La Aduana detectó en Ezeiza más de un kilo de un poderoso derivado del fentanilo en un envío “puerta a puerta”

El paquete, enviado a través de la empresa DHL, fue descubierto por un perro de la AFIP. El destino final de la droga era la ciudad de Miami

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El can que detectó la sustancia
El can que detectó la sustancia

Un can de la División Control y Fiscalización de la Aduana-AFIP detectó ayer en el aeropuerto de Ezeiza 1.2 kilo de pastillas de distintos colores de Benzidoxiol fentanilo, un opioide sintético que es hasta 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina. Según confirmaron fuentes de la investigación a Infobae, la droga se encontraba en un frasco de proteína para ejercicio físico, que iba a ser enviado a través de un courier o servicio “puerta a puerta”. En el mismo envase se encontraron también 41 gramos de Diazepam.

De acuerdo con las fuentes consultadas por este medio, el destino final era la ciudad de Miami, en Estados Unidos, e iba a ser exportado a través de la empresa de encomiendas DHL. Según la documentación incautada, el exportador no era una persona particular, sino un laboratorio e iba dirigido a un médico homeópata de aquel país.

Las pastillas de distintos colores detectadas
Las pastillas de distintos colores detectadas

Sin embargo, los investigadores aclararon que usualmente en el courier cuando mandan droga, los narcotraficantes suelen usar datos apócrifos tanto de los remitentes como los destinatarios. En ese sentido, señalaron que los datos encontrados todavía son materia de investigación y no se puede confirmar que los nombres registrados sean los verdaderos dueños e interesados de la encomienda.

En el operativo llevado adelante en la terminal aérea, luego de que el perro de la Aduana detectara las sustancias, la droga fue sometida a un análisis de narcóticos para ratificar de qué se trataba. En el mismo procedimiento, otros 1.500 gramos de pastillas dieron resultado negativo.

El frasco con el derivado del fentanilo
El frasco con el derivado del fentanilo

“El procedimiento fue realizado en el marco de un fortalecimiento de acciones de control por parte de la Aduana sobre el régimen puerta a puerta”, indicaron las fuentes. El expediente quedó a cargo del Juzgado en lo Penal y Económico N°8.

Las fuentes explicaron que la Argentina en el último tiempo importó grandes cantidades de fentanilo. El motivo principal de esas adquisiciones fue la pandemia del COVID-19, ya que esa droga puede ser usada para pacientes en coma. Sin embargo, señalaron que con pequeñas dosis se puede comprimir para darle un doble uso como estupefaciente.

Dentro de los frascos encontraron también diazepam
Dentro de los frascos encontraron también diazepam

Respecto a este derivado del fentanilo, hasta ahora había apenas registros de alguna ampolla que se perdió de los hospitales. “Nunca un claro hecho de contrabando como éste”, agregó.

El Benzidoxiol fentanilo es un análogo del fentanilo del cual casi no se encuentran registros en fuentes abiertas de información, notas periodísticas o reportes de quienes hayan consumido previamente esta sustancia. No posee usos medicinales ni se encuentra aprobado por ninguna autoridad sanitaria. Por el contrario, sólo se halla disponible comercialmente como estándar de referencia para análisis químicos.

Su consumo puede producir efectos diversos como euforia, sensación de bienestar, somnolencia, analgesia, sedación, estreñimiento, confusión o incluso disminución de la frecuencia cardíaca y respiratoria.

Historia reciente del fentanilo

A comienzos de este año, el fentanilo estuvo en el centro de la escena por hecho impactante. Fue después de que la Procuración General bonaerense revelara que el ingrediente secreto de la cocaína envenenada vendida en la villa Puerta 8 de Tres de Febrero, y que mató a 24 personas, es el carfentanilo, otro poderoso opioide derivado de esta sustancia.

El carfentanilo, al igual que el Benzidoxiol, es decenas de veces más potente que el fentanilo mismo. Ni siquiera está pensado para uso en humanos: se emplea para drogar rinocerontes y elefantes.

Una hora después de conocida la tragedia que dejó también intoxicó a más de 80 personas, la Procuración sacó revelador comunicado donde indicaba que dos estudios periciales independientes “habían arribado a la conclusión de que la sustancia utilizada para estirar el clorhidrato de cocaína encontrada en diversas muestras secuestradas” se trata de “Carfentanilo, opioide extremadamente fuerte, cuyos efectos son 10.000 veces más fuertes, o más, que la heroína o el fentanilo”.

Su presencia se consideró totalmente nueva en el mapa narco argentino. Cómo llegó al polvo vendido en Puerta 8 configuró un fuerte misterio, ya que los opioides nunca se cruzaron en la historia argentina con el negocio de las drogas en las villas del conurbano.

De hecho, el consumo clandestino de fentanilo en la Argentina tiene una historia corta, pero oscura. No está ligada a traficantes de villas, sino al lado oscuro del sistema de salud, transas de pasillo de hospital, no de pasillo de villa.

Había más un kilo del derivado del fentanilo
Había más un kilo del derivado del fentanilo

Tal como informó Infobae, la Justicia investigó el caso de un enfermero del hospital Juan Fernández, del barrio porteño de Palermo, quien según la acusación en su contra, entró a dos salas para supuestamente meterse en el bolsillo el símbolo del futuro del narcotráfico a nivel global: el fentanilo. El enfermero fue imputado en la Justicia, una causa que llegó al Tribunal Oral en lo Criminal N°14

Fue formalmente acusado de dos hechos, ocurridos en 2018. En el primero, otra enfermera lo señaló por ingresar a la Unidad Coronaria del Hospital fuera de su horario de trabajo usual. Rubén aseguraba que venía de una reunión “con el director”, según documentación judicial a la que accedió este medio. En su recorrida, tomó medicación sin dejar registrada su cantidad y contenido.

En el segundo hecho, “el imputado ingresó a una habitación de recuperación cardio vascular (RCV) donde había un paciente descompensado y sustrajo la medicación del carro de la enfermera que había salido a avisar a los médicos del estado del paciente, y al regresar lo vio parado junto al carro, salir rápidamente y ella verificó la faltante de tres ampollas de fentanilo y una de morfina”.

La cuenta final fue de siete ampollas de fentanilo, una de morfina. Por reglamento interno, según fuentes oficiales, los opioides en el Fernández son entregados solo con una receta firmada por los jefes de terapia intensiva o de guardia.

La droga fue incautada ayer
La droga fue incautada ayer

Fue acusado de hurto y luego procesado en la Justicia. En paralelo, el Hospital Fernández inició un expediente administrativo para determinar responsabilidades. En Tribunales, asistido por una defensora oficial, Rubén intentó lograr una probation con el Tribunal N°14, la suspensión del juicio a prueba para así llegar a una pena menor.

Sin embargo, el TOC N°14 se la negó tras un planteo de la fiscalía que argumentó que Rubén era un empleado público, con las responsabilidades que su rol implica. No podría haber accedido a la medicación de otra forma. El 10 de febrero de 2021, el recurso de casación que presentó su defensa fue tratado por la Sala II de Casación integrada por el magistrado Horacio Días. La probation fue denegada otra vez.

El fentanilo es el centro de una epidemia de adicción en Estados Unidos que sacude a la salud pública: el fentanilo es vendido en forma de pastillas, originado por laboratorios clandestinos en China, contrabandeados por cárteles mexicanos y comerciado por dealers callejeros.

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