Ana Laura Brizuela, la fiscal de la ciudad bonaerense de Campana que investiga el salvaje femicidio de María Alejandra Abbondanza, recibió el resultado preliminar de la autopsia y de a poco comienza a tener algunas certezas de lo ocurrido en la casa de la esquina de Moreno y Alberdi, entre la tarde del viernes y la mañana de sábado pasado. Una de ellas es la causa de muerte: la mujer de 38 años fue asesinada de un violento golpe en la cabeza.
Técnicamente, el informe forense indicó que Alejandra murió por un traumatismo encefálico craneano grave y además fue carbonizada. Según confirmó la fiscal Brizuela en diálogo con Infobae, todavía no se pudo determinar si Agustín Leonel Chiminelli (24), el principal acusado, quemó a la víctima cuando todavía estaba viva o la prendió fuego en su parrilla después de haberle quitado la vida a golpes. “Primero la golpeó y luego la quemó. En principio no podemos inferir que haya estado viva todavía cuando la quemó. Aún esperamos el informe final”, dijo Brizuela.
Luego del hallazgo de los restos de la mujer, los rastrillajes policiales en la zona arrojaron otras pistas. En un tacho de basura de la cuadra se encontró, dentro de una bolsa, una mancuerna y una toalla ensangrentadas. De acuerdo con la fiscal, los golpes que presentaba el cadáver son compatibles con esa pesa de gimnasio hallada.
El cadáver de Abbondanza estaba desmembrado en varias partes. Una de las dudas que había era si el asesino lo había cortado. Sin embargo, la autopsia y la observación de los expertos forenses permitió arrojar luz sobre esta incógnita. Según revelaron, Chiminelli no amputó los miembros de la mujer. Lo que creen los investigadores es que el fuego de la parrilla produjo severas lesiones en el cuerpo y a partir de ahí se produjo el desmembramiento de los brazos. “Los médicos entienden que fue producto de la carbonización. No es algo que se hizo ex profeso.”, explicó Brizuela.
Además de Chiminelli, por el femicidio también están imputados sus padres, Liliana Esther Sánchez (64) y Carlos Rubén Chiminelli (69). Ambos fueron indagados por la fiscal Brizuela y coincidieron en su declaración en un mismo detalle: ambos dijeron que no tienen nada que ver con el crimen. Sin embargo, la funcionaria judicial los acusa de ser coautores del femicidio. “Estamos empezando la investigación recién para poder determinar el rol que tuvo cada uno en el hecho”, aclaró. Incluso, su papá fue aún más lejos y sostuvo que su hijo le confesó el crimen. “Maté a una persona y la quemé en la parrilla”, lanzó. Chiminelli hijo se negó a declarar.
En ese sentido, hay más elementos que la fiscal va a tener en consideración para terminar de delinear la acusación y establecer un perfil del asesino. Tal como indicó este medio, se conoció que una semana antes del homicidio el principal acusado había sido denunciado por violencia de género y tenía una restricción perimetral que le impedía acercarse a una ex pareja.
El viernes 16 de septiembre pasado, fecha que coincide con la desaparición de Alejandra, Chiminelli, recibió en su domicilio la notificación de una restricción de acercamiento que le hizo llegar el Juzgado de Familia de Campana, tras una denuncia que radicó una ex por violencia de género. Al respecto, la fiscal señaló ya le tomaron declaración testimonial a varias de sus ex parejas.
“No es que tenga antecedentes por violencia. Tiene esta denuncia de septiembre con la prohibición de acercamiento de esta ex novia, que no llegó a ser notificado y las otras ex novias no lo habían denunciado pero las citamos a declarar. Es muy importante para la investigación”, dijo la fiscal.
El misterio de la relación y el contenido del celular perdido
El sábado pasado, la Policía Bonaerense llegó hasta la casa de los Chiminelli a partir de los videos que registró la cámara de seguridad de una vivienda de la zona. Las imágenes son las últimas en las que se observa con vida a la víctima. En ellas, se ve que María Alejandra camina por la vereda con su mascota, un perro pug carlino, y se encuentra con Chiminelli hijo. Se saludan e ingresan a la propiedad del vecino. Desde entonces en adelante, en ningún momento se la vio salir de allí.
En las imágenes se ve que en ningún momento la mujer fue obligada a entrar a la casa. No hay certeza del motivo por el cual accedió a entrar al lugar y de hecho, los investigadores todavía no saben qué unía a Chiminelli con la mujer, más allá de que eran vecinos de la misma cuadra.
“El vínculo entre Alejandra y el principal acusado sigue siendo un misterio. Esto es por la familiaridad con la que ella ingresó al domicilio. Entró incluso aparentando una suerte de acuerdo para hacerlo. No tenemos certificado ni por los familiares ni nadie que ellos se hayan conocido más allá de su relación como vecinos. Estamos trabajando en eso porque eso de pronto nos dé un móvil”, añadió la fiscal.
Por lo pronto, desde la fiscalía que lidera Brizuela están abocados a poder acceder al teléfono de la víctima, un celular iPhone, cuyo acceso es casi imposible por el momento. En cuanto al teléfono del imputado, la funcionaria judicial confirmó que su contenido fue borrado completamente con un formateo de fábrica y es imposible hacerle algún tipo de extracción de datos.
En el marco de la investigación, ahora se le dará intervención a la Dirección de Análisis Victimológico y de Perfilamiento Criminal del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires y trabajan para tratar de ver el vínculo y determinar si había un patrón en la conducta del principal imputado. De hecho, ya fue incorporado al expediente el extraño mensaje que el imputado tuiteó el día de la desaparición de Alejandra.
“Mamá lo lamento, pero siéntase orgullosa, soy como el cemento”, posteó el acusado. Sobre el mensaje, la fiscal Brizuela señaló que hace parte del análisis del perfil que se le va a hacer en los próximos días.
Por estas horas, Chiminelli, que hace poco había aprobado un examen preocupacional para comenzar a trabajar esta semana en una cadena de supermercados, permanece alojado junto a su padre en la Alcaidía local, a la espera de que el juez de Garantías defina su situación.
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