Cinco agentes de la Policía Bonaerense fueron apartados de sus funciones y quedaron en la mira de la Justicia luego de ser acusados de una serie de robos en Lomas de Zamora. En el marco de la causa, se allanaron tres dependencias de la Fuerza en ese partido del Sur del Conurbano.
De acuerdo a la acusación, los policías formaban parte de una banda que se dedicaba, principalmente, a robar viviendas y comercios del centro de la ciudad cabecera y de las localidades de Temperley y Banfield. La modalidad en cada uno de esos episodios solía ser la misma: los ladrones llegaban hasta esos lugares vestidos con uniforme e ingresaban con la excusa de realizar allanamientos. De ese modo, engañaban a sus víctimas, las maniataban y las desvalijaban.
No está claro aún el rol de los sospechosos. Se investiga si eran quienes cometían los asaltos, si le liberaban la zona a cómplices o si les aportaban información clave para dar los golpes. Es por ello que, además, se investiga si tuvieron participación en el robo a un hombre frente a una sucursal bancaria de Banfield. Ese episodio ocurrió en abril de este año: un delincuente encapuchado abordó a la víctima, le sustrajo un bolso donde guardaba casi $2 millones que iba a depositar y escapó en un Citroën C4 que conducía un segundo ladrón.
Las investigaciones contra los policías comenzaron después de que una de las víctimas de una entradera habría reconocido a un policía como uno de los asaltantes al momento de realizar la denuncia. Tras ello, en el caso intervino el fiscal Jorge Grieco, titular de la Unidad Funcional de Instrucción Nº8 del distrito, y el juez de Garantías local Gabriel Vitale firmó la orden de allanamiento a tres seccionales de la Bonaerense y a los domicilios de los acusados en busca de pruebas.
Así, se inspeccionaron las comisarías 5ª de Villa Fiorito y 7ª de Villa Centenario, donde funciona la Superintendencia de Seguridad Región AMBA Sur; y el Comando de Patrullas local, que es la sede de la subestación de Policía Departamental de Seguridad Lomas de Zamora Sur.
En los operativos se secuestraron teléfonos celulares, chalecos antibala que pudieron haber sido utilizados en los robos; y cuadernos con anotaciones, entre otras cosas de interés para la investigación.
Los cinco policías fueron notificados de la causa, pero no quedaron bajo arresto, ya que los elementos probatorios que constan en el expediente hasta el momento no bastan para pedir su detención, según explicaron fuentes judiciales a Infobae. En ese sentido, el foco de los detectives está puesto por estas horas en los resultados del peritaje a los teléfonos secuestrados, que podría llegar a revelar más información para avanzar con las imputaciones.
En paralelo, el área de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense lleva adelante un sumario administrativo. Los cinco acusados fueron separados de sus cargos.
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