Siempre el mismo truco: las mentiras de Claudio, estafador serial y falso empleado de la Justicia

El sospechoso de 57 años, con una larga lista de delitos en su prontuario, fue detenido en su domicilio de Rafael Castillo. Prometía conseguir trabajos inexistentes en el Poder Judicial a cambio de una coima

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Claudio S., al ser detenido por la Federal
Claudio S., al ser detenido por la Federal

El Juzgado N°4 a cargo del doctor Martín Yadarola está ubicado en el séptimo piso de los Tribunales de la calle Talcahuano. No es tan fácil llegar hasta ahí. Todo depende del ascensor que se tome. Después, hay un cierto laberinto. El séptimo piso es literalmente la terraza del palacio, con todos los talleres y depósitos, viejos armarios y muebles al Sol, con stickers de campañas de políticos, y las palomas. Es, por llamarlo de alguna forma, Tribunales en estado puro.

El 7 de septiembre pasado, un hombre llegó hasta el Juzgado N°4. Reclamaba lo que, creía, era suyo: un trabajo en el Poder Judicial. Había ido por una entrevista para un posible empleo como chofer de Yadarola. Pero el magistrado nunca lo había citado allí. El juez ni siquiera había pedido un conductor. Lo peor de todo, había pagado 1.500 pesos por esa falsa entrevista laboral, una cometa, a un sospechoso que, según su relato, se presentó como miembro del Poder Judicial.

Esta semana, la División Investigaciones Especiales de la Policía Federal -que depende de la Superintendencia de Investigaciones Federales- detuvo al sospechoso de la mentira: es Claudio S., de 57 años, que según registros nunca tuvo un trabajo en blanco en su vida. Le encontraron gran cantidad de documentación falsa, incluidas fichas del Juzgado N°4 en el domicilio donde se escondía, propiedad de un familiar, en la zona de Rafael Castillo. Ahora, Claudio S., un remisero, oriundo de San Vicente, deberá responder ante la jueza que lo investiga, Alejandra Provitola, por este nuevo engaño.

Lo peor de todo es que no es la primera vez que lo hace.

Documentación incautada con el nombre del juez Yadarola
Documentación incautada con el nombre del juez Yadarola

El 13 de marzo de 2020, el Tribunal N°29 condenó a Claudio a un año y nueve meses de prisión en suspenso al unificar dos penas en su contra, la que le dictaba este tribunal y una anterior de la Justicia de Lomas de Zamora. “Haciéndose llamar Gabriel, y bajo la apariencia de ser empleado judicial, ofreció” a cuatro personas de la comunidad boliviana “vehículos que se encontraban en remate judicial, cuando ello no era cierto”, relata la condena sobre uno de los casos.

Lo que sigue es caricaturesco.

“En ese sentido, a los primeros días del mes de julio de 2019, valiéndose de la calidad simulada, refirió a una de sus víctimas que podía venderle una camioneta Mercedes Benz Sprinter que se encontraba para remate. Posteriormente, con fecha 6 de julio del mismo año se reunió con los damnificados, oportunidad en la cual les hizo saber que las camionetas tenían un precio final de ciento cincuenta y seis mil pesos ($156.000) y que para poder liberarlas del remate debían pagar dos mil doscientos pesos ($2.200), para lo que cada uno de ellos abonó la suma indicada”.

“Luego, el día 12 de julio de 2019 el encausado se reunió nuevamente con los damnificados en los Tribunales ubicados en Talcahuano 550, oportunidad en la cual éstos abonaron la suma de treinta mil pesos ($30.000) en concepto de único adelanto por la supuesta compra de las camionetas, quedando pendiente de pago el resto del monto para cuando el vehículo estuviera listo para ser entregado. En esa oportunidad, el nombrado acompañado por dos de sus víctimas fue al Palacio de Justicia donde ingresó a una oficina y les pidió que lo esperaran afuera, donde simuló hacer el depósito del dinero que le había sido entregado”, sigue el texto.

“Finalmente, el día 20 de agosto de 2019, el acusado citó a una de las víctimas, quien concurrió junto con los demás damnificados –sus tres cuñados- al edificio sito en Comodoro Py 2002, donde el imputado ingresó a la Secretaría Privada del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil N°16, donde lo dejó esperando un par de horas hasta que lo vio salir detenido por personal judicial.

En síntesis, Claudio S. engañó a sus víctimas con un falso remate judicial. En esa época, decía ser empleado, precisamente, en la Justicia federal.

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