Poco antes del mediodía de este jueves, Martín Santiago Del Río, el empresario acusado de asesinar a tiros por la espalda a sus padres en su mansión de Vicente López, comenzó su declaración ante la Justicia en una ampliación de la indagatoria. El trámite transcurrió por más de tres horas y media y a pedido expreso del detenido y de su defensa, a cargo de la abogada Mónica Chirivin.
Todo discurrió en la sede de la Unidad Funcional de Instrucción Vicente López Oeste, ante los fiscales Alejandro Musso, Martín Gómez y Marcela Semería. También estuvo el juez de Garantías Ricardo Costa por pedido del acusado.
Esta fue la quinta vez que Del Río declaró en el expediente. Ya había sido interrogado en tres testimoniales, una indagatoria anterior y ahora esta ampliación. La diferencia en esta ocasión es que Del Río pidió declarar con el juez del caso presente.
El pedido no parece casual. Se espera que en pocos días los fiscales pidan la prisión preventiva del acusado, algo que deberá resolver el mismo magistrado.
La defensora apuntó como motivos para ampliar la declaración “la arbitrariedad manifiesta por parte del Ministerio Público Fiscal, denotada por actuaciones y testimoniales tomadas sin considerar la presencia de este abogado defensor, para garantizar el debido proceso y la defensa en juicio”, según documentos a los que accedió Infobae.
En su indagatoria original -que duró más de cinco horas-, Del Río dijo ser inocente, no se reconoció en los videos como el “caminante encapuchado” que fue filmado yendo y viniendo de Núñez a las inmediaciones de la casa de sus padres en Vicente López, y hasta volvió a mencionar como sospechosa a María Ninfa “Nina” Aquino, la empleada que trabajaba hace 12 años con sus padres, que halló los cadáveres y que fue detenida como presunta “entregadora” hasta que fue liberada.
Del Río había solicitado este miércoles apartar de la causa a la Policía Científica Bonaerense. Lo hizo a través de su defensa, al argumentar que esa fuerza actuó con “parcialidad” y perjudicó a su cliente cuando corrigió la data de muerte de las víctimas para “acomodar” la prueba en función de las necesidades de la fiscalía.
Hay que recordar que la data de muerte fue uno de los argumentos que usó la defensa de Del Río hijo para pedir que su cliente sea liberado de culpa y cargo, aunque luego se concluyó que los parámetros de los médicos no eran tan exactos y por eso el detenido podía haber perpetrado los homicidios de sus padres, José Enrique del Río y María Mercedes Alonso.
En los protocolos de las autopsias se dejó asentado que ambas víctimas llevaban de 12 a 18 horas fallecidas cuando se revisaron sus cadáveres en la morgue, lo que ubicaba el doble crimen en horas de la madrugada del 25 de agosto, algo que para su defensa beneficia a Del Río hijo, porque en ese momento se encontraba en su casa del country Nordelta de Tigre.
SEGUIR LEYENDO: