Esta tarde, alrededor de las 17.30, la dinámica habitual en la cuadra de la calle Roosevelt al 3000, en el barrio porteño de Belgrano, se alteró. Efectivos de la Comisaría Vecinal 13 C de la Policía de la Ciudad cortaron el tránsito en la zona y dieron lugar a pares de la Policía Bonaerense, que habían llegado hasta allí con una orden de arresto: buscaban a un sospechoso de la causa que investiga la trama de la cocaína envenenada con carfentanilo que le costó la vida a 24 personas en febrero de este año.
Según confirmaron fuentes policiales a Infobae, en el lugar se detuvo a Lucas Nahuel Herrera, de 31 años. Los detectives de la Dirección de Investigación contra el Crimen Organizado de la Policía de la Provincia lo señalan como un importante integrante de una banda narco que rivaliza con la liderada por Miguel Ángel “Mameluco” Villalba, histórico capo de San Martín y principal acusado entre los responsables de adulterar y comercializar la droga que también dejó más de 80 personas intoxicadas.
El allanamiento al departamento de Herrera llevado a cabo por uniformados del grupo especial UTOI de la Bonaerense y fue ordenado por el Juzgado Federal Nº 3 de Tres de Febrero. El sospechoso fue capturado en el lugar y también los oficiales le secuestraron un vehículo Peugeot 3008.
Herrera formaría parte de la organización que dirige Max Alí Alegre, alias “Alicho”, otro narco con mucha influencia en el partido de San Martín y que, al igual que Villalba, está preso.
Para los investigadores policiales que trabajan esa zona del Conurbano, ambos líderes narco logran escabullir sus directivas por entre los barrotes de sus celdas y libran una “guerra” por el territorio a los ojos de todos. Los muertos se repiten cada tanto. Y la conclusión es terrible: a pesar de las últimas redadas y causas penales, a pesar de las muertes por la cocaína envenenada ocurridas a comienzos de este año, San Martín sigue siendo un territorio indomable.
En ese marco, se sospecha que el envenenamiento de cocaína habría sido un episodio más de esta cruel batalla.
Lo cierto es que en esa causa cinco de los detenidos en Puerta 8 ya fueron procesados con prisión preventiva por el juez de Garantías Mariano Grammático Mazzari por los delitos de homicidios agravados por el uso de veneno como método insidioso.
Se trata de Iván David Avalos (21), Nicolás Matías Campos (18), Luis Alberto Rodríguez (26), Mauricio Adrián Balcarce (29) y Héctor Gabriel Faundez (47). A los cinco se les imputó un delito con denominación extensa: tráfico ilegal de sustancia estupefaciente en la modalidad de tenencia con fines de comercialización, agravada por la pluralidad de intervinientes en forma organizada, en concurso real con homicidio agravado por el uso de veneno como método insidioso y homicidio agravado en grado de tentativa.
Justamente, ese delito era el que le sugirió el juez al fiscal Germán Martínez cuando le convalidó los arrestos, pedido por el delito de homicidio simple.
Para el juez, por el momento existen evidencias para imputarles 11 de las 24 muertes y más de una veintena de heridos por el consumo de la cocaína adulterada con carfentanilo, una sustancia usada para dormir elefantes.
Durante la investigación, el magistrado estableció que los imputados “cumplían diferentes roles en los estratos inferiores de la cadena de comercialización de estupefacientes prohibidas, de la cual sus jefes u organizadores hasta la fecha no fueron identificados”.
Por ejemplo, Campos y Rodríguez fueron sindicados por cumplir funciones de seguridad y de “satélite”, al dar aviso de la llegada de los diferentes policías. A su vez, Avalos y Balcarce fueron acusados de vender los estupefacientes en los pasillos internos del asentamiento Puerta 8. En tanto, Faundez es señalado como el encargado de ocultar los estupefacientes en un domicilio ubicado en la calle El Gaucho, esquina Río Cuarto, en la localidad bonaerense de Loma Hermosa.
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