Una serie de golpizas a distintas reclusas habrían sido la causa de la balacera ocurrida el lunes pasado en la Unidad Penitenciaria Nº 5 de Rosario, situada en la zona oeste, atacada por un comando de delincuentes desconocido con una ráfaga de ametralladora. Esta hipótesis surgió a partir de la difusión de varios videos filmados dentro del predio carcelario, donde diversas detenidas se grabaron mientras atacaban ferozmente a otras dentro de distintas celdas.
Las imágenes que ilustran esta nota- ya están en manos del fiscal Federico Rébola de la Unidad de Balaceras del Ministerio Público de la Acusación, quien interviene por el ataque a tiros. Tras los disparos, se encontró un cartón escrito en el que hacía alusión a un conflicto interno, aunque por entonces se desconocía de dónde provenía.
El texto dejado en una ochava del complejo carcelario mencionaba a “las delegadas de los pabellones” que se “siguen prestando a René (Ungaro) y los Funes, que hacen verduguear a las pibas presas”. “Primer y último aviso. Saben que no jodemos”, cerraba el escrito.
Ahora, con las grabaciones que se conocieron en las últimas horas, pareciera adquirir sentido el mensaje del cartón. Sin embargo, la fecha de las filmaciones se desconoce.
En uno de los videos se ve cómo una reclusa tiene un celular en la mano y, mediante una videollamada, pone de frente a otra interna con un hombre que le habla desde el otro lado de la pantalla.
“Ustedes hablan con Matías Pino. Ustedes digitaron a los guachos, le zarparon la familia a las pibas que están ahí adentro. Todas ustedes digitaron a los pibes para tirar mil tiros a la casa de Tania, de la Bay. Y tiraron en Flammarión”, dice la voz masculina, refiriéndose a supuestas balaceras de las que no se tiene información oficial.
Inmediatamente, la detenida que sostiene el teléfono con la videollamada le dice a la reclusa increpada: “¿Vos eras la que pasaba la data? ¿Vos pasás la data, hija de puta?”, le grita. Y luego, junto a otra interna, le da una gran cantidad de trompadas en la cara a la víctima, que todo el tiempo aseguró “no tener nada que ver”.
Según investigadores policiales, la voz masculina de la videollamada es la de Lautaro “Lamparita” Funes, un joven que fue condenado a 14 años de prisión –pena unificada por narcotráfico, y por asociación ilícita, amenazas y balaceras– y que actualmente se encuentra alojado en el penal federal de Ezeiza. Es uno de los cabecillas del clan Funes junto a su hermano Alan, con quien está detenido en Buenos Aires.
Lautaro y Alan Funes, a su vez, también comparten instalaciones carcelarias con René “Brujo” Ungaro, un aliado territorial que también fue condenado por narcotráfico. Recientemente, quedó mencionado por haber instigado una balacera en la zona sur de Rosario en la que mataron a una mujer que acompañaba a su hija a tomar el colectivo.
En tanto, Matías “Pino”, el mencionado supuestamente por Lautaro Funes, corresponde a Matías César, un joven condenado a 20 años de prisión por haber planificado balaceras a domicilios de jueces y edificios judiciales por encargo de Ariel Máximo “Guille” Cantero, líder de Los Monos.
César es, para investigadores judiciales, “la mano derecha” de “Guille” Cantero, encargado de darle actividad a células que operan para Los Monos en distintos barrios de la ciudad.
Pero esa no fue la única filmación de golpizas. También quedó registrado cómo dos reclusas tiran al suelo y golpean ferozmente –trompadas y patadas– a otra interna dentro de otra celda, y además le piden que “no grite”.
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