertenecía al policía baleado.
Luego de ser capturado, efectivos policiales detectaron que Guida tenía antecedente por robo y había sido excarcelado luego de que se estableciera una fianza de 10.000 pesos y “someterse al cuidado” de su mamá y una vecina.
Al inicio del juicio oral, el joven que había sido tomado como “escudo humano” dio un testimonio clave en la causa. Al respecto detalló que “vi que el policía uniformado, que estaba sentado a la mitad del colectivo, no llegó a hacer más que un movimiento y el hombre que me sujetaba le disparó unas seis veces con total impunidad. Me tomó de rehén y efectuó más de seis disparos”.
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