Un hombre oriundo del partido bonaerense de Quilmes hoy es investigado por la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas N°13 de Capital Federal, a cargo de la doctora Andrea Scanga, señalado como presunto responsable de un sistema de captación de mujeres para prostituirlas con el pretexto de una oferta laboral como playeras de una estación de GNC.
La investigación comenzó semanas atrás a partir de la denuncia una mujer ante la Oficina Central Receptora de Denuncias del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad sobre la presunta existencia de una red de prostitución detrás de la búsqueda laboral de playeras para estaciones de servicios en varios sitios de internet.
En su denuncia, la mujer facilitó a la Justicia un link del aviso laboral que encontró y diversas capturas de pantalla de los intercambios de correos electrónicos que mantuvo.
El contenido de esos correos despertó sospechas en la denunciante y los investigadores que tomaron el caso. La búsqueda que se ofrecía estaba orientada a cubrir puestos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en la zona Sur y Norte del conurbano.
En los correos que recibían las postulantes, el supuesto empleador solicitaba enviar ocho fotografías de cuerpo entero, frente, perfil y espalda. También había indicios más explícitos: en uno de los mensajes requerían también la realización de una “tarea extra” al trabajo de playera, que consistía en la “atención adulta íntima con clientes fijos” a través de la cual se adicionaban bonos al sueldo fijo.
A partir de esa información, la fiscal Scanga solicitó la intervención de la División Trata de Personas de la Policía de la Ciudad y el Cuerpo de Investigaciones Judiciales para intensificar el proceso de investigación y ordenó una serie de pesquisas y compulsas en redes abiertas, que arrojaron como resultado diferentes avisos activos de esta misma búsqueda en diversos sitios de internet.
Para efectivizar las tareas y con la autorización del Juzgado PCyF N° 7, la Policía de la Ciudad introdujo en la causa la figura de “agente revelador”, una policía infiltrada, que tomó contacto con el imputado para intentar identificarlo.
La oficial porteña se hizo pasar entonces por una postulante a la vacante para el trabajo de playera y envió una solicitud para lograr una entrevista. Luego de inscribirse, la encubierta oficial empezó a recibir pedidos por teléfono de un hombre, supuestamente el gerente de la estación de servicio, para que le enviara varias fotos de su cuerpo.
Así, confirmada la sospecha, los efectivos lograron determinar la ubicación del hombre a través de su teléfono celular con la colaboración de la División Análisis Informático y el Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad.
Los resultados de ese análisis localizaron al hombre en una casa de la localidad de Quilmes, donde en los últimos días el juez Javier Buján autorizó un allanamiento con el objetivo de incautar elementos de valor para la causa.
Allí, secuestraron teléfonos celulares, computadoras, chips telefónicos, tarjetas SIM, posnets de cobro y hasta un arma de fuego, que ya fueron puestos a disposición de los peritos para su análisis.
El hombre, sin embargo, si bien continúa investigado, está en libertad ya que la fiscal decidió no tomar ningún temperamento con él, a la espera de los primeros resultados de la pericia informática.
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